LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La imaginación críticaLa imaginación críticaLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006fiebre de hojas muertas que puede llegarhasta no dejarnos dormir. En mi cuartocerrado se interponían desde hacía unmes, evocadas por mi deseo de ver<strong>las</strong>,entre mi pensamiento y cualquier otroobjeto al que me aplicaba, arremolinándosecomo esas manchas amaril<strong>las</strong>que a veces, adonde quiera que miremos,bailan ante nuestros ojos. Y esamañana, al no oír más la lluvia quecaía como los días anteriores, al ver elbuen tiempo que sonreía en los ángulosde <strong>las</strong> cortinas cerradas, como <strong>las</strong> comisurasde una boca cerrada que dejaescapar el secreto de su felicidad, sentíque podría mirar esas hojas amaril<strong>las</strong>,atravesadas por la luz, en su supremabelleza: y no pudiendo contener ya eldeseo de ir a ver los árboles, del mismomodo que antes no podía, cuando elviento soplaba fuerte en mi chimenea,dejar de ir a la orilla del mar, salícamino de Trianon atravesando el Boisde Boulogne... una doble hilera decastaños arananjados parecía, comoen un cuadro apenas iniciado, habersido pintada por un decorador que nohabía puesto color en el resto…Y el Boistenía el aspecto provisorio y facticio(...) en el crepúsculo que se inicia, seilumina como una lámpara, proyecta adistancia sobre el follaje un reflejo artificialy cálido y hace llamear <strong>las</strong> hojassuperiores de un árbol que sigue siendoel candelabro incombustible y opaco desu cúspide incendiada. (...) Iba haciael paseo de <strong>las</strong> Acacias... La luz atraíadiestramente a dos árboles y, utilizandoel cincel poderoso del rayo de la sombra,recortaba a cada cual una mitad de sustroncos y sus ramas y, trenzando <strong>las</strong> dosmitades que quedaban, <strong>las</strong> convertíaen una sola columna de sombra quedelimitaba la iluminación de alrededor,o un único fantasma de claridadcuya red de sombra negra cernía elfacticio y tembloroso contorno. Cuandoun rayo de sol doraba <strong>las</strong> ramas másaltas, éstas parecían, impregnadas deuna humedad refulgente, emerger so<strong>las</strong>de la atmósfera líquida, color de esmeralda,en que la arboleda entera estabasumergida, como en el mar. 7“Facticio” (factice 8 ) es uno de los vocablosclaves de este fragmento textual.Es, sin duda, lo artificial, opuesto entoda la línea a lo así llamado natural.Pero la acepción proustiana de “natural”tiene otra extensión que la habitual:aunque se presente en primerplano el tiempo en que el narradoratraviesa el Bois para ir a Trianon, eltiempo de la narración es el momentodel “cuarto cerrado”, la temporalizaciónextática del recuerdo que vagay divaga desde el mar espectral desu propio cuarto. Todo lo que no eseste cuarto, todo lo que no pertenecea la red metafórica del encierro y delrepliegue nostálgico hacia el interior,hacia el alma intermitente, todo esopertenece a lo “natural”, la naturalezasalvaje, la cultivada y aun la historia.Pero a la inversa, ese exceso de artificialidad,ese exceso de convención queaparentemente se desprende de la materialidad,por una torsión que le es propiaalcanza, en última instancia, algo inconmensurable,algo no facticio.Como en tantos momentos de Proust,la mímesis imita lo radicalmente inimitabley fracasa triunfando, y no porrehusarse a imitar; por el contrario, yacusadamente en esta escena del Bois,los códigos paisajísticos, botánicos,escultóricos, pictóricos que siempreconvoca para apresar a su objeto (objetoconstruido y jamás dado, comoocurre en toda obra, mas aquí conplena conciencia de ello) atraviesan,de plantación en plantación, de claroen claro, de sendero en sendero, ciertosintervalos que permiten ordenar,provisoriamente, una forma, una disposición,que luego el ritmo y latextura de la prosa, el ondular espejeantedel juego metafórico, llevan asu culminación que es su combustióny que, lejos de apagarse, se prolongaen la configuración del texto: combustiónde segundo grado, combustiónincombustible, luz que se opaca y permanece,no obstante, indeleble.¿Qué es lo inimitable? No cabe aquíestablecer una duplicidad estática ysimple que opondría lo simplementeimitable a lo igual y simplementeinimitable; la imitación (la antigua,que no es tan distinta de la moderna,salvo porque ésta revela –lo que no espoco– lo que la primera oculta) buscay se esfuerza por adoptar un perfilisomórfico, pero el mismo término decomparación se evade, se difumina ycomo el objeto de la ciencia infusa, sepierde dejando tras sí algunas briznaselementales de incógnita.Así prepara el terreno en el cual estabasituada desde antes y sin saberlo: ya nohay fenómeno que imitar, ya no haytampoco esencia alguna que capturarcon el esfuerzo de la inteligencia: loinimitable (que, es importante, nuncase reduce a una pura generalidad, porquecontinúa siendo este inimitable, elinimitable singular de una imitaciónfallida y singular) se torna poso y pozode un remolino de manchas amaril<strong>las</strong>que bailan ante nuestros ojos, rehusándosea fijarse en una imagen centrada,nítida, espesa, inmóvil.Nos introducimos en lo informe queyace en la travesía de la forma, en elvértigo que captura un movimientodel alma que, más allá de la nostalgia,su causa ocasional, alcanza, con elcincel del rayo y de la sombra, con elmontaje de esos contrastes extremosque son el armazón vivo de la obra,a trenzar, es el verbo que usa Proust–tresser, junto a retrancher, aquí vertidocomo “recortar”–, la luz y laoscuridad, el fulgor y la tiniebla, aestablecer una columna de sombrarodeada de luz o, en inversión simétrica,un fantasma de claridad que cierneel contorno facticio, cuyo temblordenuncia lo negro.Dos elementospolares que setrenzan (se combinan)en dosformas simétricasy en posicióninversa la unacon respecto a laotra; no se podría, en verdad, pedirmayor sencillez estructural; y, sinembargo, ese mismo dispositivo es yala magia que fascina, la causa eficienteque hechiza y desborda por todoslados los contornos de la forma,en la misma medida en que lo sinmedida no es sombra, no es luz, esambigüedad cuyos términos se alejanel uno del otro, el uno en el otro;ambigüedad extrema y suprema queconvoca sin poder nombrarlos a esostérminos extremos que son los míticosalfa y omega; alfa sin alfa, omegasin omega.En todas <strong>las</strong> articulaciones posiblesde la crítica y de la mímesis, Proustes constantemente ejemplar, al igualque, en otro campo y con otros registros,lo es Kafka.La multiplicación sutil de los códigos,la ironía que lo muestra solidariocon rituales, valoraciones, ideales, delos que no ignora sus límites y hastasus profundas miserias, la inteligenciaformal que puede urdir frases serpenteantesy larguísimas, en aparienciaEn todas <strong>las</strong> articulacionesposibles de la crítica y de lamímesis, Proust es constantementeejemplar, al igual que,en otro campo y con otrosregistros, lo es Kafka.78 7901. La imaginación crítica .in78-79 78-79 13/11/06 21:29:53
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La imaginación críticaLa imaginación críticaLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006invertebradas que, pese a lo cual, sonefectiva, profundamente vertebradas,se disponen en abanico, y así multiplicación,inteligencia, ironía, acabaránpor cerrarse, postreramente, sobre elmisterio cuyo torbellino es clara yardientemente (claridad y ardor quedesarman, sin duda) el punto últimodel silencio, el punto último de laausencia de trascendencia, o que instaura(lo que viene a ser lo mismo)una suerte de trascendencia blanca:otro de los nombres de la legendariamímesis que nos acosa de maneras queremiten a un imposible foco de identidadque sólo apreciamos caso porcaso, oportunidad por oportunidad;como quien dice, en cada ocasión.NOTAS1. Este texto está inspirado en “Acerca de la crítica”, de Maurice Blanchot, que figura como prefacio a su Sadey Lautréamont, Buenos Aires, Ediciones del Mediodía, 1967.2. Hegel, G. W. F., Ciencia de la lógica, Buenos Aires, Hachette, 1956, T. I, pp. 146/7.3. Adorno, Th. W., Teoría estética, Obra completa, vol. 7, Madrid, Akal, 2004, pp. 156/8.4. Caillois, R, Medusa y Cia. Barcelona, Seix Barral, 1968.5. Cit. en p. 102 del texto mencionado en la nota 3.6. Murena, H. A., Visiones de Babel, Buenos Aires, FCE, pp. 482/3.7. Cito según la versión de Estela Canto, con algunas correcciones: Proust, M. Del lado de Swann, BuenosAires, Losada, 2000, pp.440/2; Proust, M. Du côté de chez Swann, Paris, Folio C<strong>las</strong>sique, 2001, pp. 414/6.8. En la versión de Estela Canto y en varias oportunidades se vierte factice “ficción o ficticio” lo cual es undespropósito; ambos vocablos conservan la connotación de “engaño” pero el primero apunta a lo “artificial” yse opone así a lo “espontáneo”; el segundo opone lo “imaginario” a lo “real”. Habría que preguntarse si buenaparte de lo que llamamos ficción, no merecería mejor ser llamado “género facticio”; El realismo corriente esindiscutiblemente ficticio, pero en modo alguno facticio –o si lo es–, lo es a pesar suyo.Franz Kafka80 8101. La imaginación crítica .in80-81 80-81 13/11/06 21:29:54
- Page 2 and 3: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006
- Page 4 and 5: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 6: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 11 and 12: La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 13: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 16 and 17: La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 18 and 19: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 20 and 21: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 22 and 23: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 24 and 25: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 26 and 27: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 28 and 29: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 30 and 31: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 32 and 33: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 34 and 35: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 36 and 37: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 38 and 39: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 40 and 41: La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 44 and 45: Un crítico se mide frente asu moti
- Page 46 and 47: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 48 and 49: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 50 and 51: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 52 and 53: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 54 and 55: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 56 and 57: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 58 and 59: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 60 and 61: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 62 and 63: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 64 and 65: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 66 and 67: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 68 and 69: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 70 and 71: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 72 and 73: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 74 and 75: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 76 and 77: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 78 and 79: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 80 and 81: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 82 and 83: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 84 and 85: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 86 and 87: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 88 and 89: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 90 and 91: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 92 and 93:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 94 and 95:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 96 and 97:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 98 and 99:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 100 and 101:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 102 and 103:
Trazos malditosComo cualquier otra
- Page 104 and 105:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 106 and 107:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 108 and 109:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 110 and 111:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 112 and 113:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 114 and 115:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 116 and 117:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 119 and 120:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 121 and 122:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 123 and 124:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 125 and 126:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 127 and 128:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 129 and 130:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 131 and 132:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 133 and 134:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 135 and 136:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 137 and 138:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 139 and 140:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 141 and 142:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 143 and 144:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 145 and 146:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 147 and 148:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 149 and 150:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 151 and 152:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 153 and 154:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 155 and 156:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 157 and 158:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 159 and 160:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 161 and 162:
Reflexiones sobre lacondición inte
- Page 163 and 164:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 165 and 166:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 167 and 168:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 169 and 170:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 171 and 172:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 173 and 174:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 175 and 176:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 177 and 178:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 179 and 180:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 181 and 182:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 183 and 184:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 185 and 186:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 187 and 188:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 189 and 190:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 191 and 192:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 193 and 194:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 195 and 196:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 197 and 198:
Cada voz que emergió de lacrítica
- Page 199 and 200:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 201 and 202:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 203 and 204:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 205 and 206:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 207 and 208:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 209 and 210:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 211 and 212:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 213 and 214:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 215 and 216:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 217 and 218:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 219 and 220:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 221 and 222:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 223 and 224:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 225 and 226:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 227 and 228:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 229 and 230:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 231 and 232:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 233 and 234:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 235 and 236:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 237 and 238:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 239 and 240:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 241 and 242:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 243 and 244:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 245 and 246:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 247 and 248:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 249 and 250:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 251 and 252:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 253 and 254:
LaborbibliotecológicaDesde sus or
- Page 255 and 256:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 257 and 258:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 259 and 260:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 261 and 262:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 263 and 264:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 265 and 266:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 267 and 268:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 269 and 270:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 271 and 272:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 273 and 274:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 275 and 276:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 277 and 278:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 279:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006S