Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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declarase a favor de las bebidas embriagantes encontraría una buena
acogida.
15 c) RESTAURACIÓN DESPUÉS DEL EXILIO (2,12-13). Estos dos versículos
interfieren entre 2,11 y 3,1. El fragmento se baila fuera de contexto
y es probablemente una interpolación de fines del exilio o posexílica.
Su fecha, sin embargo, es dudosa. Esta promesa mesiánica, que
apunta hacia la restauración posterior al destierro en Babilonia, se parece
mucho al Dt-Is. Puede que se insertase aquí para suavizar la acritud
del anterior oráculo. 12. Jacob... Israel: Se representan en este pasaje
las doce tribus con los nombres de Jacob e Israel. Se describe la reunificación
del resto en Palestina bajo la imagen de un pastor que conduce
su rebaño. Lo mismo que en los días de los primeros reyes —Saúl,
David y Salomón—, el pueblo hebreo volverá a constituir un solo rebaño.
13. El jefe, el rey y el Señor son la misma persona, puerta: La
puerta del exilio, por la que entrará en Palestina el resto a su regreso
de Babilonia.
16 D) Condena de los gobernantes (3,1-12). Esta áspera denuncia
de los dirigentes seculares y religiosos de Israel fue pronunciada probablemente
ante una asamblea de los ciudadanos prominentes de Jerusalén.
a) OPRESIÓN VIOLENTA POR LOS GOBERNANTES SECULARES (3,
1-4). Miqueas lanza su primera acusación contra los dirigentes seculares
de la comunidad. Era de esperar que los responsables conociesen la ley,
pero su conducta demuestra absolutamente lo contrario. 1. derecho:
En este versículo, «conocer lo que es recto» no se refiere a la capacidad
de recitar formulariamente el código de la ley, sino a la disposición personal
para dar a cada cual lo que es suyo. Al estigmatizar la injusticia,
Miqueas suena como un eco de Amos. 2-3. Para dar idea de la violencia
de los terratenientes con respecto a los débiles, Miqueas los compara
con los carniceros, que preparan los animales degollados para llevar sus
carnes a la cocina. También los asemeja a las fieras hambrientas, que
desgarran la carne separándola de los huesos de sus víctimas. Los dirigentes
tienen para con las suyas la misma compasión que el carnicero
para con un cuerpo muerto. Los que tenían sobre sí la responsabilidad
de proteger al pueblo son los que lo están destruyendo. 4. Pero habrá
un día para ajustar cuentas. Cuando los dirigentes se vuelvan al Señor
en el día del apuro, éste se olvidará de ellos. Dios nunca se muestra
propicio a quienes pecan contra la justicia social.
17 b) ACUSACIÓN CONTRA LOS FALSOS PROFETAS (3,5-8). Los profetas
que aquí son fustigados pertenecen a los gremios proféticos. Estos
individuos sin escrúpulos tienen como único móvil el afán de lucro.
Miqueas, hombre íntegro, se presenta en fuerte contraste con ellos. La
religión se iba degradando por culpa de la conducta reprobable de los
profetas mercenarios, cuyo único interés era la ganancia personal.
S. Cuando los falsos profetas recibían una buena paga anunciaban «paz»
(salóm). La paz es un don de Dios que brota de la relación establecida
mediante la alianza. En los escritos proféticos equivale con frecuencia
a «salvación». Cuando un profeta venal no era generosamente retribui-
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do, sus oráculos anunciaban lo contrario de salóm. 6-7. Miqueas no pone
en duda la inspiración de estos profetas, sino que ataca sus prácticas
corrompidas. No había gran diferencia entre videntes y profetas, pues
sus funciones eran muy parecidas. La adivinación o prácticas supersticiosas
para conocer el futuro era muy común en el antiguo Oriente.
Eran muchos los objetos utilizados por los adivinos para sus presagios;
así, por ejemplo, los cuerpos celestes, las figuras que adoptan las nubes,
las entrañas de los animales. En el AT hay pruebas sobradas de que el
pueblo hebreo se adhirió a estas prácticas. Los profetas clamaron contra
la adivinación y las demás artes mágicas. 7. se taparán los labios: En
señal de vergüenza o de duelo. 8. Este versículo es autobiográfico. Miqueas
es un verdadero profeta, desinteresado cuando pronuncia sus
oráculos. Tiene conciencia de su inspiración personal, espíritu del Señor:
En hebreo, rüah yhwh. El significado básico de rüah es «aliento» o
«viento». Los antiguos israelitas veían en el viento y en el aliento unas
fuerzas poderosas. Se llegó a pensar que rüah era el principio de la vida.
El espíritu de Dios no es distinto de Dios mismo; es el poder con que
él interviene en la vida del hombre. Cuando un hombre da muestras
de poseer un carisma especial, ello se atribuye al espíritu de Yahvé. Fue
este espíritu el que inspiró a los profetas. Los avales del auténtico profeta
son la autoridad (mispát) y el poder. Jacob e Israel son aquí sinónimos
y designan a la parte del pueblo distinta de las diez tribus del
norte que habían ido ya al destierro.
18 c) VENALIDAD DE LOS GOBERNANTES (3,9-12). Esta tercera acusación
va dirigida contra los jefes religiosos y políticos. Jerusalén será
destruida como castigo a los atroces crímenes cometidos por aquéllos
contra la justicia social. Los magnates, jueces, sacerdotes y profetas son
tan estúpidos como para pensar que el Señor no se preocupa de la justicia
social. Han incurrido, en la ira divina por su venalidad, fraudulencia,
violencias, opresiones y por dejarse sobornar. 11. Cuando alguien
se hallaba en dificultades tenía tres caminos para pedir ayuda: los ancianos,
los sacerdotes y los profetas. Incluso éstos tenían sus precios,
y no era costumbre acudir a ellos sino con dinero. Los ancianos
formaban Ja aristocracia del pueblo y desempeñaban un importante papel
en la vida israelita. Eran los gobernantes locales. La autoridad se
fundaba en la edad, y, por consiguiente, estaba en manos de los mayores.
Estos ancianos o «jefes» administraban justicia a las puertas de la ciudad
y hacían de consejeros. Los sacerdotes ejercían en los santuarios
locales y pronunciaban decisiones, es decir, instrucción y orientación
fundadas en la ley. La ley (torah) era objeto de la responsabilidad particular
de los sacerdotes (cf. Ex 22,8; Jr 18,18). Los profetas profesionales
trataban de dar respuestas en nombre de Dios. El versículo termina
con dos afirmaciones que resumen la mentalidad de los dirigentes políticos
y religiosos: mientras que el templo se mantuviera en pie, se
sentían seguros de que el Señor estaba en medio de ellos y ningún peligro
les podía amenazar, independientemente de cuál fuera su conducta.
12. por vuestra culpa: Por la depravación de los jefes y de la comunidad,