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Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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84 GÉNESIS 2:47-49<br />

que el redactor añadió una parte tomada de J. Como le es característico,<br />

J ha conservado fragmentos de viejas leyendas. El relato de Nemrod puede<br />

tener su origen en Egipto (Nemrod es hijo de Kus; por tanto, camita,<br />

y el poder egipcio se extendía entonces hasta el Eufrates [cf. v. 10]) o en<br />

Mesopotamia (cf. v. 10). Las ciudades «fundadas» por él se encuentran<br />

todas en Babilonia (Senaar) y Asiria (Asur), dos regiones históricamente<br />

enemigas de Israel, lo cual explica su agrupación bajo el nombre de Cam<br />

(Canaán). (Sobre Nemrod, cf. Speiser, Génesis, 67-68, 72).<br />

47 b) (10,13-20). 13-14. Como en P (cf. v. 6), Egipto (Misráyim)<br />

es un descendiente de Cam. Los «hijos» de Egipto habitan las tierras<br />

vecinas y son asociados por J a los odiados egipcios, que esclavizaron a<br />

Israel. En particular son mencionados los kaftorim (cretenses) como «padres»<br />

de los igualmente odiados filisteos. La historia tiene mucho en<br />

común con la genealogía de J. 15-19. El tercer hijo de Cam, según la lista<br />

de J, dio más enemigos a Israel, especialmente Canaán. El territorio poblado<br />

por estos grupos es principalmente la antigua tierra de Canaán<br />

(v. 19). La mayoría de los nombres son conocidos por otras listas bíblicas<br />

(por ejemplo, Ex 3,8; Dt 7,1), pero su exacta referencia étnica no es siempre<br />

segura (cf. detalles en BP1 1, 32-33). 20. El versículo (P) es una conclusión<br />

estereotipada añadida a la lista de Cam (cf. v. 5).<br />

48 c) (10,21-32). 21. Para introducir la línea de Sem se ha tomado<br />

un fragmento de J. En J, el pueblo hebreo ha sido unido a Sem mediante<br />

la inserción del epónimo Héber. 22-23. En P, los semitas incluyen a los<br />

elamitas (que étnicamente no son semitas), a los asirios (Asur; cf. v. 11,<br />

donde son cainitas en J), a los lidios (Lud; cf. v. 13, donde son también<br />

camitas en J) y a los árameos. De los demás se sabe poco. P era consciente<br />

del origen mesopotámico de Israel; de ahí la conexión de Asiria con Sem.<br />

24-25. El documento J resume la genealogía de Sem. De nuevo se destaca<br />

el epónimo Héber. Héber engendró dos hijos, uno de los cuales, Péleg,<br />

será luego objeto de la atención de P (cf. ll,16ss). 26-30. Aquí J está<br />

interesado únicamente por Yoqtán, el padre de las tribus de Arabia, que<br />

eran realmente semitas (cf. v. 7, donde son jafetitas). 31-32. Con precisión<br />

característica, P añade una conclusión a la genealogía particular de<br />

Sem y a la general de Noé.<br />

49 L) La torre de Babel (11,1-9) (J). J echa mano de un antiguo<br />

relato (o relatos) para exponer la razón teológica de la división de la humanidad,<br />

descrita más prosaicamente en el capítulo 10. Este relato, que era<br />

originariamente una simple explicación etiológica del origen de las distintas<br />

lenguas (o de la ciudad de Babel), sirve ahora de punto culminante^ de<br />

toda la prehistoria de la humanidad e introduce la historia de los patriarcas.<br />

El primer pecado llevó al hombre a alejarse de Dios (3,22-24) y de<br />

su prójimo (4,1-16). Como consecuencia del pecado, toda la sociedad se<br />

aleja ahora de Dios, y unos hombres de otros. Los profetas anunciarán<br />

para el futuro un cambio completo de este movimiento (cf. Is 2,1-5),<br />

cambio que tendría lugar en Pentecostés (cf. Act 2,5-12). 1-4. La escena<br />

del relato se sitúa en Babilonia (Senaar), como lo confirma la referencia<br />

a los ladrillos y el betún, el material de construcción corriente en Meso-<br />

2:50 GÉNESIS 85<br />

potamia. La redacción palestinense se refleja en la alusión a la piedra y la<br />

argamasa. El mal consiste en el deseo de «hacerse un nombre» (cf. 12,2)<br />

más que en el intento de construir una torre «que llegue a los cielos».<br />

Esta última expresión se refiere al «ziggurat», una torre escalonada corriente<br />

en la antigua Babilonia. 5-7. Al decir que el Señor desciende, se<br />

quiere subrayar la pequenez humana, no la impotencia divina. Ya hemos<br />

advertido antes la ironía de J (3,22). El plural del v. 7 puede reflejar<br />

la idea de que Dios tiene una corte real, un concepto muy antiguo en<br />

Israel. El castigo ha sido anticipado en el v. 4. 8-9. El nombre de la ciudad,<br />

Babel, aparece aquí relacionado con la raíz hebrea bll, «confundir».<br />

La gran ciudad y su ruina resultan así sinónimos de la rebelión del hombre<br />

contra Dios y de sus consecuencias.<br />

50 M) Genealogías conclusivas (11,10-32) (P y J). Una genealogía<br />

predominantemente P (sólo los vv. 28-30 son de J) lleva la prehistoria<br />

de la salvación a su punto culminante de la vocación de Abrahán. P sigue<br />

aquí el mismo método que en el capítulo 5, excepto en que no da la edad<br />

total de los patriarcas. La lista es paralela a la de J (10,21.24-30) hasta<br />

Héber, a partir del cual P se centra en su hijo Péleg (cf. ll,18ss y 10,25ss).<br />

Junto con el capítulo 5, este pasaje presenta una línea ininterrumpida desde<br />

Adán a Abrahán, indicando así la unidad de la historia de la salvación.<br />

Las edades son aquí más bajas para insistir en los efectos del pecado. Es<br />

de notar también que P sigue un proceso de gradual eliminación de las<br />

ramas laterales y de creciente énfasis en la línea de Abrahán. Los descubrimientos<br />

modernos efectuados en Mesopotamia confirman la antigüedad<br />

de esta lista (Speiser, Génesis, 78-79). 10-26. Algunos de los nombres son<br />

identificables con nombres geográficos del noroeste de Mesopotamia: por<br />

ejemplo, Serug (Sarug, una localidad siria); Najor (Nakhur, localidad de<br />

Mesopotamia mencionada en las tablillas de Mari, etc.); Téraj (una localidad<br />

de Mesopotamia). El nombre de Abram («primer» nombre de Abrahán),<br />

que significa «el Padre [Dios] es exaltado», aparece en textos babilónicos.<br />

La lista entera confirma, por una parte, que los antepasados de<br />

1 srael procedían del noroeste de Mesopotamia, y por otra, la complejidad<br />

del trasfondo étnico (nótese que Arpaksad es un nombre no semita) que<br />

sugieren las tradiciones israelitas posteriores (cf. Albright, DEPC 190-91).<br />

27-32. El término tóVdot del v. 27 indica el comienzo de un nuevo rehilo.<br />

Esta sección, predominantemente P (aunque los vv. 28-30 son de J),<br />

sirve de puente entre la prehistoria y la vocación de Abrahán. Según P,<br />

Abrahán había nacido y se había casado en Ur (Mesopotamia meridional)<br />

v fue llevado a Jarán por su padre (cf. v. 31). La «Ur de los caldeos» del<br />

v 28 (J) puede ser una glosa armonizante. En cualquier caso, la tradición<br />

posterior de Israel señalará solamente el noroeste de Mesopotamia como<br />

IIIK.II- de origen (cf., por ejemplo, Gn 24,1-10; 28,2; 29,4; Dt 26,5). Los<br />

nombres de Saray (princesa) y Milká (reina) indican que las portadoras<br />

de estos nombres eran devotas de Ningal, consorte del dios-luna Sin, que<br />

iccibííi culto en Ur y Jarán. El énfasis de J en la esterilidad de Saray<br />

(v. M); adviértase el paralelismo semita) es una sutil preparación para<br />

1111 ti ros acontecimientos.

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