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DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

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a tu hermano lo fusilaron hoy día en la madrugada’. Me puse a llorar, pero no le quise decir<br />

nada a mi abuelita. Cuando mi mamá salía para misa, esa señora se lo contó. La vi salir<br />

corriendo hacia la casa de una tía. Como a las seis de la tarde, llegó mi papá y me dijo:<br />

‘Moirita, me dijeron que me viniera del trabajo’. Pero no le habían dicho por qué. Fue<br />

llegando gente a mi casa y entonces crucé”.<br />

Con apenas un hilo de voz Moira regresa al momento más doloroso de su vida. “Mi<br />

mamá me abrazó y me dijo: ‘Lo más difícil era decírtelo a ti’. Fue terrible, terrible. Fue un<br />

daño irreparable el que nos hicieron, ver a mi mamá casi trastornada, verles sufrir toda la<br />

vida. Cuántas veces he necesitado a mi hermano mayor, tanta falta que nos ha hecho”. La<br />

vida cambió para ellos ya que muchos conocidos les retiraron el saludo o se cambiaban de<br />

acera en cuanto les divisaban, porque habían sido marcados por la todopoderosa junta<br />

militar.<br />

“Pero yo salí a la calle para reivindicar el nombre de mi hijo”, recuerda Baldramina.<br />

“Mi primer acto de rebeldía fue la petición de una misa para el 11 de noviembre por el<br />

asesinato de mi hijo. El sacerdote me pidió que no lo comunicara a la prensa, pero la voz se<br />

corrió entre la familia y se llenó la iglesia. Al año siguiente solicité para el 11 de octubre una<br />

misa en la catedral por todos los fusilados y la hicieron. Desde entonces la pido cada año en<br />

recuerdo de las víctimas de Pisagua”. Demandó el cuerpo de su hijo, pero le negaron incluso<br />

la posibilidad de darle una sepultura digna. El 10 de abril 1986, día del cumpleaños de<br />

Tito, presentó una querella junto con la familia Valencia, pero tropezaron con la obsecuencia<br />

del Poder Judicial.<br />

Al alba<br />

El 29 de octubre de 1973 otro consejo de guerra condenó a muerte a Rodolfo Fuenzalida<br />

(43 años, piloto civil), Juan Antonio Ruz (32 años, funcionario de aduanas en Iquique),<br />

José Sampson (33 años, jefe de relaciones públicas de la Municipalidad de Iquique) y Freddy<br />

Taberna (30 años, director de la Oficina Regional de Planificación), quienes, a excepción<br />

del primero, se habían entregado a las autoridades militares. Estos cuatro militantes socialistas<br />

fueron condenados por delitos que no habían cometido tal y como reconoció la sentencia<br />

del consejo de guerra en su tercer considerando: “Que estos hechos, a juicio del<br />

Consejo de Guerra, constituyen el delito referido en los artículos 245 nº 2, en relación del<br />

artículo 246 del Cód. de J.M., en grado de frustración” 249 . El capitán retirado Enrique<br />

Sinn, auditor militar de aquel consejo de guerra, ha asegurado ante la justicia que fueron<br />

obligados por Larraín a cambiar la sentencia dictada que les imponía una pena menor de<br />

prisión. 250<br />

249 Fundación de Documentación y Archivo de la Vicaría de la Solidaridad.<br />

250 La Nación, 27 de octubre de 1973. Edición digital: http://www.lanacion.cl<br />

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