11.05.2013 Views

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

138<br />

<strong>Bhakti</strong>-ras yana<br />

mrdhny avaghr€ya param€ˆ<br />

mudaˆ lebhe kurdvaha<br />

®r…mad-Bh€gavatam (10.6.43) y B had-bh€gavat€m ta (2.7.128)<br />

Cuando el magnánimo Nanda regresó de Mathur€, sentó a su<br />

hijo ®r… K Ša en su regazo y experimentó un inmenso p<strong>la</strong>cer<br />

oliendo Su cabeza una y otra vez.<br />

Nanda B€b€ había estado siempre muy desapegado de<br />

<strong>la</strong>s cosas mundanas, pero cuando ‘nació’ K Ša se encariñó<br />

con Él de tal modo, que parecía víctima de un encantamiento.<br />

Antes de que K Ša naciera, él nunca había tenido que ir al reino<br />

de Kaˆsa, pero como ahora necesitaba dinero para mantenerle,<br />

viajó a Mathur€ con intención de hab<strong>la</strong>r con Vasudeva. Al llegar<br />

allí, Vasudeva le advirtió:<br />

—¡Oh, Nanda! Por favor, regresa a Goku<strong>la</strong> enseguida.<br />

Los demonios van a causar graves trastornos, pues Kaˆsa ha<br />

decidido matar a todos los niños nacidos en los últimos diez días.<br />

En el camino de vuelta a Goku<strong>la</strong>, Nanda vio el inmenso<br />

cadáver de Ptan€ junto a <strong>la</strong> carretera y, temiendo por el bienestar<br />

de K Ša, se apresuró aún más. Cuando llegó y vio que K Ša<br />

estaba bien, sintió que <strong>la</strong> vida volvía a su cuerpo. Su antiguo<br />

desapego había desaparecido. Sentando a K Ša en su regazo,<br />

el noble Nanda Mah€r€ja olió Su cabeza una y otra vez.<br />

—¡Bhagav n Te ha salvado de un gran peligro! —Le dijo.<br />

Luego supo por su hermano Upananda y por otras personas<br />

que <strong>la</strong> demonia Ptan€ había tomado a K Ša en sus brazos y<br />

Le había introducido su pecho envenenado en <strong>la</strong> boca. K Ša se<br />

aferró a el<strong>la</strong> y no quiso soltar<strong>la</strong>, y el<strong>la</strong> se echó a vo<strong>la</strong>r pensando<br />

que si podía llegar al menos hasta donde estaba Kaˆsa,<br />

este los separaría. Pero K Ša le succionó el pecho con tal fuerza,<br />

que no solo tomó su leche envenenada, sino también su vida.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!