Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan
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864 JEREMÍAS 19:91-93<br />
después de esta interrupción, en 587. 2-5. No cabe duda de que un redactor<br />
posterior resumió los acontecimientos narrados en los caps. 34,<br />
37-38, para poner más de relieve el contexto histórico del hecho. 7. Jeremías<br />
se había preocupado de este asunto alguna otra vez durante la<br />
interrupción del asedio (37,12). primer derecho de compra: La transacción<br />
de Janamel está de acuerdo con la ley (cf. Lv 25,25; Rut 4,lss).<br />
Para que el patrimonio quedase siempre en posesión de la familia, un<br />
hermano debía comprar las propiedades de otro hermano; cuando no<br />
había un hermano que lo hiciera, la obligación recaía sobre el pariente<br />
más cercano. 9. sidos: Por entonces, el siclo pesaba 11,4 gramos por<br />
término medio. 10-12. El contrato se realiza en la debida forma, ante<br />
los testigos obligados. Son bien conocidas las copias, una «sellada» y<br />
otra «abierta»; en Mesopotamia se escribía el contrato en una tableta,<br />
que se guardaba luego en una envoltura de barro, sobre la que se escribía<br />
el mismo texto para posibles consultas posteriores. En la comunidad<br />
judía de Elefantina hay testimonios de un procedimiento paralelo. El<br />
papiro en que se había escrito el contrato era doblado varias veces,<br />
luego atado y, finalmente, sellado; unido a él iba una segunda copia<br />
abierta, para facilitar las consultas (cf. R. de Vaux, RB 45 [1936],<br />
96-97). 14-15. Jeremías explica ahora su acción: si él ha comprado un<br />
campo situado en un sector ocupado del país, es porque espera recoger<br />
los beneficios de su adquisición en un futuro, aunque éste sea lejano,<br />
y los demás deberían hacer también semejantes transacciones. En una<br />
palabra, Judá recobrará algún día la libertad.<br />
92 n) Plegaria de Jeremías (32,16-25). Únicamente el v. 17a («¡Ay,<br />
Señor Dios!») y los vv. 24-25 reproducen la oración original, porque son<br />
los únicos que tienen relación con el actual acontecimiento. Los restantes<br />
versículos no son sino un conjunto redundante de frases y expresiones<br />
deuteronomistas y de Jeremías (cf. Rudolph, op. cit., para las referencias).<br />
Este mismo estilo antológico fue empleado para una oración semejante<br />
en Neh 9,lss. Son composiciones posexílicas.<br />
ni) ha respuesta del Señor (32,26-44). También ésta ha sido<br />
muy amplificada: tan sólo los vv. 27-29a y 42-44 se relacionan con la<br />
plegaria de Jeremías. Yahvé confirma la futura restauración de Judá,<br />
expresada geográficamente en términos de 17,26 (cf. comentario a 17,<br />
26) y proféticamente simbolizada en la compra de un campo por Jererías<br />
en Anatot. La larga adición (w. 29b-41) es otra composición libre<br />
inspirada en un cierto número de profecías de Jeremías. La única diferencia<br />
consiste en que a la nueva alianza se la llama aquí también eterna<br />
(v. 40), y en lugar de «conocimiento del Señor» se dice «temor del<br />
Señor» (vv. 39-40). Ambas expresiones son extrañas al vocabulario de<br />
Jeremías.<br />
93 b) MÁS SOBRE LA RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN Y JUDÁ (33,<br />
1-26). La fecha de estos oráculos es 587, como la de 32,1. A comienzos<br />
de este siglo los críticos rechazaban todo el capítulo, por inauténtico.<br />
Nosotros estamos por la presencia de un núcleo original en sus dos<br />
secciones.<br />
19:94 JEREMÍAS 865<br />
i) Restauración de Judá y Jerusalén (33,1-13). El estilo de este<br />
pasaje, lleno de esperanza, es reiterativo en extremo y muestra rasgos<br />
apocalípticos (Rudolph; cf. p. 3: «revelación de misterios»); si bien la<br />
mayor parte de las ideas corresponden a Jeremías, la forma, por el contrario,<br />
no parece suya. Por eso consideramos que aquí se trata de unas<br />
reflexiones de un discípulo sobre la doctrina del maestro. 6-9. El contexto<br />
histórico es el período de reconstrucción de Jerusalén después del<br />
exilio. 10. Cita de 32,43. 11. el grito de gozo...: Esta enumeración de<br />
motivos de alegría es característica de Jeremías (7,34; 16,9; 25,10).<br />
dad gracias al Señor...: Esta alabanza procede de los himnos litúrgicos<br />
de acción de gracias (Sal 100,5; 106,1; 107,1; su última parte es el<br />
estribillo del Sal 136). 13. Esta geografía de la restauración procede<br />
de 17,26 (cf. también 32,44).<br />
94 n) Antología sobre el mesianismo (33,14-26). Esta nueva sección,<br />
que falta en los LXX, es una pequeña colección de oráculos mesiánicos<br />
de Jeremías, muy reformados. Se acepta hoy comúnmente que<br />
son obra de un redactor posterior. 15-16. El redactor omite el oráculo<br />
del profeta sobre el rey futuro (cf. 23,5-6); Jerusalén sustituye a Israel<br />
y se la llama con el nombre de ese nuevo rey. 17-22. Esta profecía es<br />
una solemne afirmación de la perennidad de la monarquía davídica y<br />
del sacerdocio levítico, que están íntimamente relacionados. El fenómeno<br />
corresponde al ambiente institucional posexílico (Zac 4,14; 6,13, etc.).<br />
Este es el único lugar del libro de Jeremías en que se habla de una restauración<br />
del sacerdocio. 17. La perennidad de la dinastía se funda en<br />
la profecía de Natán (2 Sm 7,11-16; Sal 89,35ss). 18. sacerdotes de<br />
Leví: La expresión hebrea dice «sacerdotes-levitas», que es deuteronómica<br />
(cf. De Vaux, IAT 468-70, sobre su pleno significado e implicaciones<br />
históricas). 20-21. Nos encontramos con otro argumentum per<br />
absurdum para demostrar la permanencia de las promesas hechas por<br />
Yahvé (cf. 31,35-37). 22. La promesa de una posteridad innumerable,<br />
hecha a los patriarcas, es ahora aplicada a David y a los sacerdotes (Gn<br />
13,16; 15,5; 22,17, etc.). 23-26. La atmósfera que reflejan estos versículos<br />
finales es de desilusión. La restauración no se había realizado<br />
exactamente como había sido predicha, y la fe del pueblo se veía minada<br />
por una especie de pesimismo. Se hacía preciso espolear la esperanza del<br />
pueblo, que es lo que encontramos en Is 56-66, Ag y Mal. También en<br />
este pasaje se nota esa intención apologética. El período posexílico lleno<br />
de dificultades, bajo Zorobabel y Nehemías, puede ser un contexto histórico<br />
adecuado para este pasaje (cf. Bright, Hist., 382-91, 399ss; Albright,<br />
BP 87ss).<br />
E) Condiciones para la salvación (34,1-35,19). Tres incidentes<br />
tomados de las memorias de Baruc sirven de conclusión al «libro de la<br />
restauración». Con ocasión de unas circunstancias sombrías por que<br />
atravesaba Judá, Jeremías proclama las condiciones exigidas para la salvación<br />
del país con su pueblo y su rey. La relación mutua entre estos<br />
acontecimientos es muy remota y no ha de hacerse hincapié en ella.<br />
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