09.05.2013 Views

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

norteamericano les concedió la visa, no sin antes fotocopiarlos y enviárselos a Vernon Walters.<br />

Cuando Fernández Larios y Townley comunicaron a Espinoza que los tenían, éste les ordenó<br />

que regresaran a Santiago y finalmente no los emplearon.<br />

Días después el jefe de Operaciones de la DINA indicó a Fernández Larios que viajara<br />

a Washington en compañía de una colaboradora, Luisa Lagos, que asumió el nombre de<br />

Liliana Walker. En los últimos días de agosto Fernández Larios empezó a espiar a Letelier e<br />

incluso se atrevió a telefonear al Instituto de Estudios Políticos y preguntar por él, pero le<br />

comunicaron que estaba en Holanda. Cuando dijo a uno de los trabajadores del Instituto<br />

que tenía unas cartas importantes para Orlando, le dieron la dirección de su casa, así que<br />

pudo dirigirse hacia allí y vigilar los movimientos de su familia: anotó la matrícula, el<br />

modelo y el color de los dos vehículos y distintos detalles de la rutina de la casa. El 6 de<br />

septiembre supo que su padre estaba al borde de la muerte y pidió a Espinoza permiso para<br />

regresar a Santiago, por lo que dos días después éste ordenó a Townley que volara a Nueva<br />

York para hablar con los grupos anticastristas que tan bien conocía al objeto de que asesinaran<br />

a Letelier.<br />

A las 11 de la mañana del 9 de septiembre en las oficinas de la compañía <strong>LA</strong>N Chile<br />

en el aeropuerto Kennedy, Townley recibió de Fernández Larios las direcciones de la casa y<br />

la oficina de Letelier y la matrícula de su automóvil y horas más tarde en Union City, Nueva<br />

Jersey, se encontró con Virgilio Paz y al día siguiente también con Guillermo Novo y Dionisio<br />

Suárez, otros cubanos anticastristas. El 18 de septiembre por la noche, mientras Orlando<br />

Letelier y su familia celebraban en su casa las Fiestas Patrias, Townley colocó la bomba<br />

debajo del asiento del conductor de su automóvil.<br />

“La última noche [20 de septiembre] cenamos en casa con Michael y Ronni Moffit<br />

–explicó Isabel Morel– (...) Esa tarde Orlando tenía en su poder una copia del Diario<br />

Oficial en que se le privaba de su nacionalidad y nos dijo: ‘He sabido que en Santiago hubo<br />

una larga discusión: unos querían matarme y otros querían quitarme la nacionalidad. Ustedes<br />

tienen que recordar que en Chile se mata en septiembre. Recuerden: el 11 de septiembre<br />

donde murieron tantos miles de chilenos en 1973 y después en septiembre de 1974<br />

matan a Carlos y Sofía Prats, el 75 se atenta contra la vida de Bernardo Leighton y su esposa<br />

Anita. Este año no me toca a mí, la víctima no seré yo, ya que el castigo que he recibido es<br />

que me quiten la nacionalidad, esto me da un año más de vida’. Orlando no se acordó de<br />

que septiembre aún no había terminado. Los Moffit no tenían auto esa noche y Orlando les<br />

prestó el suyo...”. 703<br />

Al día siguiente Michael y Ronni Moffit le recogieron hacia las nueve de la mañana y<br />

pocos minutos antes de las nueve y media Orlando Letelier (44 años) conducía su vehículo<br />

703 Varas, Florencia y Orrego, Claudio: El caso Letelier. Aconcagua. Santiago de Chile, 1980. p. 17. Otro<br />

libro importante sobre este magnicidio es: Propper, Eugene M. y Branche, Taylor: Laberinto. Javier Vergara<br />

Editor. Buenos Aires, 1984.<br />

364

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!