A mis padres, Emilio y Juani - Universidad de Huelva
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MTT y sesgos cognitivos<br />
adquisición <strong>de</strong> una conducta adictiva, como fumar, implica progresión a través <strong>de</strong> las<br />
etapas <strong>de</strong> adquisición, pero que los datos tienen que ser mejor investigados.<br />
5.2. Concepto <strong>de</strong> etapa<br />
Diferentes investigadores han criticado el concepto, el marco temporal y el<br />
modo <strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong> las etapas. Al margen <strong>de</strong>l mayor o menor número <strong>de</strong> etapas<br />
propuestas, que ya vimos con anterioridad, Hodgins (2001), West (2005) o Wilson y<br />
Schlam (2004) consi<strong>de</strong>ran que el MTT fracasa en el concepto <strong>de</strong> etapa ya que se han<br />
establecido arbitrariamente líneas <strong>de</strong> división en un continuo, por lo que no existen esas<br />
‘etapas’ tal cual. Habría problemas <strong>de</strong> fiabilidad en la <strong>de</strong>signación categorial <strong>de</strong> las<br />
etapas. Afirmaciones <strong>de</strong>l tipo “un x por ciento <strong>de</strong> fumadores están en la etapa <strong>de</strong><br />
contemplación” tendrían poca utilidad en cuanto a su significado y no se <strong>de</strong>berían tomar<br />
al pie <strong>de</strong> la letra: ‘un x por ciento <strong>de</strong> fumadores están pensando en <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> fumar’.<br />
Heather (1992) plantea que las etapas <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> cambio podrían tener un<br />
sentido ateórico, como dice Davidson, pero proporcionan un marco heurístico que<br />
permitiría i<strong>de</strong>ntificar las motivaciones <strong>de</strong> los clientes para ser tenidas en cuenta en el<br />
diseño <strong>de</strong> nuestras intervenciones; aunque se le reprocha que, a pesar <strong>de</strong> que el mo<strong>de</strong>lo<br />
<strong>de</strong> etapas tenga consi<strong>de</strong>rable valor heurístico, la utilidad práctica es limitada por asuntos<br />
<strong>de</strong> la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las valoraciones <strong>de</strong> las etapas.<br />
Davidson (2001) ha enfatizado la ausencia <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncias para la efectividad <strong>de</strong>l<br />
mo<strong>de</strong>lo y ha sugerido que probablemente las etapas no reflejen necesariamente ciclos <strong>de</strong><br />
cambio, sino que serían indicadores artificiales en un continuum motivacional ya que<br />
las dos primeras etapas (precontemplación y contemplación) implican diferencias en<br />
intención, mientras las etapas que quedan reflejan cambios en la frecuencia o duración<br />
<strong>de</strong> la conducta <strong>de</strong>seada. Estas etapas tardías están basadas en categorizaciones<br />
arbitrarias más que en diferencias auténticas y <strong>de</strong>ja al mo<strong>de</strong>lo vulnerable a la acusación<br />
<strong>de</strong> que los movimientos entre algunas etapas (acción y mantenimiento) pue<strong>de</strong>n ser<br />
efectuados sólo por el paso <strong>de</strong>l tiempo.<br />
Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista metodológico, este autor plantea que la mayor parte <strong>de</strong> las<br />
investigaciones llevadas a cabo sobre el MTT han sido <strong>de</strong> grupo transversal,<br />
examinando la variación a través <strong>de</strong> las etapas <strong>de</strong> variables tales como balance<br />
<strong>de</strong>cisional y autoeficacia. Así pues, aunque existan diferencias en estas variables entre<br />
las distintas etapas, este tipo <strong>de</strong> diseños transversales no <strong>de</strong>muestran realmente el po<strong>de</strong>r<br />
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