09.05.2013 Views

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

DESPUES DE LA LLUVIA - Rebelión

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

querida: “Es algo terrible, uno vive amargado todos los días, vive tomando calmantes, es<br />

muy duro, yo no se lo daría a nadie”. Ellos pudieron salir adelante gracias a la ayuda fundamental<br />

de la Vicaría de la Solidaridad, que les proporcionó asistencia psicológica, en su caso<br />

durante cuatro años, si bien todavía padece las secuelas que de manera recurrente le causan<br />

la pérdida del cabello. 834<br />

Hilda Sepúlveda, la viuda de Sergio Maureira, también tuvo que recibir atención de<br />

especialistas en salud mental. Desde que el 13 de febrero de 1979 comprobó en el Instituto<br />

Médico Legal que su esposo era uno de los asesinados en los hornos de Lonquén se volcó<br />

más aún en su hijo. “Ante todo lo que más me preocupaba era la reacción de Miguel, era un<br />

niño muy introvertido. Un sacerdote me recomendó que le llevara a la iglesia de Isla de<br />

Maipo para explicarle allí lo que había sucedido porque él ya iba al colegio y no quería que<br />

se enterara porque otros niños se lo dijeran”. 835<br />

Miguel no preguntó jamás por su padre hasta que cumplió 10 años. “Hasta que tuvo<br />

7 años vivimos con mi papá, que murió en 1980 –explica Hilda–. Entonces tuvimos que<br />

irnos a Santiago y funcionar solos. Nos costó bastante. Cuando Miguel cumplió 10 años<br />

sufrió una reacción ante lo que le pasó a su papá, le brotó una alergia, su cara se puso toda<br />

hinchada, no se le veían los ojos, las orejas parecían empanadas... El médico me dijo que<br />

padecía una reacción psicológica por tener tantas cosas retenidas en su cabeza. Después ya<br />

fue asimilando lo que le había pasado a su papá, de a poco empezó a preguntar más. Desde<br />

1984 tengo una nueva pareja, Rafael, un hermano de mi esposo. Con él tuve un hijo y este<br />

niño tiene una característica distinta a Miguel, siempre reía, y Miguel aprendió a sonreír<br />

con él, cambió mucho”.<br />

Este se parece a su padre en su seriedad, dice Hilda, quien se emociona cuando indica<br />

con orgullo que el 11 de septiembre de 2001 aprobó el examen de grado de la licenciatura<br />

de Ciencias Agrarias. Su lucha de tantos años por neutralizar el dolor, la desesperanza,<br />

había dado sus frutos.<br />

“Cuando tenía 4 ó 5 años me contaron que ellos estaban muertos, sin entrar en detalles.<br />

Siempre sentí la falta de tener un papá, pero además en el fondo, pensándolo bien, era<br />

un niño bien distinto, era callado, me costaba hacer amigos, cosa que ya he superado, pero<br />

me costó harto”, subraya Miguel Maureira 836 . “Me decían que mi papá era serio, que le<br />

gustaba el fútbol, cosa que a mí no me gusta. Me hubiese gustado que me apoyara en todo<br />

lo que me gusta. Es inevitable pensar qué hubiera supuesto conocerle, pero creo que he ido<br />

834 Sobre las consecuencias de la represión en la salud mental de los familiares de las víctimas, véanse: Agger,<br />

Inger y Jensen, Soren Buus: Trauma y cura en situaciones de terrorismo de Estado. Derechos humanos y salud<br />

mental en Chile bajo la dictadura militar. CESOC. Santiago de Chile, 1996. Lira, Elizabeth y Piper, Isabel<br />

(eds.): Reparación, derechos humanos y salud mental. I<strong>LA</strong>S-CESOC. Santiago de Chile, 1996. CO<strong>DE</strong>PU:<br />

Persona. Estado. Poder. Estudios sobre salud mental. Chile, 1973-1989. Santiago de Chile, 1989. CO<strong>DE</strong>PU:<br />

Persona. Estado. Poder. Estudios sobre salud mental. Chile, 1990-1995. Santiago de Chile, 1996.<br />

835 Entrevista a Hilda Sepúlveda. Agosto de 2002.<br />

836 Entrevista a Miguel Maureira. Agosto de 2002.<br />

432

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!