09.05.2013 Views

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

En mayo de 1979 José Celsi compareció ante el fiscal militar que investigaba la causa<br />

y reconoció que los Maureira, los Astudillo y los Hernández Flores fueron empleados suyos.<br />

“Sergio Maureira Lillo, que trabajaba en el fundo, pertenecía a un partido de la Unidad<br />

Popular, ignoro cuál, y periódicamente recibía visitas de políticos de Santiago. Nelson<br />

Hernández, que también se desempeñaba en el fundo, era dirigente sindical e influía en la<br />

gente para moverla políticamente. Enrique Astudillo era comunista y también actuaba agitando<br />

a las gentes”. Celsi negó que los hubiera denunciado ante las autoridades militares,<br />

“ya que no tenía ningún motivo para hacerlo”, pero admitió que el 8 de octubre de 1973 su<br />

administrador le informó de su detención y “no realicé ninguna gestión ante carabineros u<br />

otra autoridad para saber del paradero de dichos trabajadores”.<br />

En cambio, Olga Muñoz recuerda que “el patrón, don José Celsi, comenzó a molestarnos<br />

después de que fueran detenidos. Quería echarnos porque sabía lo que había pasado.<br />

Sabía todo y nunca quiso dar su firma para que pudiéramos cobrar por los años de servicio<br />

de Sergio. ¡Qué no hizo para asustarnos, para que dejáramos la casa! Nos asustaba con los<br />

militares... Hizo abrir una acequia alrededor de la casa y tiritábamos de frío en el invierno,<br />

si hasta los zapatos se ponían blancos con la humedad. Hizo que nos tajearan las vacas que<br />

estaban por parir y también nos envenenaban a los perros. Ya no podíamos... Hasta que un<br />

antiguo patrón de Sergio, don Carlos Velasco, nos ayudó para comprar esta casita. El no se<br />

olvidaba de que Sergio le había trabajado bien...” 813<br />

Al igual que en la vecina Paine, en Isla de Maipo varios civiles vinculados a los partidos<br />

de derecha y a las organizaciones patronales tuvieron una participación activa en los crímenes<br />

de la dictadura. “Muchos se pusieron al servicio de la represión militar y aún hoy me<br />

encuentro en las calles con algunos de ellos. En Chile aún hay una gran impunidad, que<br />

beneficia tanto a los hechores intelectuales y físicos de los crímenes, como a los que colaboraron<br />

con ellos. Suponíamos que con el advenimiento del gobierno democrático habría<br />

juicios para quienes cometieron aquellos crímenes, pero hemos tenido una decepción, como<br />

en otros temas, porque estos gobiernos han privilegiado el modelo neoliberal por sobre los<br />

valores”, afirma Emilio Astudillo, quien, a pesar de tan contundentes críticas, es concejal<br />

del PPD.<br />

Desconocedores de la masacre, durante cinco años los familiares buscaron a estos<br />

quince detenidos desaparecidos en el Estadio Nacional y en otros campos de concentración<br />

sin obtener jamás pista alguna: “No tuvimos la oportunidad de abrazarles, de despedirnos<br />

813 En mayo de 1979 el administrador del fundo, Germán Genskowski, declaró ante el fiscal militar y,<br />

después de mencionar la militancia izquierdista de Enrique Astudillo, Sergio Maureira y Nelson Hernández,<br />

reconoció que “un funcionario de carabineros me consultó en casa de quién se podían efectuar [reuniones<br />

clandestinas] y qué personas podrían participar en ellas, a lo cual le señalé a las tres personas anteriormente<br />

indicadas. Esto fue con posterioridad al 11 de septiembre de 1973 y con anterioridad a la fecha de<br />

la detención de estas personas”. Verdugo y Orrego, p. 82.<br />

421

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!