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DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

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Porque tal y como aseguró Clodomiro Almeyda en un acto de homenaje celebrado el<br />

30 de septiembre de 1994: “Carlos Prats con su vida y su obra constituye todo un paradigma<br />

de lo que deben ser las relaciones entre las Fuerzas Armadas de un país y su pueblo”. 456<br />

“Jamás recuperarán en vida la paz de sus espíritus”<br />

El 11 de septiembre Carlos Prats conoció por la radio, hacia las ocho y cuarto de la<br />

mañana, que el golpe de estado ya estaba en marcha. “Oigo, parcialmente, la alocución<br />

pronunciada con voz serena que el Presidente Allende dirigiera al país. Luego empiezo a<br />

escuchar los bandos de la ‘junta de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile’. Me siento<br />

profundamente consternado ante el súbito y fatal derrumbe de tantos valores y principios,<br />

presintiendo, con horror, cuánta sangre se derramará entre hermanos. Pienso en la terrible<br />

responsabilidad que han echado sobre sus hombros mis ex camaradas de armas, al tener que<br />

doblegar por la fuerza de las armas a un pueblo orgulloso del ejercicio pleno de los derechos<br />

humanos y del imperio de la libertad (...) Medito sobre los miles de conciudadanos que<br />

perderán sus propias vidas o las de sus seres queridos. Sobre los sufrimientos de los que<br />

serán encarcelados y vejados. En el dolor de tantas víctimas del odio. En la desesperación de<br />

los que perderán su trabajo. En la desolación de los desamparados y perseguidos y en la<br />

tragedia íntima de los que perderán su dignidad (...) Presiento que mis ex camaradas de<br />

armas jamás recuperarán en vida la paz de sus espíritus, atenazados por el remordimiento<br />

de los actos concupiscentes en que se verán fatalmente envueltos y por la angustia ante la<br />

sombra de las venganzas, que les perseguirá constantemente”. 457<br />

Como precisa Angélica, intuyó que la dictadura militar no sería un breve paréntesis<br />

entre dos gobiernos democráticos, sino que “iba a ser un tema de peso en años, que el<br />

ejército iba a tener una tremenda involucración en el tema de los derechos humanos. Sentía<br />

que después del fracaso del diálogo empezaba un ‘diálogo’ cruento”. 458<br />

En los días posteriores algunos rumores señalaron que Prats encabezaba un movimiento<br />

de tropas en el sur para restaurar la democracia y por eso Pinochet condicionó su<br />

456 Soto, Hernán y Arriagada, Juan: Prats. Un proyecto inconcluso. Ediciones ICAL. Santiago de Chile, 1995.<br />

p. 9.<br />

457 Prats, Carlos: Memorias. Testimonio de un soldado. Pehuén. Santiago de Chile, 1985. Todas las citas del<br />

general Prats pertenecen a su excelente libro de memorias, salvo que se indique lo contrario.<br />

458 Después de que Allende le nombrara ministro del Interior para reencauzar el conflicto político tras la<br />

crisis de octubre de 1972, Prats respondió a la pregunta sobre la posibilidad de un golpe militar así: “Hay<br />

algunos chilenos, no muchos por suerte, que piensan que las soluciones deben ser de fuerza. Ya les dije<br />

que cada país tiene sus propias características. En Chile, ésa es una solución sin destino. ¿A qué conduciría?<br />

A una dictadura. Tendría que ser implacablemente represiva. Para ello, las Fuerzas Armadas tendrían<br />

que transformarse en una policía especializada y refinada, y significaría convertir al pueblo en tupamaros<br />

(...) No. Nosotros los militares no acariciamos la idea de reemplazar al poder civil, ni es nuestra misión”.<br />

Ercilla, 29 de noviembre de 1972. p. 12.<br />

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