Comentario Biblico San Jeronimo 01.pdf - Comunidad San Juan

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difieren de las utilizadas en Jue 3-16) en su sinopsis. Su procedimiento
consiste en ir entresacando los distintos elementos de las respectivas
crónicas de Israel y Judá y presentarlos en una visión sinóptica de ambos
reinos, completando la narración correspondiente a cada rey antes de
pasar a ocuparse del rey o reyes contemporáneos del otro reino. Cuando
ha terminado esta superposición, vuelve a la otra serie y continúa a
partir del punto en que la interrumpió. El autor aplica a cada reinado
las mismas fórmulas introductorias y finales. Empieza por una sincronización
del rey en cuestión por referencia al rey correspondiente en el
otro reino; sigue después la edad del rey (sólo para los de Judá), la
duración de su reinado, el juicio que merece ese rey (casi siempre comparándolo
con David en lo que respecta a Judá, y con Jeroboam en el
caso de los soberanos israelitas); finalmente, se da el nombre de la madre,
pero sólo para los reyes de Judá. El juicio, adverso siempre para
los reyes de Israel, es normalmente muy simple (por ejemplo, 1 Re 15,
26), pero en algunos casos se dan detalles más amplios (por ejemplo,
1 Re 14,22-24). La fórmula final incluye una referencia a la fuente
utilizada por el autor, la muerte del rey, su entierro y el nombre de su
sucesor (cf. 1 Re 15,7-8). Entre ambas fórmulas, la inicial y la final, el
autor da a veces algunas noticias sobre el mandato del rey en cuestión;
además, la mayor parte de las veces introduce uno o más relatos de profecías
y su cumplimiento (por ejemplo, 1 Re 16,29-22,39-40).
29 A) La división del reino de Salomón (12,1-13,34). El relato de
la división (12,1-20), tomado probablemente de una antigua fuente judaíta
(cf. 12,15; también 12,16 con 2 Sm 20,1), ha sido explanado por
D mediante la adición de relatos de profecía y cumplimiento, así como
introduciendo los conocidos discursos interpretativos, todo ello con propósitos
didácticos. Comprende cuatro partes: la división (12,1-20); relato
de profecía y cumplimiento (12,21-24); explicación D del pecado
cometido por Jeroboam (12,25-32); relato de profecía y cumplimiento
(12,33-13,34) (-> Historia de Israel, 75:63-64).
a) LA DIVISIÓN DEL REINO (12,1-20) (= 2 Cr 10). 1. Siquem:
Al sudeste de la moderna Nablus, lugar ya de antiguo venerable como
santuario de Israel (cf. Gn 12,6-7; 33,18-20; Jos 24,21-24). Siquem era
el lugar más adecuado para reunirse los ancianos de Israel a fin de proclamar
un nuevo rey. 2-3. Era de esperar que Jeroboam regresara de su
destierro en Egipto una vez muerto su enemigo, Salomón (cf. 11,40).
Sin embargo, hay desacuerdo entre el verso 3a y el 20, y los autores
están de acuerdo en que al menos el v. 3a, cuando no el v. 2 y la alusión
a Jeroboam del v. 12, podría haberse introducido aquí procedente de
2 Cr 12,2.12, aunque también podría tratarse de una glosa (cf. M-G,
Rings, 248-49). 4. duro servicio: Se alude a los pesados impuestos y a
las levas de trabajadores forzosos en tiempos de Salomón (4,7-19; 5,
13-27). Lo que buscan los ancianos de Israel, sin éxito como luego se
verá (vv. 5-15), es llegar a un acuerdo con Roboam sobre una disminución
de estas cargas antes de aceptarlo por rey. 11. escorpiones: Término
técnico que seguramente se aplicaba a un tipo de látigo más doloroso.
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El consejo de los jóvenes podría indicar que Salomón había fomentado
la creación de una nobleza cortesana autocrática y hasta despótica. 15. por
el Señor: En la descripción de la conducta imprudente y sin tacto de
Roboam, el autor D interpola su comentario personal (o hace suyos los
sentimientos de un autor más antiguo) para subrayar el hecho de que tras
los acontecimientos simplemente humanos, al parecer, se esconde la
mano de Dios, que los orienta hacia el cumplimiento de sus designios.
para hacer firme su palabra: Según su costumbre, el autor D señala el
cumplimiento de la palabra profética (cf. 11,11.31). 16. qué parte...:
La conocida consigna de rebelión (cf. 2 Sm 20,1) que se pronuncia de
nuevo y, esta vez, definitivamente. 18. Adoram: Roboam, en una nueva
muestra de imprudencia, envía a Adoram, jefe de la leva de trabajadores
forzados, a negociar con los rebeldes (4,6). Su lapidación sella la
insurrección con la violencia. 20. Este verso implica, en contradicción
con los w. 2 y 12, que Jeroboam no se hallaba presente cuando se produjo
el enfrentamiento entre Roboam y los ancianos de Israel.
b) RELATO DE PROFECÍA Y CUMPLIMIENTO (12,21-24) (= 2 Cr
11,1-4). La profecía de Semeías es incluida aquí porque el autor D quiere
ilustrar, como ya lo hizo en 12,15, el hecho de que tras la división
del reino se esconde la intervención divina, señalando al mismo tiempo,
como es su costumbre, el cumplimiento de la palabra de Dios (v. 24).
21. Los LXX traen la cifra de 120.000 en vez de 180.000 guerreros,
pero ambas cifras son absurdas, lo que no significa, como sostienen
algunos autores, que el relato no sea histórico. Tampoco se puede tomar
14,30 como argumento contra la historicidad de la profecía pronunciada
por Semeías, pues 14,30 se refiere a una serie de acciones bélicas esporádicas
a lo largo de un tiempo bastante prolongado, mientras que en
12,24 se habla de una campaña específica emprendida para obligar a
las tribus del norte a unirse de nuevo con Judá. Este mismo relato se
encuentra sin variaciones en 2 Cr 11,1-4. (Sobre el suplemento griego
a la historia de Jeroboam que sigue al v. 24, cf. M-G, Kings, 251ss).
30 c) EXPLICACIÓN DEL DEUTERONOMISTA SOBRE EL PECADO DE
JEROBOAM (12,25-32). Exceptuando las noticias de archivo contenidas
en el v. 25, la mayor parte de esta perícopa constituye una explicación
retrospectiva del autor D acerca de los daños causados por Jeroboam a
Israel con sus innovaciones en el culto, medidas que en un principio
obedecieron a exigencias políticas más que religiosas, pero que a la larga
tuvieron graves consecuencias para Israel. 25. Siquem era una ciudad
ya muy antigua; el autor seguramente quiere decir que Jeroboam se limitó
a fortificarla, convirtiéndola en su capital. No se dice cuál pudo
ser el motivo del traslado a Penuel; algo debió ocurrir —posiblemente
la invasión por el faraón áesonq— que obligó a realizar este traslado,
inexplicable de otro modo, si es que realmente tuvo lugar (cf. M-G,
Kings, 254). Penuel, la moderna Tulul ed-Dahab (Abel, GP 2, 406),
está situada en TransJordania, en el profundo valle del río Yabbok. En
fecha posterior, Jeroboam trasladó su capital a Tirsá (cf. 14,17; 15,33).
26. se dijo: Es probable que este monólogo, que el autor D pone en