Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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castigo adecuado al pecado cometido por Israel, que buscó ayuda en las
alianzas con los extraños, en vez de recurrir a Yahvé. 9. contrató amantes:
Doblemente irónico. Israel-prostituta («contratar» tiene la misma
raíz que la expresión técnica «salario de la prostituta» de 2,14; 9,1)
es quien paga a sus amantes, y el amor no es cosa que pueda comprarse
en modo alguno. Sin embargo, el amor, lo mismo que un tributo, era
elemento de las alianzas (cf. D. J. McCarthy, Treaty and Covenant
[Roma, 1963], 196, n. 14). 10. un ejército: Yahvé conducirá una fuerza
enemiga contra Israel (traducción conjetural), carga: El tributo pagado
a Asiria. 12. muchos: Sirve de nexo entre los vv. 11-12. Israel ha edificado
muchos altares, pero no ha seguido las muchas orientaciones de
Yahvé. Puesto que Oseas no condena los altares en sí, sino más bien
el mal uso idolátrico que de ellos se hacía, la oposición entre altar y
ley no debe ser absoluta. La ley rechazada puede muy bien ser el conjunto
de prescripciones relativas al culto adecuado. Es importante para
la historia de la religión israelita el dato de que Oseas conociera una
ley escrita. 13. Los sacrificios ilegítimos no agradan, sino que ofenden
a Dios. El verso, pues, concluye con el enunciado de la sentencia, final
acostumbrado de las acusaciones proféticas. 14. su hacedor: No es usual
que Oseas se refiera a Dios como creador; por otra parte, el tema implícito
de las construcciones ostentosas a expensas de los pobres recuerda
a Amos (por ejemplo, 3,9-15). Probablemente este verso es una
adición. Condena la autosuficiencia de los hebreos, su confianza en las
obras de su poderío.
24 H) Destierro sin culto (9,1-6). El profeta pone en contraste las
festivas reuniones de culto con la sombría asamblea del exilio, un exilio
que sería castigo por la idolatría que había invadido el culto de
Israel. En cuanto a la forma, Oseas habla de Yahvé, no en nombre
de Yahvé.
1. no te regocijes, no exultes: Inversión de la acostumbrada invitación
a alegrarse en el culto, como las naciones: Estas no han sido sometidas
a una condenación, como Israel, porque no habían sido especialmente
elegidas por Dios. Es precisamente su elección la que hacía
posible a Israel «ser infiel» (lit., «prostituirse»), imitando los cultos
paganos de la fertilidad en su deseo de obtener abundantes cosechas.
2. De hecho, Israel será privado de los beneficios esperados, pues la
cosecha «faltará» (lit., «engañará» o «traicionará»). Como este verbo
está tomado del vocabulario que se usa para describir cualidades morales,
sería mejor traducir su paralelo «no alimentará» por «hostil», significado
que no exige cambiar las consonantes del TM. El cambio a la
tercera persona es consecuencia de la vivacidad del estilo: el profeta
actúa como un fiscal, que unas veces se dirige al acusado y otras habla
de él a los jueces (cf. Is 10,3 para un cambio semejante). El castigo
aquí no es la pérdida de la cosecha, sino de toda la tierra, el destierro,
como muestra el v. 3. 3. A diferencia de Asiria, Egipto no es lugar de
destierro forzoso, sino de refugio. El regreso a aquel país invierte la
historia de la salvación. En Asiria, el alimento de Israel es impuro
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(ritualmente), pues no ha sido producido por la tierra del Señor, sino
por una tierra impura (cf. Am 7,17). 4. No se puede ofrecer a Yahvé
un alimento impuro; por eso el culto habrá de interrumpirse durante el
destierro. 5. La pregunta retórica está cargada de ironía para subrayar
la situación insostenible que se planteará con el destierro, día festivo...
día del Señor: Términos sinónimos genéricos. En vez de reunirse con
ocasión de las fiestas de Yahvé, Israel se junta en el exilio, mientras la
patria queda entregada a la desolación (6). 6b. El hebreo es muy enfático:
«Preciosa era su plata - yerbajos crecerán sobre ella».
25 I) Persecución contra el profeta (9,7-9). Esta breve sección se
parece a los vv. 1-6 en que no emplea el «yo» profético en nombre de
Yahvé, pero queda fuertemente señalada por el final enfático del v. 6
y por los tiempos distintos que aquí se emplean. Sin embargo, hay una
concatenación perfecta: para el profeta, atacar al culto alegre era tanto
como provocar la repulsa.
7. han llegado: Probablemente, un «perfecto profético». Tan cierto
es el castigo de Israel, que ya se da por hecho, que Israel lo sepa: Leído
con 7a. Sin embargo, los LXX suponen un texto hebreo consonantico
que puede leerse «Israel grita: el profeta», etc. En cualquier caso, estas
últimas palabras reflejan el desprecio de Israel ante un profeta. Según
1 Sm 10,9-13; Jr 29,26, es evidente que al profeta se le suponía loco
con mucha frecuencia. Las palabras de Oseas tienen un sentido general:
Israel ha rechazado no a uno solo, sino a toda la línea de los profetas;
ésta es la respuesta natural y hostil de los culpables a su acusador (7c).
8. La imagen prosigue esta última idea. El profeta es un vigía, alguien
que está sobre una torre para mirar y advertir que se acerca un peligro.
Aunque ha sido designado por Dios, encuentra reprobación incluso en
el estamento consagrado. 9b. La acostumbrada conclusión condenatoria.
26 III. Pecado e historia (9,10-14,1). Este último grupo de dichos
de Oseas alude frecuentemente al pasado pecador de Israel, que culmina
en las perturbaciones ocurridas en los días mismos del profeta; hasta
ahora, las referencias a los acontecimientos históricos habían sido ocasionales.
El estilo resulta un tanto meditativo: sigue habiendo pasión,
pero con menos ataque directo y más reflexión.
27 A) Pecado y decadencia (9,10-17). De la historia de Israel se
evoca el recuerdo de dos crímenes y se indica que sus consecuencias
perduran todavía. La nación que estaba destinada a ser innumerable
como las arenas a la orilla del mar va a ser enteramente devastada.
10. uvas en el desierto: Inesperadas y por ello más deseables. Como
los «frutos primeros» de la «higuera temprana» serían ciertamente recogidas.
La imagen, por tanto, implica la elección divina de Israel, aunque
—cosa rara— la elección tiene lugar en el desierto, no en Egipto
(cf. 11,1, donde ocurre en Egipto). Israel entró en contacto con los
cultos cananeos de la fertilidad en Baal-Peor, santuario situado en los
límites de Moab, e inmediatamente ocurrió la primera caída. La caída,
pues, sigue con dramática rapidez a la elección. 11. gloria: Esta fertilidad
prometida por Dios a Israel sirve de nexo con el v. 11, contrastando