11.07.2015 Views

Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Trazos malditosTrazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Escribir se asemeja a una caminataque salmodia el cuerpo.Testimonio de un vértigo corporaly de un pasaje continuo de unestado de equilibrio hacia otroestado paradojal y refinado.“país da brasa”, envuelto en <strong>las</strong> “potenciasdo fogo” practica la conversión y laencarnación. Conversión de <strong>las</strong> callesde Sodoma en <strong>las</strong> veredas del Paraíso.Encarnación en los giros por <strong>las</strong> calles,en los baños de los bares, en <strong>las</strong> declaracionesde amor susurradas. Como siviviera sobre un balancín, Lúcio vence<strong>las</strong> melancolías de sus recuerdos y afirmaque “viver não era apenas uma frase”. Enun vagabundeo erótico consumado son<strong>las</strong> flexiones o declinaciones del cuerpo<strong>las</strong> que se registrancomo crónicas enla gramática. El“entre” que JoãoCabral de MeloNeto alcanzara enEl perro sin plumas(1950) en <strong>las</strong>sección IV “Discurso del Capibaribe”(“viver / é ir entre o que vive / O quevive / incomoda de vida...”); Carellalo descubre en Orgía (O clima moralde Pernambuco é particularmente turbulento,o meio destaca-se pela sensualidadbrutal). Como en <strong>las</strong> narraciones deReinaldo Arenas la voracidad sexual deLúcio supera todos los prejuicios, represionesy prohibiciones.Todos êsses rapazes... dispõem de umaliberdade que de outro modo não teriam.El calor afrodisíaco diluye la sangre ypropicia <strong>las</strong> mezc<strong>las</strong>. El tacto toma ycrea libertad como una fuerza persuasiva.Descubrimos que el “entre” tiene nombrede “sarará”, forma de sensualidad brutaly es práctica de una libertad sexual sinfrenos. La promiscuidad va haciendo deldeseo una mezcla que da nacimiento aun tercero, a un nosotros. Carella, Puigy Perlongher descubren a “Urano en <strong>las</strong>esquinas” y alcanzan el residuo emocionalen el callejeo. Y es en éste que tambiénse pierden en la naturaleza de fuerzasmisteriosas como sutiles inflexiones deuna vivacidad fisiológica. Recife encarnaa Carella rodeado de un deseo festivoe incesante. Aunque terminara preso ysospechado de traficar armas a Cubapara miembros de <strong>las</strong> Ligas campesinasde Pernambuco, requisado policialmenteen su propiedad, incluso en su diario, ychantajeado por la institución escolar,Carella prefigura la escena del deseocomo la captura de acontecimientosfugaces e instantáneos y registra atisbosde un movimiento de mutación.DeclinaciónEl Brasil mítico de los años ochentacon sus carnavales que emulsionan unaeclosión de sensaciones e intensificanuna multiplicación de simulacionespermite ver una cadena de imágenes decuerpos vibrantes. Liberación sexual del“desbunde”, travestis, taxiboys y nochesinterminables del Baixo Leblon conjuganalcohol, trips y lujuria. Río “liberado”adonde llegaron tantos argentinos ylatinoamericanos escapando de los añosde plomo y represión. Contra la postalde morros y costa, en un crisol de gentes,descubrimos a Puig viviendo su propioexilio mientras escribe en “letra demujer” Cae la noche tropical (1988). Sucamisa colorida se deja ver entre putos ypoetas en el arrastre de <strong>las</strong> conversacionessin rumbo. Nadando por <strong>las</strong> mañanasy caminando atardeceres aplaca susoledad. Vive amores a los que deseaperdurables, aunque pasen fugaces portandocomo todo “garoto de programa”una única filosofía: apenas una buenaapariencia. Puig vive en Río, pasadoslos 50 años, el amor y el sexo pasionalmientras registra la íntima consistenciade la vida en <strong>las</strong> conversaciones con susamantes. El entredecir doméstico revelaun tránsito de implicación, donde unvendedor ambulante o un muchachoque pinta muebles serían los lazos conla creencia amorosa y con un dejarseestar. El impulso de agregación resultacontrariado en la continuidad amorosapero festejado en la superficie de lacartografía de los cuerpos. Puig buscaen lo semejante y lo cercano, lo lejano ylo diferente. Busca en los garotos, divasy galanes de celuloide. Descubre en loslapsos de lo cotidiano lo extraño y loexótico. Los lugares comunes de unavoz de mujer carioca son la materiaprima de una tolerancia que el propionarrador dice no haber encontradonunca en otros sitios. “De alguna maneranadie te ve ni te observa. La miradacarioca es otra cosa, no es crítica perojamás es indiferente.” En esta miradapractica un “estar ahí” y un “pasajehacia el exterior”. Habita “a través de” lamirada, en la “chatura” de la lengua y enla superficie de los cuerpos. Habita unumbral que nombra al mismo tiempoel estar “adentro-afuera” y el tránsitomismo. Busca sustantivos y verbos quele devuelvan zonas semánticas estables yencuentra flexiones gramaticales comoexpresiones elásticas e inestables. Comolo es un encuentro entre un pederasta yun revolucionario que sólo puede sostenerseen <strong>las</strong> declinaciones del detalle.Puig encuentra en Río de Janeiro unvivir presente que sostiene el continuocon sus amores cinematográficos. Eltránsito oblicuo conquista el recorridogeneral donde el engendramiento de <strong>las</strong>mezc<strong>las</strong> descubre <strong>las</strong> miniaturas singulares.Tan singulares porque alcanzan elhumus cotidiano en la fidelidad a unamirada caleidoscópica y banal. Comoen <strong>las</strong> conversaciones de dos hermanasque en el crepúsculo de sus vidas vivende prestado la historia de amor de unavecina más joven:A todo esto, dijiste que había cosas muypicantes que me iban a escandalizar. Yoestoy esperando y todavía de picante nohubo nada.<strong>Las</strong> hermanas conversan en el exiliodonde Río y Buenos Aires son comparadasen sus contrastes gruesos. Nidiale pregunta a su hermana:¿ella por qué se vino a Rio?Luci responde:Ya te dije, por amenazas de <strong>las</strong> tres A, ¿teacordás?, la Triple A.O la referencia al clima:¡Qué feo vivir en un país frío, ya meacostumbré al calor de acá.A nuestra edad eso no tiene precio, unlugar donde nunca llega el invierno.No sabés cómo sufro cuando vuelvo ala <strong>Argentina</strong>.Y la distinción entre bares que tampocoescapa a la mirada de <strong>las</strong> señoras:Yo te llevo a un bar, pero no es lo mismoque en Buenos Aires. Acá son mas paratomar cerveza, y por eso es toda juventud,o si no hombres solos. Pero señorasno van, y es un bochinche loco. Río noes para gente mayor, ya viste que en laplaya somos nosotras <strong>las</strong> únicas.Siempre en la búsqueda del hombreverdadero y del amor durable, Puig esmovido por la melodía “senda florida” deGardel, uma lembrança (1987):Un muchacho solo y extraviado / quetambién está buscando / la vuelta haciael hogar / (...) / El destino.../ era adverso.../ mas nos sonreirá.../.206 20703. Trazos malditos.indd 206-207 13/11/06 21:39:12

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!