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DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

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coronel Joaquín Ramírez. Tuvieron que caminar arrodillados hasta unas caballerizas donde<br />

casi desnudos fueron obligados a permanecer boca abajo, con las manos en la nuca y las<br />

piernas abiertas 53 . Pero Pablo Zepeda, Juan Ossés y Hugo García fueron dejados fuera<br />

porque estaban llenas; horas después los militares interrogaron y golpearon de manera brutal<br />

a un compañero del GAP, Juan Alejandro Vargas, para que revelara si éstos pertenecían<br />

a su grupo, pero lo negó en todo momento.<br />

Su lealtad permitió que fueran apartados de manera definitiva del grupo de La Moneda.<br />

“La actitud de Juan Alejandro fue importante. El sentimiento de compañerismo prevaleció<br />

para que algunos nos salváramos. Lo que él hizo lo hubiésemos hecho todos”. Y sin<br />

disimular un cierto sentimiento de culpabilidad por haber escapado a la trágica suerte de<br />

sus compañeros, Pablo sentencia: “Así ocurrió, no se puede hacer nada”.<br />

Al día siguiente la llegada de un elevado número de oficiales sorprendió a los detenidos.<br />

“Estaba maniatado y con la cabeza baja, pero levanté la vista y le vi –señala Pablo–. El<br />

general Pinochet, eufórico, pisotetaba y pateaba a nuestros compañeros. Entonces le preguntó<br />

al coronel Ramírez quiénes eran esos prisioneros. Cuando supo que eran los miembros<br />

del GAP que defendieron La Moneda junto al Presidente, dijo mientras pisoteaba a<br />

algunos: ‘Así que éstos son los huevones que se nos resistieron. Ahora vamos a fusilarlos a<br />

todos”. En la madrugada Juan, Hugo y Pablo fueron conducidos al Estadio Chile y después<br />

al Estadio Nacional, donde volvieron a ser interrogados y torturados, hasta que fueron<br />

liberados y Pablo se asiló en la Embajada de México en diciembre.<br />

En el Tacna los colaboradores y escoltas de Allende fueron interrogados y torturados<br />

por miembros del Servicio de Inteligencia Militar del ejército. Cuando pasaron lista y nombraron<br />

a Enrique París, el oficial le espetó: “Usted va a ser fusilado y aquí está el capellán de<br />

la segunda división del ejército. ¿Quiere confesarse?”. Todos guardaron silencio y éste respondió:<br />

“No señor. No tengo nada que confesar”. 54<br />

El 13 de septiembre 21 defensores de La Moneda fueron arrojados a un camión militar<br />

amarrados de pies y manos, unos encima de otros y conducidos a un destino desconocido.<br />

Diez eran algunos de los principales colaboradores de Allende: Jaime Barrios (47 años,<br />

ex gerente general del Banco Central), Daniel Escobar (37 años, militante comunista, jefe<br />

de gabinete del subsecretario del Interior), Enrique Huerta (48 años, intendente del Palacio),<br />

Claudio Jimeno (33 años, sociólogo, dirigente socialista), Jorge Klein (27 años, psiquiatra,<br />

dirigente comunista), Eduardo Paredes (34 años, médico cirujano, dirigente socialista,<br />

director de Chile Films), Enrique París, Héctor Pincheira (28 años, médico y dirigente<br />

socialista), Sergio Contreras (40 años, periodista) y Arsenio Poupin (38 años, dirigente<br />

53 Rojas, Paz et alii: Páginas en blanco. El 11 de septiembre en La Moneda. Ediciones B. Santiago de Chile,<br />

2001. pp. 126-127.<br />

54 Ahumada, Eugenio et alii: Chile, la memoria prohibida. Vol. 1. Pehuén. Santiago de Chile, 1989. p. 149.<br />

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