09.05.2013 Views

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

abuelo”, recuerda Gaby. Los agentes del Comando Conjunto vigilaban su casa y por eso<br />

Rivera Matus, que participaba en la lucha clandestina del Partido Comunista, decidió dejar<br />

de dormir allí. “La noche anterior a su detención se despidió de nosotros porque creo que<br />

tenía el presentimiento de que no iba a volver. Le dijo a mi mamá que nos cuidara porque<br />

iba a tener que enfrentar la vida sola. Nos dijo que estuviéramos juntos siempre, que nos<br />

cuidáramos; nos dio el beso de buenas noches y ahí no le vimos nunca más”.<br />

Al mediodía de aquel 6 de noviembre un compañero alertó de su desaparición a su<br />

esposa, Olga Sánchez, quien presentó un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones<br />

de Santiago con la ayuda del Comité Pro Paz, pero fue rechazado después de que, como<br />

siempre, el Ministerio del Interior negara la detención. “Creíamos que con el recurso de<br />

amparo regresaría pronto, pero nos dimos cuenta también de que había mucha gente en<br />

nuestra misma situación –asegura Gaby–. Siempre nos decían que no tenían antecedentes<br />

de él, pasó el tiempo y nunca obteníamos una respuesta. Pensamos que le iban a tener<br />

detenido sólo unos meses, jamás creímos que no le volveríamos a ver. Era tan terrible pensarlo.<br />

El mismo lo decía: ‘Yo no he hecho nada malo, sólo ser sindicalista y ser comunista’.<br />

Pero él sí sabía que no iba a volver. Mi papá en su trabajo clandestino en el Partido Comunista<br />

tenía la misión de ir averiguando qué compañeros iban cayendo y pasaba el tiempo y<br />

los compañeros no aparecían. Tenía claro que le iban a matar, siempre dijo que no iba a<br />

entregar a nadie”.<br />

Su madre, sus hermanos y ella le buscaron en todas partes: en los cuarteles de la<br />

policía, las cárceles, los centros de detención (Tres Alamos, Cuatro Alamos, Puchuncaví),<br />

en la SEN<strong>DE</strong>T, en los depósitos de cadáveres... y escribieron a los ministerios de Interior y<br />

Justicia, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos...<br />

Aún evocan aquella primera Navidad sin él, en medio del dolor y las lágrimas, sin ni<br />

siquiera la solidaridad de muchos amigos, que aterrorizados ni se atrevían a mirarles. “De la<br />

noche a la mañana se derrumbó todo, todo cambió para nosotros, no sabíamos qué hacer.<br />

Fue una desolación porque éramos tan chicos...”.<br />

Como dos de sus hermanos se marcharon a Francia, ya que al mayor le habían expulsado<br />

de la universidad, Gaby asumió la responsabilidad de la búsqueda y maduró en la<br />

lucha por la libertad de los detenidos desaparecidos. Fue la participante más joven de la<br />

“huelga de hambre larga” de la AFDD con tan sólo 17 años, uno por cada día de ayuno.<br />

“Fue una iniciativa muy fuerte, pero también muy simbólica, me hizo muy bien estar ahí,<br />

de aquel modo aún tenía esperanzas de poder encontrar a mi papá. En aquella huelga de<br />

hambre conocí a un señor que había sobrevivido a los campos de concentración nazis y<br />

pensé que por qué mi papá no iba a poder salvarse. Durante cinco o seis años también le<br />

busqué entre los mendigos por si se había vuelto loco o enfermo, con la esperanza de que<br />

pudiera estar vivo. Sin embargo, nunca perdimos la esperanza de encontrar al menos su<br />

cuerpo”.<br />

302

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!