Descargar PDF - Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado
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CAPÍTULO 2 53<br />
UNA NACIÓN CON UN PARTO COMPLICADO<br />
entre durrani y ghilzai provocaron un levantamiento de estos últimos<br />
hacia 1886. Así que Abd-al-Rahman decidió llevar a cabo su jugada<br />
maestra. Fijó su mirada en las tierras de los hazara que, como sabemos,<br />
eran chiítas. Y se propuso intensificar la desarticulación de la minoría<br />
hazara. Para lograrlo, Abd-al-Rahman declaró la yihad contra los<br />
chiítas afganos. Esto le permitió recuperar a los ghilzai para su causa,<br />
de una manera bastante más efectiva. Hacia 1888, el Hazarajat había<br />
sido sometido mediante una operación en la que durranis y ghilzai se<br />
dejaron liderar de consuno por el emir. Pero con esto se enfatizaba una<br />
vez más un proyecto de Afganistán esencialmente pastún, y<br />
esencialmente sunnita 5 .<br />
Desde ese momento, los descendientes de quienes fuesen<br />
orgullosos guerreros de Gengis Khan llegaron por avalanchas a Kabul<br />
para “servir como siervos” a los pastún durrani que conformaban la<br />
elite política, como siempre, de forma casi monolítica. Pero antes<br />
observaron impotentes como les destruían sus mezquitas chiítas en sus<br />
propias tierras. O como los Koochi (pastores nómadas que comparten<br />
origen pastún) recibían todo tipo de protección y aliento desde Kabul<br />
para adentrarse en esas mismas tierras hazaras, muy a pesar de los<br />
deseos de los lugareños y de sus intereses agropecuarios (Griffin,<br />
2001: 335-336). De hecho, la política de Abd-al-Rahman incluía una<br />
auténtica repoblación con personal perteneciente a las tribus pastún<br />
del sur que afectaba, sobre todo, a tierras tayikas y hazaras, así como<br />
de las otras minorías (como la uzbeka) que tras su éxito iban a quedar<br />
definitivamente encajadas en el nuevo Estado. Este hecho,<br />
efectivamente, ya no iba a conocer marcha atrás.<br />
Los afectados fueron casi siempre pastún ghilzai, que en<br />
número de decenas de miles fueron conminados a abandonar sus<br />
tierras natales para establecerse definitivamente al norte de la<br />
cordillera del Hindu Kush, precisamente para encargarse de las tierras<br />
hasta entonces en manos de las demás minorías étnicas (Ewans, 2002:<br />
5<br />
De todas formas, se registraron insurrecciones de los hazara entre 1891 y 1893.<br />
Asimismo, Abd-al-Rahman combatió con éxito a los uzbekos en 1888. Y fue el artífice<br />
de la islamización del Nuristán, de la que hemos hablado más atrás, culminada en 1896.<br />
Según parece, fue especialmente duro en su trato con los hazara y los nuristanos, y algo<br />
más condescendiente con los uzbekos –por ser suníes- (Jawad, 1992: 15). En este<br />
sentido, puede decirse que su trayectoria como gobernante fue muy similar a la seguida<br />
por Ahmad Shah Durrani. Aunque algo más contundente.