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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006GroussaquianasGroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006para lo cual, y dentro de los límites detiempo de una conferencia, recorreremosa vuelo de pájaro su vida, deteniéndonosen los hitos que lo muestran siempredigno, ajeno a todo “cálculo”, “estrategia”o “piolada”, animándose a enfrentarel poder, cuando la defensa de sus ideas ysus sentimientos se lo exigirían.Los pasajes más incisivos del ataquePero antes, a mucho más vuelo de pájaro,debo señalarles en este nuevo agravio, lospasajes que han generado mi reacción. Seentiende que el agravio parte, ya, desdeel título: “estratega intelectual”.Y ya adentrándonos en el libro, extraigoalgunas de <strong>las</strong> constantes referenciasprejuiciosas con que se presenta aGroussac como un calculador de movimientosy posiciones:• “Puso en práctica múltiples estrategiasque terminaron por otorgarle unapreeminencia indiscutida” (pág. 62).• “Ciertas ideas y acciones del personajenos permiten tipificarlo como unestratega intelectual, en la medida enque sistemáticamente diseñó y ejecutódiversas operaciones destinadas a modificarla dinámica de la esfera culturalen la que estuvo inmerso” (pág. 64).• “Centramos nuestra atención enalgunas estrategias articuladas por elpersonaje que nos ocupa” (pág. 67).Veremos que con frecuencia suele reaparecerlo que llamaríamos “la granLevillier”. Y esto, ahora, por la atribuciónque se hace de móviles íntimos.Leemos en la pág. 67: “Con el fin dejustificar su posicionamiento excepcionalGroussac partía de una premisa”.Acá le están atribuyendo fines no expresadospor el escritor. La autora sospecha,y se atreve a exhibir su sospecha,con una prejuiciosa aseveración, sin lamenor señal dubitativa de su parte. Sinprudencia, esto es “sin sabiduría”, disparasus tiros diciendo: “con el fin dejustificar su posicionamiento, Groussacpartía de una premisa”. Pero nosotrosdecimos que la tal premisa, en realidad,es hija del estado de sospecha, y de obsesivoprejuzgamiento serial con que semaneja esta tesis, pues tal premisa nuncafue declarada ni propuesta por nuestroametrallado pianista.Veamos lo que este libro hace permanentemente,como hilo conductor. Ylo haremos con <strong>las</strong> palabras textualesde la autora: “se presenta la reconstruccióndel itinerario vital de Groussac”,frase que yo he traducido para mí, yahora para ustedes: “se presenta la vidade Groussac”. Bueno, me adelanto adecirles que la autora se expresa siemprecon una frase lo más complicadaposible. Y digo yo: si la podés hacerdifícil, ¿para qué la vas a hacer fácil?Al respecto, permítanme Uds. unadigresión, que introduzco aquí paramostrarles cómo ha sido juzgada “lamala prosa de la autora”. Y para queasí ya quede este punto debidamenteanudado con un ejemplo. Al respecto,les decía yo, esta oscuridad, este defectode expresión, ya ha sido subrayadoen otra reseña sobre el libro, publicadaen el suplemento Cultura del diario LaPrensa, en el mes de abril de este año.Inicialada G. B., corresponde a GuillermoBelcore, quien parece crisparseante, y les leo textualmente:la cacofónica jerga de los claustros... y losripios narrativos en que incurre la malaprosa de la autora.A veces nos encontramos ante parrafadasrealmente intransitables. Yo he separadofrecuentes ejemplos; pero hoy les voy aahorrar a ustedes –al menos por ahora–el martirio de escucharlos, y, créanme,encima, quedarse sin entenderlos.¡Ay, Papá Paul! Parece que a setenta ycinco años de tu muerte te ha venidoa salir en Buenos Aires, egresada nadamenos que de la facultad de Filosofíay Letras de la UBA (cuyo ConsejoAcadémico también integraste), unanueva cultora del “floripondio”; un rebrotedel vicio, de la frase complicadaque tanto te empeñaste en desterrar denuestra lengua. Y bueno, parece que tefalló el herbicida y perduran algunasma<strong>las</strong> hierbas que han logrado rebrotarentre nosotros, porque te cuentoque no es éste el único caso de malalengua idiomática que nos invade.Los fundamentos de nuestra defensaPara rebatir la óptica de esta tesis, vamosahora a ir viendo la conducta de “nuestroestratega escalador de posiciones”.En primer lugar nos referiremos a esasdos acciones de Paul Groussac que latesis presenta como “maniobras de posicionamiento”.Son <strong>las</strong> que se refieren:1°) al uso de sus amistades;2°) a la artificial generación de polémicas.Nos parece estar de nuevo ante “la granLevillier”. El fantasma de quien en sumomento debió replegarse ante el sonarde sables, floretes y pisto<strong>las</strong>, paraterminar allanándose en forma incondicionaly retirar la ofensa, parece hoysobrevolar en estas páginas de la Prof.Bruno, por la manera en que se atreveella a adentrarse en el terreno moral,juzgando íntimos móviles. Repito:1°) los móviles por los que Groussacconstruía sus amistades;2°) los móviles con que generaba artificialespolémicas.Dos actitudes heroicas, no valoradaspor la tesisNuestro aspirante a trepador no dudaen arriesgar su vida en dos ocasionesnotables, ambas referidas a su intervenciónheroica –sí, heroica– durantedos epidemias que azotaron a BuenosAires: la del cólera (1868) y la de lafiebre amarilla (1871).Conducta heroica: así también la hancalificado Benarós y Páez de la Torre.Por supuesto, la tesis permanece insensible,y con opinión mezquina se limitaa decir que es Groussac quien narrael episodio con tono heroico.Conviene aquí recordar que, casi reciéndesembarcado, el joven había trabajadocomo peón ovejero en San Antoniode Areco, pasantía que le da dosllaves importantes para el aquerenciamentodel futuro argentino: empiezael aprendizaje del idioma, aun “entrevascos y paisanos”. Y aprende a montara caballo, transporte en aquellostiempos imprescindible para quien,después, recorrerá el país a caballo oa lomo de mula, como “Inspector deEnseñanza Secundaria”. Bien se ha dichoque la patria se hizo a caballo.Epidemia de cólera (1868)En esos días vive en una finca del oeste,posiblemente Morón, contratadocomo preceptor para los tres hijos deun rico comerciante francés. Y simultáneamente,todos los días que tienec<strong>las</strong>e viene al centro, al Colegio Nacional(después el Buenos Aires) dondedicta Matemáticas, aun careciendo detítulo. Sucede que antes de aventurarsea su viaje a Buenos Aires, a los 17 añosacababa de aprobar el ingreso, severísimo,a la Escuela Naval de Brest, con tal370 37106. Groussaquianas.indd 370-371 13/11/06 21:44:12

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