11.05.2013 Views

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Madre Ya od€ ata a K Ša<br />

Ya od€ dice: “¡Mira lo que has hecho con Tu ropa nueva!”,<br />

y en ese momento K Ša piensa: “¿A quién quiere más Mi madre,<br />

a Mí o a Mi ropa?” Puede que a veces los devotos muestren<br />

más afecto por los enseres de K Ša que por el propio K Ša,<br />

pero ese es un síntoma de prema. ¿Y acaso no son Sus devotos<br />

Su posesión más querida? Por lo tanto, aunque alguien realice<br />

servicio devocional a K Ša durante miles de vidas, si no respeta<br />

a Sus devotos no logrará absolutamente nada.<br />

Ya od€ fue a proteger <strong>la</strong> leche para que no se derramara,<br />

y cuando vio que K Ša había roto <strong>la</strong> vasija de <strong>la</strong> mantequil<strong>la</strong>,<br />

corrió tras Él para darle una lección. Levantando el palo, Le dijo:<br />

—¡Ahora sí Te voy a pegar!<br />

—¡Madre, no Me pegues! —respondió K Ša asustado.<br />

—Entonces dime, ¿por qué rompiste <strong>la</strong> vasija?<br />

—¡Yo no <strong>la</strong> rompí!<br />

—¿Quién lo hizo entonces?<br />

—Debes haber<strong>la</strong> roto tú sin querer cuando corrías; se ve que<br />

no sabías muy bien lo que hacías.<br />

Al oír aquello, Ya od€ se enojó aún más.<br />

—¿Se puede saber por qué robas? —Le preguntó—.<br />

En mi familia nadie ha robado jamás. ¡Tú eres el único <strong>la</strong>drón!<br />

K Ša se echó a correr una vez más y, de nuevo, el<strong>la</strong> levantó el<br />

palo y se puso a perseguirlo. Sus cabellos se soltaban y empezaba<br />

a sentirse cansada, pero estaba decidida a atraparlo. Finalmente,<br />

y con <strong>la</strong> ayuda de algunos sirvientes, pudo atraparle y llevarle<br />

a <strong>la</strong> casa.<br />

—Ahora recibirás Tu merecido, travieso amigo de los monos.<br />

¡Robas en <strong>la</strong>s casas de los demás y también en Tu propia casa!<br />

¿Crees que eso es bueno?<br />

—¡No me pegues, madre! ¿De qué servirá que Me pegues?<br />

El<strong>la</strong> dejó el palo en el suelo y dijo:<br />

—Muy bien. Entonces Te ataré al mortero.<br />

157

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!