A mis padres, Emilio y Juani - Universidad de Huelva
A mis padres, Emilio y Juani - Universidad de Huelva
A mis padres, Emilio y Juani - Universidad de Huelva
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Marco teórico<br />
En referencia a los estudios <strong>de</strong> la memoria, se podrían agrupar en diferentes fases<br />
(Tofler, 1980). La primera, en la década <strong>de</strong> los sesenta, se caracterizó por el intento <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>finir la estructura <strong>de</strong> la memoria. La segunda, a mediados <strong>de</strong> los setenta, supuso la<br />
alianza entre la psicología cognitiva y la neuropsicología <strong>de</strong> la memoria. En la tercera<br />
fase se integró el papel <strong>de</strong> la conciencia en la memoria; y en la década <strong>de</strong> los ochenta,<br />
años que también comparte con la cuarta fase, se reconocieron las relaciones entre la<br />
emoción y la memoria. Por último, surgió un impulso científico que incluye el auge <strong>de</strong>l<br />
enfoque ecológico y el evolucionista, creció el interés por los errores <strong>de</strong> memoria<br />
(olvido, distorsiones, memorias falsas) y los efectos <strong>de</strong>l envejecimiento normal y<br />
patológico sobre la cognición, en general, y <strong>de</strong> la memoria en particular (Pérez, 2005).<br />
En cuanto al tipo <strong>de</strong> tareas utilizadas para evaluar el sesgo <strong>de</strong> memoria, las<br />
investigaciones han puesto el énfasis en las tareas <strong>de</strong> memoria explícita y no tanto en las<br />
<strong>de</strong> memoria implícita (Ramos, 2006).<br />
Centrándonos en el contenido emocional <strong>de</strong> la información, se ha consi<strong>de</strong>rado como<br />
una función <strong>de</strong> la ansiedad la percepción <strong>de</strong>l peligro en situaciones potencialmente<br />
amenazantes (Eysenck, 1992; Mogg y Bradley, 1998), por lo que la implicación <strong>de</strong> las<br />
variables <strong>de</strong> personalidad rasgo y estado <strong>de</strong> ansiedad en los sesgos han adquirido<br />
relevancia y se han estudiado según distintos mo<strong>de</strong>los teóricos.<br />
Por un lado, el sesgo podría estar asociado con el rasgo <strong>de</strong> ansiedad, manifestando<br />
entonces una característica <strong>de</strong> la personalidad que reflejaría la susceptibilidad y<br />
vulnerabilidad a la <strong>mis</strong>ma. El máximo representante <strong>de</strong> este planteamiento es Aaron<br />
Beck (1976), quien inicialmente propuso un mo<strong>de</strong>lo que relacionaba la <strong>de</strong>presión y la<br />
ansiedad con un sesgo cognitivo congruente con el estado emocional. Beck <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> en<br />
su teoría cognitiva que las personas con predisposición a pa<strong>de</strong>cer y <strong>de</strong>sarrollar ansiedad<br />
se caracterizarían por poner en funcionamiento una serie <strong>de</strong> esquemas cognitivos<br />
asociados con el procesamiento <strong>de</strong> estimulación amenazante <strong>de</strong>l ambiente (Beck, Emery<br />
y Greenberg, 1986).<br />
Esta explicación obtiene apoyo en diferentes estudios. Mogg y Bradley (1998)<br />
comprobaron como el sesgo preatencional para las amenazas representaba un factor <strong>de</strong><br />
vulnerabilidad cognitiva en la ansiedad clínica, lo que supondría un apoyo para este<br />
mo<strong>de</strong>lo. Mathews, May, Mogg y Eysenck (1990) hallaron que este tipo <strong>de</strong> sesgos<br />
favorecía el procesamiento <strong>de</strong>l estímulo amenazante durante la búsqueda perceptiva,<br />
indicando entonces una característica perdurable <strong>de</strong> individuos vulnerables a la<br />
ansiedad, más que una consecuencia efímera <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> ánimo actual.<br />
57