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DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

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primeras palabras que escucharon. De inmediato su esposo bajó las escaleras y cuando<br />

abrió la puerta un grupo de carabineros registraron la casa con violencia y en presencia<br />

también de su esposa y sus dos hijos, de corta edad. Los asaltantes, entre los que Holanda<br />

reconoció al sargento José Osvaldo Retamal, al cabo segundo Rogelio Villarroel, al sargento<br />

segundo Raúl Ortiz y también al comerciante Darío González, pese a que ocultaba su<br />

rostro con un pasamontañas, comunicaron al profesor Cartagena que iban a arrestarle porque<br />

estaba acusado de ser el jefe de una guerrilla y de esconder armas, aunque no mostraron<br />

ninguna orden de detención.<br />

La participación de civiles en la represión en Paine está perfectamente probada y su<br />

importancia no tuvo parangón en casi ningún otro lugar del país. En aquellos días los<br />

dirigentes de derechas organizaron un asado para celebrar el golpe y allí gritaron los<br />

nombres de los “upelientos” que debían ser eliminados. Y muchos campesinos recuerdan<br />

cómo algunas personas guiaban a los carabineros por los asentamientos de la zona y les<br />

entregaban nombres e incluso participaban en las detenciones. 194<br />

“La reforma agraria trajo consigo que muchos civiles sintieran amenazados sus bienes,<br />

sus tierras, y por eso en Paine se organizaron a través de la asociación de dueños de camiones<br />

–señala Holanda–. Ellos actuaron y entraron a nuestro domicilio, incluso se vestían de<br />

carabineros, y en la comisaría estaban como en su casa. Hubo también mujeres que actuaron<br />

en estos grupos. Las víctimas, al contrario que ellos, no tenían ni bienes, ni tierras, ni<br />

armas. Mi esposo sólo tenía libros y su arma podía ser un lápiz. Ellos, siendo también<br />

civiles, sí tenían armas”. Ella pudo ver cómo su esposo era golpeado y arrastrado hasta uno<br />

de los vehículos, entre los que distinguió uno rojo propiedad de Francisco Luzoro, presidente<br />

del Sindicato de Camioneros de la Provincia de Santiago y líder de la derecha en<br />

Paine.<br />

En una entrevista Luzoro explicó que el 11 de septiembre el capitán Nelson Bravo<br />

llamó a la comisaría a un grupo de civiles de derechas que operaba desde el paro patronal de<br />

octubre de 1972 195 . “Por los problemas que había en el país, se formó un movimiento<br />

gremial e iniciamos una huelga. El oficial de la comisaría (...) se acercó y dijo que tenía<br />

necesidad de vehículos para hacer diligencias y operativos. Nosotros estábamos ocupados,<br />

buscando nuestros camiones que habían sido requisados y dudamos. Pero dijo que los<br />

podía requisar. Ante eso...”. Luzoro, militante del Partido Nacional, admitió que prestó un<br />

camión y una camioneta, pero negó haber participado en secuestros y asesinatos y atribuyó<br />

el supuesto malentendido a que él era “la cabeza visible de Paine en todo ese tiempo”.<br />

Preguntado por las detenciones, ejecuciones y desapariciones aseguró: “Es lamentable<br />

marco de la reforma agraria hasta la asignación definitiva de su propiedad.<br />

195 Verdugo, Patricia: Tiempo de días claros. pp. 26 y 37-38.<br />

196 En junio de 1987 Francisco Luzoro tomó la palabra en San Bernardo en el primer acto de proclamación<br />

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