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DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

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La idea de la DINA, absolutamente distorsionada, era que entraba dinero para la oposición<br />

a través del correo diplomático”.<br />

En mayo de 1976 Carmelo viajó durante unas semanas a España y sus camaradas del<br />

PCE verificaron que la DINA le vigilaba. El 14 de julio, después de las cinco de la tarde,<br />

cuando regresaba a su casa dos carabineros le hicieron detenerse y casi sin darse cuenta un<br />

individuo le apuntó con un arma. Los agentes de la Brigada Mulchén le secuestraron y le<br />

condujeron a la casa de Townley en Villa Naranja 4.921, Lo Curro, donde le interrogaron<br />

sobre su relación con el Partido Comunista y le torturaron con extrema crueldad. Su única<br />

respuesta fue: “Pobre Chile, pobre Chile”. 650<br />

Horas después fue asesinado con una violencia brutal y fue una de las primeras víctimas<br />

de la DINA obligadas a aspirar el gas neurotóxico sarín, que provoca una parálisis<br />

neurológica que ocasiona la muerte instantánea. “Operación Andrea” fue el nombre en<br />

clave de este siniestro proyecto ordenado por Pinochet que dirigió el químico Eugenio<br />

Berríos, quien dispuso de un laboratorio instalado en el sótano de la casa de Townley para<br />

fabricar gas sarín y otras armas químicas. 651<br />

Siempre que Laura regresaba de su trabajo en un consultorio médico, Carmelo solía<br />

estar en casa. “Cuando me di cuenta de que ya no iba a llegar ese día, empecé a llamar a<br />

todas las urgencias, a los hospitales, y no estaba. Después de haber indagado en todas<br />

partes, como un mecanismo de defensa, ahora lo puedo interpretar, me acosté y me dormí”.<br />

A la mañana siguiente el jefe de seguridad de Naciones Unidas la acompañó a<br />

650 Artaza, Francisco y Matus, Alejandra: “Crimen en Washington D.C.”. Capítulo III: “Asesinan a un<br />

diplomático”. Serie de reportajes publicada en La Nación en mayo de 1995. Consultado en la sección de<br />

Documentos de Primera Línea. http://www.primeralinea.cl<br />

651 En noviembre de 1991 Berríos recibió la orden de huir a Uruguay con una identidad falsa para evitar<br />

declarar contra sus superiores ante el juez Bañados en el caso Letelier. En aquel país confirmó que la<br />

DINA empleó el gas sarín “como arma de defensa nacional y para la eliminación clandestina”. Preso del<br />

alcoholismo y recluido en un balneario bajo la custodia de agentes uruguayos y chilenos, en noviembre<br />

de 1992 aún repetía: “Pinochet mandó que me mataran”. El 15 de noviembre de aquel año desapareció<br />

de una comisaría en extrañas circunstancias y el 9 de febrero de 1993 su cadáver absolutamente desfigurado<br />

fue hallado en un playa con dos disparos en la cabeza. Según la investigación judicial aún abierta en<br />

Chile sus asesinos fueron los siete oficiales en activo del ejército chileno encargados de su vigilancia,<br />

quienes habrían recibido tal orden para impedir que fuera detenido por la Interpol y trasladado a Chile<br />

para comparecer ante el juez. En los últimos años la familia del ex presidente Eduardo Frei ha adquirido<br />

cada vez una mayor certeza de que Berríos estuvo involucrado en su muerte, en 1982, tras una operación<br />

quirúrgica. Mariano, Nilson Cezar: Operación Cóndor. Terrorismo de estado en el Cono Sur. Lohlé-Lumen.<br />

Buenos Aires, 1998. p. 101. Sobre Berríos, véase: Blixen, Samuel: Operación Cóndor. Del archivo del<br />

terror y el asesinato de Letelier al caso Berríos. Virus. Barcelona, 1998. La investigación de la juez Olga<br />

Pérez sobre el asesinato de Berríos ha revelado que en 1978 Pinochet contempló la posibilidad de envenenar<br />

el agua de Buenos Aires para asesinar a millones de argentinos si estallaba la guerra con Argentina<br />

por el canal del Beagle ya que Berríos presumía de que con un frasquito de perfume relleno de gas sarín<br />

“mato a quien se me ocurra” y con las toxinas criadas en laboratorio “puedo matar a todo Buenos Aires”.<br />

El Mundo, 6 de diciembre de 2002. p. 22.<br />

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