11.05.2013 Views

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

Bhakti Rasayana, la Alquimia del amor - Sri Gaudiya Vedanta Samiti

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

44<br />

<strong>Bhakti</strong>-ras yana<br />

de forma tan prodigiosa, que congregó a un numeroso grupo de<br />

personas a su alrededor. La noticia llegó a oídos <strong>del</strong> rey, quien dijo:<br />

—¿Quién es ese que se atreve a cantar aquí? ¡Es un insulto<br />

a Tanasena!<br />

Y ordenó que condujeran a Baijub€vara a su presencia.<br />

—A menos que tengas <strong>la</strong>s destrezas requeridas, no puedes<br />

cantar en Delhi —le dijo.<br />

—Muy bien —respondió Baijub€vara—. Hagamos un<br />

certamen. ¿Dónde quiere que se celebre?<br />

—En el salón de actos real —dijo el rey.<br />

—¿Y quién será el jurado que decidirá cuál de los dos tiene<br />

mejor voz?<br />

—Mis reinas lo decidirán.<br />

—Las reinas tal vez no sean imparciales. No puedo fiarme<br />

de el<strong>la</strong>s —objetó Baijub€vara—. Que lo decidan los animales <strong>del</strong><br />

bosque; solo así aceptaré. Vayamos al bosque y veamos cuál de<br />

los dos cantos comp<strong>la</strong>ce más a los animales.<br />

—De acuerdo —respondió el rey.<br />

Y así, el rey junto con parte de su corte, Tanasena y Baijub€vara<br />

se dirigieron al bosque y, una vez allí, Tanasena cantó en primer<br />

lugar. Cuando le llegó el turno a Baijub€vara, este entonó una<br />

canción y, mientras cantaba, unos ciervos se congregaron a su<br />

alrededor. Los animales estaban tan absortos escuchándolo,<br />

que Baijub€vara pudo colocar sin ningún esfuerzo una guirnalda<br />

de flores alrededor <strong>del</strong> cuello de uno de ellos. En cuanto detuvo<br />

su canto, los ciervos se echaron a correr:<br />

—Si Tanasena canta mejor que yo, que haga volver a<br />

esos ciervos con su voz y le quite <strong>la</strong> guirnalda al que <strong>la</strong> lleva<br />

—dijo entonces.<br />

Tanasena se puso de pie y cantó y cantó hasta quedar<br />

empapado de sudor, pero ningún ciervo se acercó a él y<br />

no pudo recuperar <strong>la</strong> guirnalda. Acto seguido, Baijub€vara

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!