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Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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320 DEUTERONOMIO 6:38-39<br />

mar y sus alimentos. 19. En Lv 11,21 se hace una excepción con las<br />

langostas. 21. Cf. Lv 17,15. La razón es que en tales circunstancias la<br />

sangre caliente, que pertenecía a Dios, no podía ser vertida (cf. 12,23).<br />

La serie termina con la fórmula «Porque vosotros sois un pueblo sagrado»,<br />

motivación teológica de estas normas (cf. Lv 11,45). 21b. Cf. Ex<br />

23,19; 34,26. Esta prescripción pertenece a un ritual religioso practicado<br />

en Canaán; ignoramos su alcance exacto. Aparece en un oscuro texto<br />

ugarítico (cf. G. R. Driver, Canaanite Myths and Legends [Edimburgo,<br />

1956], 121; cf. también A. Casey, VD 16 [1936], 142-48, 174-83).<br />

38 F) Diezmos (14,22-29). La práctica de pagar diezmos era evidentemente<br />

muy antigua, aunque la legislación P (Nm 18,21-32; Lv 27,<br />

30-33) no es idéntica a la del Dt. En Am 4,4 tenemos atestiguada la<br />

costumbre en el norte (cf. Gn 28,22: Jacob en Betel paga diezmos);<br />

Dt desarrolla esta ley homiléticamente, como es habitual. 22. Se paga<br />

el diezmo del producto de la tierra y del ganado. 23. Cf. comentario a<br />

12,5. Sobre un buen ejemplo de desarrollo homilético que actualiza la<br />

ley original y anterior a Josías, cf. Von Rad (Studies in Deuteronomy,<br />

17). La tierra de Canaán pertenece ahora a Yahvé, y el diezmo debe ser<br />

asignado a la fiesta de un santuario, la cual se caracteriza por el regocijo<br />

(cf. Jue 21,19ss; 1 Sm 1,3.14). 24. Para resolver la dificultad del transporte<br />

se prevé la conmutación en dinero. 26. La comida sacrificial era<br />

siempre ocasión de gozo; cf. comentario a 12,7. (Sobre el énfasis deuteronomista<br />

en el gozo de las fiestas, cf. H. J. Elhorst, ZAW 42 [1924],<br />

136-45). 27. Cf. comentario a 12,19. 28. Según Nm 18,25ss, parece que<br />

todos los diezmos eran asignados a los levitas, quienes entregan luego<br />

una décima parte a los sacerdotes. Aquí los levitas se agrupan, como es<br />

usual, con otras clases necesitadas (cf. comentario a 10,18 y 12,12).<br />

Sobre la ceremonia del pago de los diezmos, cf. 26,12-15.<br />

39 G) El año sabático (15,1-18). Este tipo de predicación parece<br />

ir dirigido a las clases acomodadas, las cuales, conservadoras por naturaleza,<br />

eran probablemente las que obstaculizaban la reforma de Josías.<br />

El humanitarismo del Dt es aquí muy notable (cf. comentario a<br />

5,12). 1. Se trata de la antigua ley fundamental de la s e mittáh o «remisión».<br />

Sobre su aplicación a la tierra, cf. Ex 23,10-11; Lv 25,1-7;<br />

cf. también 1 Mac 6,49ss. Lo que sigue es una interpretación y aplicación<br />

«moderna» de la ley a una esfera a la que no se aplicaba originariamente;<br />

ello muestra la influencia que ejercieron los profetas del siglo<br />

vin en su lucha contra la injusticia social. (Sobre la crítica formal<br />

del pasaje, cf. Von Rad, Studies in Deuteronomy, 15-16). 2. Sobre «lo<br />

que haya prestado», cf. S. Cavaletti (Antón 31 [1956], 301-304) y<br />

R. North (VT 4 [1954], 196-99). 2-6. Tenemos aquí una explanación<br />

y aplicación homilética. Es difícil decir en qué medida se observaba esta<br />

ley (sobre el período posexílico, cf. Neh 5,6ss; De Vaux, IAT 244-46)<br />

7. Las dos secciones siguientes (vv. 7-11), en forma de ley casuística<br />

como es corriente en los códigos extrabíblicos, tienen más de exhortaciones<br />

que de leyes en sentido estricto. Como tales no tienen paralelo<br />

en la legislación antigua. 11. Cf. Mt 26,11 en contraste con Dt 15,4.<br />

6:40 DEUTERONOMIO 321<br />

12. La ley de la remisión se aplicaba a la esclavitud según lo previsto<br />

en el Libro de la Alianza (Ex 21,2-6). Probablemente es correcto leer<br />

este versículo junto con la sección anterior, ya que los esclavos en cuestión<br />

se han vendido a sí mismos para pagar sus deudas. En Jr 34,8-16<br />

vemos que la ley no era observada; la necesidad de proteger al deudor<br />

pobre puede verse en la queja de Amos (Am 2,6): «Vendieron al justo<br />

por plata, al pobre por un par de sandalias». (Cf. M. David, OÍS 5<br />

[1948], 63-79; sobre posibles paralelos extrabíblicos, cf. C. H. Gordon,<br />

RB 44 [1935], 38-41; O. Loretz, Bib 41 [1960], 165-75; para el<br />

Código de Hammurabi, cf. ANET 171). 15. El significado religioso<br />

aparece más claro en Ex 21,6-7. La perforación de la oreja significa<br />

obediencia (sáma\ «oír» u «obedecer»). 18. Dado que, según Ex 21,32,<br />

un esclavo cuesta treinta siclos, esta referencia puede implicar que la<br />

paga anual era de unos diez siclos (cf. De Vaux, IAT 135).<br />

H) Los primogénitos, reservados para el sacrificio (15,19-23).<br />

Esta norma modifica la estipulación de E (Ex 22,28s), que permite<br />

guardar los primogénitos del ganado hasta la fiesta anual del santuario.<br />

En Ex 13,14-15 se conserva tal vez la profesión de fe que se hacía en<br />

tal ocasión, un paralelo de la confesión de fe que acompañaba a la<br />

ofrenda de la primera gavilla, Dt 26,5-10. Esta antigua práctica se encuentra<br />

también en la tradición paralela de Ex 34,19-20 y en las tradiciones<br />

P: Ex 13,2; Nm 18,15-19; Lv 27,26ss.<br />

40 I) Las tres fiestas de peregrinación (16,1-17). El Código, continuando<br />

con la legislación cultual, se refiere a las tres fiestas de peregrinación:<br />

Pascua, Semanas y Tiendas. El calendario deuteronomista es<br />

posterior a Ex 34,18-23 (J) y 23,14-17 (E), pasajes en los que no se<br />

menciona la Pascua. Asimismo puede compararse con Lv 23,5-8 (y las<br />

normas de Nm 28,16-29,39) y con el texto tardío de Ez 45,18-25. La<br />

principal diferencia es la insistencia del Dt en que se acuda al santuario<br />

central (vv. 2, 6 y 7) —la fiesta es realmente una peregrinación (hag<br />

significa ambas cosas)— y el relieve concedido a la Pascua, fusionada<br />

secundariamente con los Ázimos. Sobre las fiestas, —> Instituciones religiosas,<br />

76:132-48.<br />

C. W. Atkinson, AnglTR 44 (1962), 70-85; L. Bauer, NKZ 37 (1926), 794-805;<br />

De Vaux, IAT 594-98, 610-35.<br />

1. Abib: El nombre cananeo (que significa «espiga de trigo») designa<br />

el período correspondiente a marzo-abril. Después del destierro es<br />

sustituido por el babilonio «Nisán». la Pascua: Cf. Ex 12,1. Es significativo<br />

que la Pascua de Josías, que coronó toda la obra de reforma, se<br />

ajustara a las prescripciones deuteronomistas (2 Re 23,21-23; 2 Cr 35,<br />

1-18; cf. la descripción de la Pascua en tiempos de Ezequías, 2 Cr<br />

30,15-17; véase Lohfink, Bib 44, 274) y constituyera una innovación,<br />

dado que anteriormente la Pascua se celebraba, al parecer, dentro del<br />

círculo familiar. 2. Cf. Ex 12,5, donde la elección del animal se limitaba<br />

a un cordero o cabrito; sin embargo, esta prescripción es posterior a la<br />

del Dt. 3. La Pascua y los Ázimos coincidían de hecho en el tiempo y<br />

21

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