Descargar PDF - Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado
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52 ¿QUO VADIS AFGANISTÁN?<br />
bastante más suave que las anteriores (Fitzgerald y Gould, 2009: 48).<br />
De hecho, algunos expertos sostienen que la decisión británica no fue<br />
fruto de ninguna elección, sino de la pura “desesperación” (Tanner,<br />
2009: 217). En todo caso, si el objetivo consistía en mantener cierto<br />
control sobre la política exterior afgana sin tener que soportar más<br />
bajas, puede decirse que la jugada les salió razonablemente bien.<br />
Probablemente, ocurrió que tanto rusos como británicos vieron<br />
en Abd-al-Rahman al hombre perfecto para llevar a buen puerto su<br />
pacto bilateral de 1872, por el que se instituía Afganistán como<br />
“Estado-tapón”, de un modo bien explícito. Finalmente, como quiera<br />
que el estado en el que Abd-al-Rahman encuentra su propio país en<br />
1880 era lamentable, la opción británica también puede ser<br />
interpretada como una tentativa avant-la-lettre de impulsar una acción<br />
de state-building. Algo perentorio habida cuenta de que por aquel<br />
entonces el gobierno de Kabul sólo controlaba la capital y sus<br />
aledaños. Esto significa que la tentativa de construcción de un Estado<br />
en Afganistán en la etapa de Abd-al-Rahman constituye un caso de<br />
cajón de lo que Charles Tilly define como variante “geopolítica” (o<br />
con motor endógeno) en el proceso de creación de Estados (Tilly,<br />
1992: 26-27). De hecho, cuentan las crónicas que cuando Abd-al-<br />
Rahman alcanzó el poder, por no tener no tenía ni un palacio desde<br />
donde liderar su acción de gobierno. Con lo que tuvo que improvisar<br />
un campamento a base de tiendas, en el que quedó ubicada su nada<br />
flamante corte. Toda una metáfora del “estado de un Estado” que<br />
todavía no era tal cosa… ciento cincuenta y tres años después de que<br />
Ahmad Sha Durrani intentara una gesta similar… supuestamente<br />
coronada por el éxito. Así que el reto planteado era sobresaliente.<br />
Como todos sus antecesores en el cargo, el nuevo emir era<br />
pastún durrani. Esta vez del clan barakzai. Como sus antecesores, pero<br />
con mayor énfasis si cabe, su apuesta no pasaba por construir un<br />
Estado-Nación afgano multiétnico, sino más bien por consolidar el<br />
dominio pastún sobre los territorios poblados por otras etnias. A poder<br />
ser tras lograr la reunificación de los propios pastún que, como<br />
sabemos, estaban divididos. Así que las primeras conquistas (o<br />
reconquistas, según se mire) tuvieron como protagonistas a las<br />
ciudades de Kandahar y Herat, y para lograr esta empresa logró<br />
movilizar a los pastún ghilzai y a los pastún karlanri. Aunque esas<br />
operaciones iniciales fueron un rotundo éxito, las continuas tiranteces