Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

840 JEREMÍAS 19:60-61
sacrificios de niños (cf. v. 5; 7,31). Los sacrificios humanos se practicaban
en el Próximo Oriente antiguo, especialmente en Fenicia y Canaán.
Esta práctica fue condenada muy pronto en Israel, si es que la sustitución
de un carnero por Isaac significa precisamente esta abolición (Gn
22,1-19). Pero estos sacrificios volvieron a practicarse bajo Ajaz (2 Re
16,3; cf. Miq 6,7) y Manases (2 Re 21,6). El santuario del valle de
Hinnom fue destruido por Josías cuando la reforma (2 Re 23,10); el
texto que nos ocupa prueba que Yoyaquim volvió a abrirlo (cf. De Vaux,
IAT 559-65; A. Bea, Bib 18 [1937], 95-107). 6. Tófet: Este nombre
se deriva, probablemente, de una raíz, táfá', que significa en su origen
«hogar» o «fogón». Según los textos de algunas fuentes extrabíblicas,
las víctimas eran realmente quemadas, valle de la Matanza: Se impone
otro nombre como signo de condenación. Suponemos que «Matanza»
se opone a «Hinnom»; si bien el significado de Hinnom es desconocido,
bien pudo ocurrir que Jeremías lo asociase con su asonante hinnam,
«gratuitamente», «favorablemente». 9. A los males repetidamente mencionados,
Jeremías añade uno nuevo: el asedio será tan prolongado y
tan estrecho, que el pueblo se verá forzado a devorar las carnes de sus
propios hijos. Esta amenaza (Dt 28,53; Lv 26,29; Ez 5,10) se convirtió
en realidad durante las guerras arameas en Samaría (2 Re 6,26ss) y
también en Jerusalén durante su último asedio (Lam 2,20; 4,10). Josefo
relata idénticos hechos durante el cerco de Jerusalén por Tito en el año
70 d. C. (GJ 6, 3-4). Fuera de Israel, Asarjaddón invoca esta misma
maldición contra todo el que quebrante sus tratados (Wiseman, Vassaltreaties,
11, 448ss, 547-50, 570-72). llb-13. Tófet y toda la ciudad
quedarán impuros por el contacto con los cadáveres (cf. Lv 21,lss; Nm
5,2; 19,11-12). Josías se sirvió de este medio para profanar los lugares
altos paganos y sus altares (2 Re 23,14-20). hueste de los cielos: Así se
designan las divinidades astrales de Mesopotamia (cf. 7,16-20).
61 v) Desesperación de Jeremías (20,7-18). El redactor que insertó
este último fragmento de las «confesiones» de Jeremías a continuación
del incidente con Pasjur pretendía probablemente presentar este acontecimiento
como ocasión de la más dramática de las crisis interiores del
profeta. Apoyándonos en estas expresiones podemos comprender que
la misión y la inspiración proféticas no eran experiencias mágicas o simplemente
humanas, sino auténticas intervenciones de Dios en la vida
de un hombre, que podían ir en contra de sus aspiraciones, en forma
dramática, causando serias crisis. 7. me engañaste: El verbo pütá significa
«seducir», y se emplea en el caso de una virgen que es seducida
por un hombre (Ex 22,15). Muchas veces significa simplemente «engañar»,
y se aplica a los falsos profetas que son burlados por Yahvé (1 Re
22,19-23; Ez 14,9, etc.). Vemos cuan atrevido era Jeremías al dirigirse
a Yahvé. tú fuiste más fuerte: Una traducción más literal diría «me
agarraste y me pudiste». El verbo házaq (agarrar) figura también en un
contexto de seducción sexual (Dt 22,25; 2 Sm 13,11.14; Prov 7,13);
creemos que se sigue manteniendo aquí la imagen de la primera parte
del versículo. Jeremías ya ha llamado a su Dios «arroyo mentiroso»
19:61-62 JEREMÍAS 841
(15,18), pero aquí el reproche es mucho más atrevido: Yahvé ha engañado
a su mensajero. 8. Jeremías ha sido enviado «para desarraigar y
arrasar, para edificar y plantar» (1,10). Hasta ahora, su mensaje ha respondido
a la primera parte de ese programa y, en consecuencia, se ha
visto expuesto a una constante persecución. Se siente engañado, pues
si hubiera podido edificar y plantar, la situación hubiera sido distinta.
9. Este versículo es importante para el estudio de la inspiración profética;
su impulso es irresistible. Amos había expresado ya esta misma
idea mediante una serie de imágenes (Am 3,3-8). Se dice que Yahvé
es un «fuego devorador» (Ex 24,17; Dt 4,24; 9,3; Is 33,14); únicamente
Jeremías aplica la expresión a su palabra (cf. 5,14; 23,29).
10-13. Se piensa generalmente que este pasaje auténtico está fuera
de contexto, pues su tono de confianza rompe con la depresión en que
se encontraba el profeta. Puede que sea cierta la observación de Rudolph:
en una crisis psicológica y espiritual como la de Jeremías lo que
se puede esperar no es lógica, sino un conflicto real de sentimientos.
10. terror por todos lados: Este grito de Jeremías (cf. 20,3) se convierte
ahora en burla e irrisión del profeta. 11. Esta confianza tiene su fundamento
en la promesa de Yahvé (1,8.19), que recuerda muchas veces
el profeta (15,20). En medio de tan fuertes contradicciones, él mantiene
firme su confianza en la lealtad de Yahvé. 12. El versículo es una repetición
literal de 11,20. Esta creencia básica en la retribución terrena
pudo haber sido expresada más de una vez. 13. Se rechaza frecuentemente
este versículo juzgándolo como una doxología posterior. Holladay,
sin embargo, ha demostrado que la expresión «de la mano [poder] de
los malvados» se encuentra sólo en Jeremías (15,21; 21,12; 23,14;
cf. JBL 81, 52-53). el pobre: La palabra hebrea 'ebyón ha desbordado
su significado puramente sociológico hasta adquirir un sentido religioso;
se refiere al hombre piadoso, el «devoto de Yahvé» (cf. P. Humbert,
RHPR 32 [1952], 1-6; A. Gelin, Los pobres de Y ave [Barcelona,
1963]). En algunos salmos del «justo doliente», que probablemente
depende de Jeremías, encontramos esta misma combinación de temas:
una invitación a proclamar la gloria del Señor porque ha tenido cuidado
del pobre (cf. Sal 22,23ss; 35,9-10.27-28; 109,30-31; 140,13-14).
14-18. Jeremías expresa ahora en el tono más violento la maldición
del día en que nació (cf. 15,10; ¿influencia en Job 3?). La crisis ha
alcanzado su punto culminante. 16. hombre: Siguiendo a numerosos
investigadores, cambiamos «hombre» por «día», pues todo el pasaje se
centra en el día del nacimiento; más aún, resultaría difícil explicar cómo
un «hombre» hubiera podido impedir que se produjera su nacimiento
(v. 17). ciudades: Jeremías quizá aluda aquí a la destrucción de Sodoma
y Gomorra (Gn 19); en otro lugar menciona explícitamente aquel acontecimiento
(23,14).
62 D) Ministerio bajo Sederías (21,1-24,10). Los siguientes capítulos
han de considerarse como una unidad y centrados en dos temas:
los reyes y los profetas. La mayoría de estos oráculos pueden fecharse
bajo Sedecías (597-587); seguramente fueron compilados a finales de