Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan
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802 JEREMÍAS 19:11-12<br />
relación con Eli, sacerdote de este santuario. Anatot: La actual aldea<br />
de Anata, a unos seis kilómetros al nordeste de Jerusalén, conserva<br />
todavía el nombre del lugar en que nació el profeta. Sin embargo, el<br />
sitio exacto debe localizarse en un montículo cercano llamado Ras<br />
el-Kharrubeh. Era una ciudad levítica de la tribu norteña de Benjamín<br />
(Jos 21,18). Este nombre es el plural de la diosa Anat, muy popular<br />
entre los cananeos como hermana de Baal (cf. C. Virolleaud, RES<br />
[1937], 4ss). Podemos suponer que se le había dedicado un lugar alto<br />
en Anatot. 2. en los días de Josías... en el año trece: Josías reinó de<br />
640 a 609, año en que fue muerto en la batalla de Meguiddó contra<br />
Nekó II; según esto, el ministerio de Jeremías comenzó en 627-626.<br />
No hay motivo alguno para señalar esta fecha como la de su nacimiento<br />
(J. P. Hyatt, IB 5, 779-80). 3. Yoyaquim: A Josías le sucedió en primer<br />
lugar su hijo Joacaz, que a los tres meses sería depuesto por Nekó<br />
y enviado, cargado de cadenas, a Egipto, donde murió (2 Re 23,31-34).<br />
El faraón puso en su lugar a otro hijo de Josías, Elyaquim, cambiándole<br />
el nombre por el de Yoyaquim en señal de vasallaje. Todos estos acontecimientos<br />
ocurrieron en 609. Yoyaquim murió tres meses antes de la<br />
primera caída de Jerusalén, en 597 (2 Re 23,30-24,6). hasta la caída:<br />
Los LXX omiten esta expresión, mientras que el TM dice: «hasta el<br />
final del undécimo año de Sedecías... hasta el destierro de Jerusalén<br />
en el quinto mes». Según 2 Re 24,18, Sedecías reinó once años, y según<br />
2 Re 25,2-8, Jerusalén fue destruida el quinto mes del año undécimo<br />
de Sedecías. En consecuencia, el redactor del título dio aquí dos expresiones<br />
sinónimas de una misma fecha: agosto del 587. Sedecías empezó<br />
a reinar en Judá el año 597 por voluntad de Nabucodonosor, que además<br />
le cambió su nombre original, Mattanías, por el de Sedecías, en<br />
señal de vasallaje (2 Re 24,17-25).<br />
En esta lista de reyes se omiten dos nombres —Joacaz y Joaquín—<br />
porque sus cortos reinados (de tres meses cada uno) carecieron de importancia.<br />
En consecuencia, Jeremías predicó de 627 a 587, fechas en<br />
que no entran los caps. 40-44, que narran su actividad después de la<br />
ruina de Jerusalén.<br />
Para esclarecer el problema podemos reconstruir la historia del título<br />
como sigue: originalmente, el v. 2 era el título introductorio de la<br />
vocación de Jeremías, y deberá añadirse a los vv. 4ss. El v. 3 se introdujo<br />
al ser añadida una compilación más amplia de oráculos, especialmente<br />
los caps. 7-39. Si los vv. 2-3 fuesen del mismo redactor, podríamos esperar<br />
encontrarnos con la preposición «desde el decimotercero...», puesto<br />
que en la última parte del título se dice «hasta el exilio...». Finalmente,<br />
durante el exilio o poco después, Jr recibió su forma actual,<br />
incluidas las notas biográficas de Baruc sobre el ministerio de su maestro;<br />
entonces se antepuso el v. 1 a toda la obra, relacionándolo poco<br />
hábilmente con el v. 2 mediante un pronombre relativo. Se pueden,<br />
pues, señalar tres etapas diferentes en la redacción del título.<br />
12 II. Oráculos contra Judá y Jerusalén (l,4-25,13b). Esta colección<br />
de oráculos de condenación pronunciados por Jeremías contra Judá<br />
19:13 JEREMÍAS 803<br />
y Jerusalén abarca todo el ministerio del profeta. Se intentó respetar<br />
su orden cronológico, pero algunas veces prevaleció el criterio fundado<br />
en la afinidad de temas.<br />
A) Vocación de Jeremías (1,4-19). En esta primera narración se<br />
reconocen fácilmente dos secciones: un diálogo entre Yahvé y Jeremías<br />
(w. 4-10, 17-19) y dos visiones (vv. 11-16). No sabemos por qué motivo<br />
se insertaron estas visiones en el diálogo ni en qué momento de la<br />
vida del profeta ocurrieron aquéllas, si bien debió de ser muy al principio.<br />
El diálogo trata casi exclusivamente de los efectos personales de<br />
aquella vocación, pues las visiones insisten más bien en el objeto de la<br />
misión encomendada al profeta.<br />
13 a) EL DIÁLOGO (1,4-10.17-19). 5. yo te formé: El verbo y asar<br />
se refiere primariamente al modelado de la alfarería. Como J había<br />
imaginado en su relato de la creación que Dios actuaba como un alfarero<br />
(Gn 2,7-8), este verbo adquirió el significado técnico de «crear» (Am 4,<br />
13; Jr 51,19; Is 45,18; 49,5; Sal 95,5; cf. P. Humbert, Hom. O. Eissfeldt<br />
[Berlín, 1961], 82-88). en el vientre: Desde Jeremías se hizo<br />
común la idea de que es Dios mismo quien forma la criatura en el<br />
vientre materno. La idea es que Dios conoce al hombre y es su único<br />
dueño desde el primer momento de su existencia (Job 10,8-12; Sal 22,<br />
10-11; 71,6; 139,13ss). te conocí: El verbo yáda' no expresa únicamente<br />
un conocimiento intelectual; implica también un acto de la voluntad<br />
y de la sensibilidad, te consagré: El verbo qadas puede traducirse también<br />
por «santificar» o «dedicar». Su significado básico se refiere al acto<br />
de separar una cosa o una persona para que en adelante sirva únicamente<br />
a Dios. Jeremías ha sido separado por Dios con vistas a una misión<br />
profética especial. El texto no nos permite suponer que el profeta fuera<br />
purificado del pecado original (sobre esta opinión, cf. Penna, op. cit.;<br />
Condamin, op. cit.). a las naciones: Esta ampliación de la misión, repetida<br />
en el v. 10, no es una adición posterior. También los anteriores profetas<br />
se habían preocupado de las naciones vecinas por dos principales motivos:<br />
la historia del pueblo elegido se había visto frecuentemente mezclada<br />
con la de todo el Próximo Oriente. En segundo lugar, los profetas tenían<br />
un agudo sentido de la potestad soberana de Yahvé sobre todo el universo,<br />
como Dios de toda la historia. 6-9. Está fuera de duda que la palabra<br />
(dábar) es un rasgo característico del profeta, testigo de la voluntad de<br />
Dios para con su pueblo. Jeremías es aún muy joven (na'ar): apenas ha<br />
cumplido veinte años, por lo que carece de toda autoridad (Is 3,4). Moisés<br />
tuvo una reacción parecida cuando Yahvé lo envió en calidad de<br />
mensajero (Ex 4,10-15), pero por otra razón: porque tenía un defecto<br />
en el habla. Pero éste no es aquí el caso. La respuesta de Yahvé (vv. 7-8)<br />
pone claramente de manifiesto la naturaleza del miedo de Jeremías y de<br />
la misión profética: Yahvé es el primer responsable de lo que el profeta<br />
habrá de decir. Es él quien da el mensaje y quien sostiene interiormente<br />
al mensajero (cf. Ez 2,6-7; Dt 18,18; Mt 10,19-20). 9. tocó mi boca: Esta<br />
acción simbólica cumple la promesa recién hecha y es inmediatamente<br />
explicada: «Yo pongo mis palabras en tu boca». En las vocaciones profé-