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DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

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la boca con trapos, para impedirle gritar” 431 . Fue Osvaldo Romo quien finalmente la asesinó.<br />

Aquella madrugada varios agentes de la DINA arrojaron el cuerpo inerte de Lumi al<br />

antejardín de la Embajada de Italia para atribuir el crimen a la izquierda, con la complicidad<br />

de la prensa, y crear problemas a esta legación, una de las que más refugiados había<br />

acogido desde el golpe de estado. En efecto, durante más de un mes los medios de comunicación,<br />

con especial protagonismo de los tabloides del clan Edwards, lanzó una abyecta<br />

campaña de desinformación para atribuir el crimen a inventadas orgías sexuales de los<br />

asilados o incluso a sus propios compañeros del MIR allí refugiados 432 . Por ejemplo, El<br />

Mercurio tituló el 6 de noviembre: “Muerte de Lumi Videla. Los hechos contradicen denuncia<br />

de diplomático”. Y en la “información” se leía: “Vecinos de la calle Elena Blanco,<br />

que no quisieron identificarse por temor a las represalias de los extremistas, dijeron que ‘en<br />

verdad todas las noches se realizaban bulliciosas fiestas en el interior del recinto diplomático,<br />

pero en la noche del sábado y la madrugada del domingo aquello parecía una orgía de<br />

locos’. ‘Varias botellas de licores vacías cayeron a la citada arteria lanzadas por los enfiestados<br />

asilados”.<br />

La aparición del cuerpo de Lumi suscitó tal escándalo internacional, al revelar una vez<br />

más la brutalidad de la dictadura pinochetista, que la DINA tuvo que abandonar la casa de<br />

José Domingo Cañas y trasladar a la mayor parte de sus detenidos y su “infraestructura”<br />

represiva a Villa Grimaldi. 433<br />

431 La tragedia de la familia de Lumi no acabó aquí, tal y como explicó en 1977 su hermano Lautaro al<br />

comité para Chile de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. El fue detenido por la<br />

DINA el 10 de febrero de 1975, fue torturado, estuvo seis meses y diez días incomunicado y desaparecido<br />

y fue procesado y condenado a cinco años de extrañamiento por “conspiración”, hasta que al final fue<br />

expulsado del país el 13 de noviembre de 1976. Su esposa, Elena Altieri, fue detenida por la DINA el 30<br />

de enero de 1975, fue torturada, estuvo desaparecida durante tres meses y otros 22 permaneció presa. Su<br />

padre, Lautaro, fue detenido por Investigaciones, fue torturado durante diez días y obligado a abandonar<br />

Chile junto a dos de sus hijos y su segunda esposa, Lucía Núñez, quien estuvo presa en el Estadio<br />

Nacional y en el cerro Chena y fue torturada. Su madre, Luz Moya, fue detenida e interrogada por la<br />

DINA y su casa fue allanada. Chile-América, nº 31-32. Mayo-junio de 1977. pp. 168-171.<br />

432 Guzmán, Nancy: Romo. Confesiones de un torturador. Planeta. Santiago de Chile, 2000. p. 87.<br />

433 En diciembre de 2001 una máquina retroexcavadora procedió a demoler la casa de José Domingo Cañas<br />

1.366 (adquirida por un conocido empresario), de donde 42 personas fueron hechas desaparecer. “Fue<br />

impresionante ver cómo esa tremenda máquina destruía todo una vez más, allí donde tantas vidas fueron<br />

también destruidas”, afirmó Laura Moya, tía de Lumi, quien impulsó el Colectivo de Rescate de la casa<br />

José Domingo Cañas. No obstante, el 2 de enero de 2002 el pleno del Consejo de Monumentos Nacionales<br />

declaró el lugar como Monumento Histórico Nacional, por lo que ahora los miembros del Colectivo<br />

abogan por crear un centro histórico y cultural que preserve la memoria y promueva el respeto de los<br />

derechos humanos. Hoy un monolito recuerda a los desaparecidos, los ejecutados, los torturados. Primera<br />

Línea, 3 de enero de 2002. http://www.primeralinea.cl<br />

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