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Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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836 JEREMÍAS 19:57<br />

Négueb: Corresponde a la región desierta al sur de Hebrón. En consecuencia,<br />

se quiere decir que los sacrificios serán traídos de toda la tierra,<br />

d) SIGNIFICADO SIMBÓLICO DE LA VIDA DEL PROFETA (18,1-<br />

20,18). El nuevo título que se encuentra al comienzo del cap. 18 indica<br />

que esta sección del libro forma otra pequeña unidad. Su tema principal<br />

es el significado profético de algunas experiencias de la vida de Jeremías,<br />

con la inserción de dos nuevos fragmentos de sus «confesiones».<br />

57 i) Visita a la casa del alfarero (18,1-12). Esta narración es incluida<br />

entre los pasajes «deuteronómicos». El sermón se inspira en una experiencia<br />

ordinaria de Jeremías, que es luego interpretada como un mandato<br />

del Señor. Ya hemos visto cómo en ocasiones estos acontecimientos<br />

sencillos eran interpretados por los profetas como visiones divinas (cf. 1,<br />

llss). Son otras tantas ilustraciones de las formas que adoptaba la inspiración<br />

divina. 3. torno: Este es el único lugar de todo el AT en que<br />

se menciona la rueda o torno del alfarero. El término hebreo 'obnáyim<br />

significa literalmente «dos piedras». Su construcción era sencilla: dos<br />

discos de piedra estaban unidos por un eje vertical; el disco de abajo<br />

era movido con los pies, mientras que el barro, colocado sobre el superior,<br />

era moldeado con las manos según giraba el torno (cf. Eclo 38,<br />

29-30). 4. Este versículo enuncia el punto clave de la comparación en<br />

el oráculo profético. 6. El simbolismo contenido en este trabajo se aclara.<br />

En primer lugar, Yahvé es el alfarero; el antropomorfismo es antiguo<br />

en Israel (cf. Gn 2,7) y hay buenos testimonios del mismo en Egipto y<br />

Mesopotamia, lo cual explica que el verbo y asar («formar» o «modelar»)<br />

signifique «crear». Más aún, esta imagen simbólica es usada tres veces<br />

por Isaías (29,16; 45,9; 64,7) para expresar la absoluta dependencia<br />

del hombre con respecto a Dios en el orden de la creación (cf. Rom 9,<br />

20-24, donde Pablo la aplica a la idea de predestinación). En segundo<br />

lugar, el barro representa al hombre. La idea de que éste ha sido hecho<br />

de barro es también muy común en el Próximo Oriente, y su origen<br />

es el correlato de la imagen del alfarero. 7-10. Jeremías propone el significado<br />

profético de la imagen, que no se sitúa al nivel de la creación,<br />

sino al de los decretos de Dios: lo mismo que una vasija defectuosa<br />

puede ser remodelada, también un decreto puede ser cambiado, siempre<br />

que medie la conversión. 7-8. Un decreto de condenación, expresado en<br />

los términos de 1,10, puede quedar en suspenso por la conversión.<br />

Según esto, Dios no actúa arbitrariamente, sino que toma siempre en<br />

consideración las decisiones humanas, y ello es prueba de la eficacia<br />

que tiene la penitencia (cf. 7,3ss; 26,3; 36,3; Ez 18,21-27; Jon 3).<br />

9-10. Lo opuesto es también verdad. Una bendición —que vuelve a<br />

expresarse en los términos de 1,10—• puede también ser cambiada en<br />

maldición si el hombre cae en el pecado. En otras palabras: Jeremías<br />

enseña que la libre determinación del hombre desempeña un papel importante<br />

en la salvación y en la condenación, si bien el profeta no entra<br />

en las complejidades de la relación que hay entre la necesidad divina y<br />

la libertad humana. 11-12. Este principio general se aplica, finalmente,<br />

a Judá, pero el profeta ha perdido la esperanza de que pueda salvarse<br />

19:57-58 JEREMÍAS 837<br />

porque su mal corazón (frirüt; cf. comentario a 7,24) le cierra el camino<br />

hacia la conversión.<br />

II ) Israel se olvida de Yahvé (18,13-17). Este oráculo de condenación<br />

ha sido artificialmente conectado con el anterior sermón<br />

(v. 13a). Es indudable que existe una cierta relación entre este pasaje<br />

y el cap. 2; ambos tratan de una flagrante apostasía del pueblo y utilizan<br />

el género literario del pleito (rib). Sin embargo, no hay razones<br />

claras para situar el poema en tiempos de Josías, como una prueba de<br />

la decepción sufrida por Jeremías ante la reforma emprendida por el rey<br />

(Skinner, op. cit., 133ss). 13. Una pregunta semejante a las naciones<br />

introduce también la larga acusación contra Judá en 2,10. 14-15. El<br />

profeta toma de la naturaleza algunos ejemplos de fidelidad constante,<br />

en contraste con la infidelidad permanente de Judá, que insiste en sus<br />

idolatrías. Ya utilizó el mismo recurso en otro lugar, y con motivo de<br />

una queja semejante: «me han olvidado», «no me conocen» (cf. 2,32;<br />

8,7). La intención de estas imágenes es mostrar hasta qué punto es antinatural<br />

la idolatría en el pueblo de Dios, senderos de antiguo: La expresión<br />

apareció ya antes (6,16) como una referencia a la tradición. Los<br />

profetas no sólo no la rechazaban, sino que apremiaban al pueblo para<br />

que la repasara y encontrara en ella el camino recto. 16. mueven sus<br />

cabezas: Esta acción, que frecuentemente va unida con los «silbidos»,<br />

es una muestra de desprecio y burla (19,8; 48,27; 2 Re 19,21 = Is 37,<br />

23; Sal 22,8; 44,15; 64,9; Lam 2,15). La opinión de Rudolph, en el<br />

sentido de que posee un valor «apotropaico», no puede ser probada.<br />

muestro mi espalda: Se dijo que el pueblo había vuelto su espalda a<br />

Yahvé cuando apostató de éste (2,27); en consecuencia, Yahvé ha rechazado<br />

a su pueblo. Tan dura amenaza debió de proclamarse en tiempos<br />

de Yoyaquim, cuando volvía a resurgir la idolatría.<br />

58 ni) Otra plegaria pidiendo venganza (18,18-23). 18. El motivo<br />

de esta nueva conjura contra Jeremías es el mismo que en otra ocasión<br />

semejante, es decir, su mensaje (ll,19ss). Sacerdotes y profetas son<br />

mencionados juntos con mucha frecuencia (2,8; 4,9; 6,13; 23,llss, etc.);<br />

únicamente aquí nos encontramos con un tercer grupo, los sabios, si bien<br />

éstos son muy conocidos del profeta (9,22ss). Estas tres clases de dirigentes<br />

espirituales eran descritos mediante el término que se atribuía a<br />

cada función: la instrucción sacerdotal (tora, «ley»; cf. 2,18), la palabra<br />

profética (dábár) y el consejo sapiencial ( l ésa; cf. W. Zimmerli, ZAW<br />

51 [1933], 177-201). La supresión de Jeremías no significará nada contra<br />

el pleno funcionamiento de estas tres actividades. 19-23. Sigue un<br />

nuevo fragmento de las «confesiones», con todos los rasgos típicos del<br />

género (cf. 15,10-21). 19. atiéndeme: Son varias las oraciones del «justo<br />

doliente» que incluyen una llamada semejante a Dios (Sal 17,1; 55,<br />

3, etc.). 20. el bien pagado con mal: Este tema será utilizado por otros<br />

salmistas en circunstancias parecidas (Sal 34,12; 37,21). 23. Ya hemos<br />

explicado que estos deseos de venganza han de entenderse a la luz de<br />

la retribución terrena (ll,18ss). Jesús, que aporta la plenitud de la revelación,<br />

orará de una manera opuesta a la de este orante (Le 23,34).

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