04.11.2014 Views

Descargar PDF - Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado

Descargar PDF - Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado

Descargar PDF - Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CAPÍTULO 4 79<br />

LA MONARQUÍA DE ZAHIR SHAH (1933-1973)<br />

La consecuencia más inmediata de este alineamiento<br />

pakistaní es que, desde entonces, los sucesivos gobiernos de Zahir<br />

Shah van a acelerar su acercamiento a la URSS (Rubin, 2009: 21).<br />

No fue difícil porque, como sabemos, el terreno ya estaba abonado.<br />

Podría decirse que su acercamiento tuvo mucho de inercial. Pero,<br />

por otro lado, también se puede inducir a partir de la experiencia de<br />

épocas anteriores que una aproximación a un Estado que se<br />

autoconsidera adalid del materialismo puede traer graves efectos<br />

colaterales en la conservadora sociedad afgana, ya sea pastún o no<br />

pastún. Así que las elites religiosas estaban recelosas. Pero el<br />

Estado afgano seguía siendo, esencialmente, una autocracia. No<br />

existía auténtica libertad política. Así que las ventanas de la<br />

democracia estaban cerradas. Y, con ellas, también lo estaban las<br />

de la protesta pacífica. El problema tiene, en estos casos, nombre<br />

de dilema: ¿aguantar estoicamente o levantarse en armas? En las<br />

autocracias no existe una vía intermedia.<br />

La solución fue, de momento, esperar acontecimientos. A<br />

los islamistas les quedaba una última esperanza: la elite en el poder,<br />

pastún durrani como casi siempre desde 1747, tan conservadora<br />

como era, ¿se atrevería a traicionar al Islam? Quizá no, después de<br />

todo. Quizá era Kabul la que manejaba las cartas. Y quizá los<br />

soviéticos se contentarían con tener un aliado estratégico sin<br />

mayores pretensiones de dirigir la política interior afgana. Quizá<br />

esa relación sería, puestos en el peor de los casos, tan mala como la<br />

del viejo protectorado británico. Pero no peor. Y quizá, como<br />

entonces, el Islam sobreviviría a las turbulencias provocadas por<br />

los tejemanejes de vecinos poderosos con los cuales, en el fondo,<br />

no se comparten las agendas políticas. Quizá…<br />

Hacia 1953 se produjo algo más que una vuelta de tuerca en<br />

el gobierno de Afganistán. El teniente general Mohammed Daud<br />

Khan asume el poder, siempre de acuerdo con Zahir Shah. Era<br />

primo del rey. También pastún durrani, por supuesto. Su primera y<br />

principal obsesión fue no renunciar a las presiones sobre Pakistán

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!