Ramon Florenzano y Beatriz Zegers – Psicologia Medica
Ramon Florenzano y Beatriz Zegers – Psicologia Medica
Ramon Florenzano y Beatriz Zegers – Psicologia Medica
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Las etapas de la vida<br />
La adaptación sexual en esta etapa, requiere también de modificaciones. En este<br />
período, la relación sexual deja de tener como consecuencia la posibilidad de reproducirse.<br />
La mujer puede reaccionar negativamente a la menopausia, sintiéndose equivocadamente<br />
menos femenina si ya no puede procrear. La capacidad de tener relaciones<br />
sexuales satisfactorias se prolonga mucho más allá de la menopausia. La etapa de<br />
madtrez de la pareja es, por lo tanto, potencialmente muy satisfactoria en este período<br />
de menor presión instintiva y con una disociación biológica entre las capacidades de<br />
relación sexual y reproducción. Por otra parte, existe un desfase entre ambos géneros en<br />
el interés por lo sexual: el hombre tiene su período de mayor ptjanza y actividad sexual<br />
entre los 20y 35, para luego disminuir ese interés en forma paulatina pero pareja. La<br />
mujer, por su parte, puede desarrollar más lentamente su capacidad de placer sexual, y<br />
de una sexualidad moderada en la adolescencia y tercera década de la vida, pasa a una<br />
conducta cadavez más activa en las cuarta y quinta décadas. Esto es una generalización,<br />
con gran variabilidad tanto individual como sociocultural. En la práctica clínica es<br />
relativamente frecuente que los conflictos típicos de las parejas jóvenes, cuando el<br />
hombre se frustra porque su mujer no acepta siempre sus requerimientos amorosos, se<br />
inviertan veinte años después. Ahora, es la mujer cuarentona la que se frustra y se queja<br />
de un marido que le parece pasivo y desinteresado. Por eso, se ha dicho que las<br />
infidelidades debidas a problemas de compatibilidad sexual son más frecuentes en el<br />
hombre en la juventud, y en la mujer en la madurez.<br />
El desfase anteriormente descrito, tiene un paralelo en la evolución de los<br />
intereses profesionales y personales. Es típico que el hombre haya desarrollado en forma<br />
intensiva su avance laboral y profesional durante su adultez joven y al llegar a la edad<br />
madura esté en una posición de mayor tranquilidad y de querer disfrutar los logros que<br />
alcanz6. La mujer que antes se centró enlacrianza de los hijos y en las funciones intemas<br />
de la familia, llega muchas veces a dicha etapa con una motivación importante para<br />
retomar su crecimiento profesional o laboral. Ello es relativamente sencillo para aquellas<br />
mujeres que estudiaron y lograron un título profesional u otro tipo de capacitación laboral<br />
en su juventud. Es posible entonces ejercitar el oficio o profesión ya adquirido. El dilema<br />
es más serio para las mujeres que deben comenzar un desarrollo totalmente nuevo a este<br />
respecto, volviendo a la universidad y asumiendo el rol de estudiantes.<br />
Algunos de los conflictos de pareja típicos en esta etapa corresponden a estos<br />
caminos divergentes seguidos por marido y mujer, en los cuales el primero se halla en<br />
la cumbre de su desarrollo profesional, y quiere tener una compañera con quien disfrutar<br />
los logros de su arduo trabajo previo, mientras que la segunda está en la posición<br />
de buscar caminos y lograr desarrollos propios. La personalidad de ambos miembros<br />
de la pareja evoluciona, por lo tanto, en forma clara en dicha etapa de madurez, a<br />
veces en forma complementaria, otras en forma antagónica. Es importante conocer las<br />
posibles interacciones que dicha evolución trae consigo ya que, como se ha visto, es<br />
muy posible q\e aparezcan conflictos a veces menores, pero que a menudo pueden ser<br />
serios.<br />
223