Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan
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842 JEREMÍAS 19:62-63<br />
aquel reinado para delatar a los principales causantes de la catástrofe<br />
inminente y decisiva. Un corto oráculo sobre los primeros exiliados de<br />
597 (cap. 24) arroja una tenue luz de esperanza.<br />
a) CONSULTA DE SEDECÍAS (21,1-10). Se acepta generalmente<br />
que esta consulta tuvo lugar durante el primer asedio de Jerusalén por<br />
Nabucodonosor, probablemente muy a los comienzos, en 588. Se repetirán<br />
estas consultas más tarde (cf. caps. 37-38). 1. Pasjur, hijo de Malkiyías:<br />
Este Pasjur es distinto del que se nombra en 20,lss, como se<br />
ve por los nombres de los respectivos padres; poco después de esta<br />
consulta, Pasjur se opondrá violentamente al profeta (38,lss). Sofonías:<br />
Este individuo debe ser miembro de otra delegación enviada por Sedecías<br />
(37,3); cuando caiga Jerusalén será hecho prisionero (2 Re 25,<br />
18). 2. En la práctica, Sedecías espera que Yahvé repita ahora lo mismo<br />
que hizo cuando en 701 Senaquerib sitiaba a Jerusalén (2 Re 19,<br />
35-36 = Is 37,36-37). Las situaciones eran muy semejantes y daban<br />
pie a confiar en que la solución sería la misma, pero la respuesta de<br />
Yahvé echa por tierra esa esperanza. 5. mano fuerte y brazo poderoso:<br />
La imagen del brazo sólo está atestiguada en Ex 6,6, y acompañada de<br />
la de la mano se usa frecuentemente en Dt (4,34; 5,15; 7,19; 26,8, etc.,<br />
pero con inversión de los adjetivos) y también en otros pasajes de Jeremías<br />
(32,21). La idea puede tener su origen en los tiempos en que se<br />
creía que Yahvé conducía los ejércitos en las guerras santas (cf. De<br />
Vaux, IAT 346-57). 7. Sedecías, con su corte y el resto de la población,<br />
caerá en manos de los caldeos; la afirmación se expresa sólo en los términos<br />
genéricos y típicos de Jr. Leyendo 2 Re 25 se puede asegurar<br />
que la predicción es ciertamente antecedente. 8-10. Esta respuesta a<br />
todo el pueblo se repite, casi palabra por palabra, en 38,2-3, sin que<br />
haya de pensarse necesariamente en un duplicado, muerte y vida: Esta<br />
disyuntiva no figura en el texto que acabamos de mencionar. El TM<br />
dice «el camino de la vida y el camino de la muerte», expresión frecuente<br />
en la literatura sapiencial, pero con sentido moral. Esta propuesta<br />
de rendirse a los caldeos ha dado origen a toda suerte de especulaciones<br />
sobre la teoría política de Jeremías. Creemos que su principio fundamental<br />
es muy sencillo: Yahvé ha abandonado a su pueblo por causa<br />
de sus infidelidades, y la caída de Jerusalén se ha hecho inevitable. La<br />
matanza se podrá evitar únicamente mediante la no resistencia y la rendición<br />
pacífica. Semejante actitud difícilmente podrá ser considerada<br />
como colaboracionismo con el enemigo.<br />
63 b) OPÚSCULO SOBRE LOS REYES (21,11-23,8). Es probable que<br />
esta sección y la siguiente, sobre los profetas, fuesen en su origen obras<br />
separadas, como sus respectivos títulos parecen indicar (21,11a y 23,<br />
9a), antes de que fuesen incluidas en Jr. Encontramos referencias a los<br />
cinco reyes bajo los cuales desarrolló Jeremías su misión.<br />
i) Mensaje general a la casa real (21,11-22,9). Nótese el doble<br />
significado del término hebreo bayit, «dinastía» y «palacio». Lo cierto<br />
es que en los siguientes oráculos, que van unidos como una introducción<br />
general a los que afectan a cada rey en particular, se habla de ambas<br />
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cosas. 12. La colección comienza con una advertencia al rey en su calidad<br />
de guardián de la justicia, uno de los deberes más importantes que se<br />
atribuían a la realeza en el Próximo Oriente. En Israel nunca se olvidó<br />
esta obligación; Salomón la incluyó en su plegaria a Yahvé (1 Re 3,9;<br />
8,32) y los salmos reales le dan una gran importancia (45,4-8; 72,<br />
1-4.12-14, etc.). La crítica de los profetas contra las injusticias sociales<br />
alcanzó también a los reyes (Am 5,llss; Is 1,17; Miq 3,9ss, etc.). Siempre<br />
que los deuteronomistas querían dar una definición de la auténtica<br />
realeza no dudaban en subrayar la fidelidad a la alianza (Dt 17,14-20).<br />
64 a) Jerusalén (21,13-22,6-7). Estas líneas, que enlazan con las<br />
anteriores mediante la palabra «fuego» (12,12-14; 22,7), se refieren<br />
tanto a Jerusalén como a su palacio. 13. lugar del valle: La palabra<br />
''étneq debe ser una adición explicatoria del término misor (llano), pues<br />
Jerusalén está rodeada únicamente de profundos valles que difícilmente<br />
pueden ser llamados «llanos». La ciudad estaba perfectamente defendida<br />
por todos sus costados, excepto por el norte. 14. castigaré... merecéis:<br />
Esta sentencia, en prosa, no viene en los LXX y es extraña al oráculo.<br />
bosque: Como en Jerusalén no hay ningún bosque, debe de referirse al<br />
palacio real. Lo cierto es que Salomón edificó la «sala del bosque del<br />
Líbano» (1 Re 7,2-4), llamada así porque sus muros estaban hechos de<br />
cedro procedente de aquella región (cf. Is 22,9). Si este «bosque» es<br />
el palacio, sus «alrededores» serán la misma ciudad. 22,6. porque así<br />
dice...: Se añadió este título cuando el oráculo quedó interrumpido<br />
por la inserción de otro. Galaad, Líbano; Estas dos regiones eran famosas<br />
por sus bosques (2 Sm 18,6-9); la comparación, pues, es normal.<br />
7. Por las mismas razones comprendemos que a los babilonios se les<br />
llame «leñadores». Este pasaje inspiró, con certeza, a un salmista posterior<br />
(Sal 74,5-7).<br />
65 3) Deber de practicar la justicia (22,1-5). Tenemos aquí, en<br />
prosa deuteronomista, un desarrollo ulterior sobre los deberes del rey<br />
con respecto a la justicia (21,12). Al igual que en los textos ya citados,<br />
la prosperidad y la duración de la dinastía dependen enteramente del<br />
cumplimiento de esta obligación (vv. 4-5). Lo que ahora pide Jeremías<br />
a los reyes es lo mismo que había pedido al pueblo en su discurso del<br />
templo (cf. 7,lss). 3. La protección que se debe a estas tres clases de<br />
personas débiles es una estipulación firme de la alianza (Ex 22,20-26;<br />
23,9; Lv 19,33-34; Dt 10,18-19; 24,17). Puesto que el rey está obligado<br />
a cumplirla, es claro que la alianza mosaica y la davídica se identifican<br />
esencialmente, sangre inocente: Clara alusión a los sacrificios de<br />
niños en Tófet (cf. 19,2ass). 4-5. Adición posexílica; cf. 17,25.<br />
66 y) Idolatría (22,8-9). Esta corta perícopa ha de ser considerada<br />
como una adición posexílica (cf. 5,19) en el estilo de dos pasajes deuteronomistas<br />
(Dt 29,23-25; 1 Re 9,8-9). La idolatría se entiende que es<br />
la ruptura definitiva de la alianza (Ex 20,3; Dt 6,4).<br />
67 n) Joacaz (22,10-12). Según 1 Cr 3,15, Joacaz era el cuarto hijo<br />
de Josías, y se le llama también Sallum. Fue puesto en el trono por el<br />
«pueblo de la tierra» (cf. J. A. Soggin, VT 13 [1963], 187-95) des-