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Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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306 DEUTERONOMIO 6:17-18<br />

Yahve: VD 35 [1957], 83-87; B. Renaud, Je suis un Dieu 'ialoux<br />

[París, 1963]). 25. El contenido y la comparación con Jue 23,15-16<br />

y 2 Re 17,7-23, ambos deuteronomistas, hacen pensar que los w. 25-31<br />

son exilíeos (cf. Weiser, OT 129; cf. 30,lss). 26. pongo por testigos al<br />

cielo y a la tierra: Cf. 32,1. La invocación de los testigos era un rasgo<br />

esencial de las antiguas alianzas, tanto si se trataba de dioses como de<br />

elementos naturales deificados o simplemente seres humanos (cf. G. Mendenhall,<br />

BA 17 [1954], 50ss, donde se alude a los tratados hititas de<br />

vasallaje; también Jos 24,27; 1 Sm 12,5-6). 27. un puñado de vosotros:<br />

Esta frase alude a la s^érit, o resto, de los profetas. 29. La fraseología<br />

es característica del Dt (cf. 6,5). 30. al jinal de los tiempos: «En los<br />

últimos días», b"ah a rit hayyámim (cf. 31,29), se refiere al futuro, pero<br />

un futuro en el que la situación será diferente (cf. Gn 49,1; Nm 24,<br />

14; Is 2,2; Miq 4,1; Os 3,5, y especialmente Jr 23,20; 30,24; 48,47).<br />

Será el tiempo de süb, del «retorno» o la «conversión», cuando Yahvé<br />

muestre de manera especial las cualidades de misericordia y fidelidad<br />

que tiene su alianza.<br />

17 J) Vocación única de Israel en la alianza (4,32-40). Tenemos<br />

aquí una grandiosa homilía sobre la elección de Israel, una de las cumbres<br />

estilísticas y teológicas del libro. En su estado actual puede proceder<br />

del período exílico (opinión de Robinson y otros): la presencia de<br />

barS (v. 32), raramente aplicado a la creación del hombre antes de esta<br />

época, es frecuente en Dt e Is (cf. especialmente Is 45,12); la polémica<br />

contra la idolatría indica que Yahvé es el único Dios (cf. Is 45,5.6.18.<br />

22; Dt 4,35; cf. también Is 41,22-23; 43,10-12.25; 44,6). Sin embargo,<br />

es igualmente posible que el Dt, los pasajes en prosa de Jr y algunas<br />

partes del Dt-Is contengan un estilo levítico de tipo concionatorio<br />

que se habría desarrollado en Judá en el siglo vn (cf. H. Breit, Die<br />

Predigt des Deuteronomisten [Munich, 1953]; Wright, IB 2, 318-19.<br />

Sobre el punto de vista pastoral, cf. G. von Rad, The Preaching of Dt<br />

and Our Preaching: Interpr 15 [1961], 3-13). 33. En el AT es axiomático<br />

que no se puede ver a Dios y vivir (Jue 6,22-23; 13,22, etc.).<br />

34. Esta manera de hablar del Éxodo era ya canónica: había sido fijada<br />

por su repetición en la liturgia. 39. Yahvé ha desalojado a los dioses<br />

telúricos y uránicos de Canaán y de «las naciones en derredor».<br />

18 K) Ciudades de asilo (4,41-43). Es difícil saber por qué esta<br />

noticia ha sido colocada antes del segundo discurso de Moisés. Evidentemente,<br />

se intenta completar la descripción del asentamiento al este del<br />

Jordán (cf. 3,12-22), pero la cuestión es suscitada de nuevo en el Código<br />

Deuteronomista (19,1-13), que sigue al Libro de la Alianza (Ex 21,<br />

13-14) (cf. también Jos 20,1-9, donde aparece la lista completa de seis<br />

ciudades, y Nm 35,9-34, dond elos redactores posexílicos tratan exhaustivamente<br />

la cuestión). 42. El santuario no libra del homicidio voluntario;<br />

el objeto de esta medida era mitigar la férrea ley de la venganza<br />

a falta de una fuerza política (cf. las costumbres de la Europa feudal;<br />

M. Greenberg, The Biblical Concept of Asylum: JBL 78 [ 1959], 125-32).<br />

6:19-20 DEUTERONOMIO 307<br />

II. Segundo discurso de Moisés: introducción al Libro de la Ley<br />

(4,44-11,32).<br />

19 A) Introducción al discurso (4,44-49). Estos versículos son una<br />

extensa nota introductoria, paralela a la de 1,1-5, en la que se advierte<br />

claramente la actividad redaccional, por ejemplo, en el doble título<br />

(vv. 44-45). 44. ésta es la ley: La torah (ley) es el conjunto de la legislación,<br />

especificada en la segunda introducción como «dictámenes, preceptos<br />

y normas»; cf. 1,5: «Moisés comenzó a explicar (bé'ér) esta<br />

torah». Tal afirmación abre el camino a una explanación homilética<br />

como la contenida en estos capítulos (cf. G. Ostborn, Tora in the Oíd<br />

Testament [Lund, 1945]). 46. Cf. comentario a 3,29. La torah es presentada<br />

a los israelitas en el momento de entrar en la tierra; de ahí la<br />

íntima conexión entre ley y tierra. 47-49. La nota resume brevemente las<br />

conquistas transjordánicas (cf. 2,26ss). (Sobre el cap. 4, cf. A. C. Welch,<br />

ExpT 42 [1930-31], 227-31).<br />

20 B) Las «Diez Palabras» (5,1-22). 1. Moisés convocó a todo Israel:<br />

La repetición de los diez mandamientos y las homilías que siguen<br />

tuvieron lugar, al parecer, en la asamblea anfictiónica. Muchos estiman<br />

que el Dt original comenzaba aquí (H. Cazelles, R-F 1, 351; Davies,<br />

op. cit., 269). oye, Israel: Esta frase es la introducción usual al kerigma<br />

del Dt (cf. 4,1; 6,1). Lo que sigue es la actualización litúrgica de la<br />

alianza: «no con nuestros padres..., sino con nosotros todos, los que<br />

vivimos aquí en este día».<br />

Los diez mandamientos han llegado a nosotros también en la versión<br />

P (Ex 20,2-17), pero ambas versiones se remontan a otra más antigua<br />

y más breve, que es la forma normal de las leyes apodícticas de este tipo.<br />

Se los llama «las diez palabras» (Ex 34,28; Dt 4,13 [cf. el correspondiente<br />

comentario]; 10,4); al parecer, fue corriente la disposición de<br />

leyes en grupos de diez; por ejemplo, Ex 34,17-26 (cf. T. J. Meek,<br />

Hebrew Origins [Nueva York, 1960], 37, 57-58). Aunque actualmente<br />

es difícil reconstruir su forma y agrupación original (debemos establecer<br />

un cotejo con el texto del papiro Nash y las filacterias de Qumrán;<br />

para esto último, cf. H. Schneider en BZ 3 [1959], 18-31), no tenemos<br />

razón alguna para dudar de que la forma original venga de la época<br />

mosaica. No disponemos de ningún paralelo extrabíblico de esta época<br />

o de épocas anteriores; sin embargo, ciertas «confesiones negativas»<br />

rituales de los textos acádicos y egipcios (por ejemplo, ANET 34-35)<br />

muestran la costumbre de hacer listas de vicios o pecados. 6. El legislador<br />

hace una solemne declaración de identidad (como en el prólogo<br />

al Código de Hammurabi, ANET 164-65), es decir, se identifica como<br />

el Dios que se reveló en el Éxodo (cf. Ex 20,2; Os 12,10; 13,4).<br />

8. Cf. comentario a 4,15-16. No hay razones sólidas para considerar este<br />

mandamiento como secundario. 9. Cf. comentario a 4,24. El Dt pone<br />

de relieve la responsabilidad corporativa, o solidaridad del grupo unido<br />

por la misma sangre, en el aspecto horizontal y, como aquí, en el vertical.<br />

Esta profunda verdad religiosa fue corregida mediante la insistencia<br />

en la responsabilidad y la culpabilidad individual, sobre todo a con-

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