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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Ficciones críticasFicciones críticasLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006<strong>Las</strong> constelaciones psíquicas,en especial <strong>las</strong> referentes a laconstrucción de “la mujer”,evidencian la circulaciónde <strong>las</strong> tesis freudianas en elhorizonte cultural argentinode la época, establecen losvínculos literarios legitimandolos linajes y sus extensioneshacia los parentescos.Los personajes protagónicosfemeninos son todos “cautivos”,particularmente de susmundos psíquicos, expuestosal “diagnóstico” de la locura.de sus mundos psíquicos, expuestos al“diagnóstico” de la locura.He acatado <strong>las</strong> indicaciones detectivescasdel enunciador y reconstruyendo a partirde <strong>las</strong> pistas textuales que el narradornos proporciona, fui tras <strong>las</strong> huel<strong>las</strong> deotra mujer de existencia histórica, MaríaBashkirtseff, introducida como “referente”en el relato. El narrador rebate unahipótesis del calígrafo Limperalta queayudó a establecer el manuscrito:Debo advertirque, a mi juicio,estaba equivocadoen su hipótesisarbitraria,al suponer quese trataba de uncaso de reencarnaciónde MaríaBashkirtseff. Unabsurdo descomunal.No lograráaclarar nada deeste misterio, estoyseguro (13).Según datos verificados, esta mujer, unajoven rusa nacida en la segunda mitaddel siglo XIX, escribió un diario íntimoa lo largo de doce años, cuya ediciónsufrió varias peripecias escandalosas, asícomo sus traducciones al francés en<strong>las</strong> que hubo supresiones, omisiones,disimulos, críticas negativas, denuncias.María Bashkirtseff fantaseó, como nuestraMarta Riquelme, en el destino quetendría su diario pensando en los lectores,y también como la primera MartaRiquelme de Hudson fue sospechada delocura, perversión sexual y otras patologías.La locura femenina, <strong>las</strong> histéricas deFreud están aquí representadas en el discursoestradiano, en el cual lleva al extremode la ironía el recurso psicologista deuna catalogación, tributaria también dela inestabilidad de la narración:Ya sé que ése es un tercer aspecto en quepuede abarcarse la obra, “una terceralectura” y hasta la más interesante; masello obligaría a representarnos a Martacomo a una histérica –o una pervertida–,lo cual es casi un sacrilegio frente asu luminosa figura angelical (44).Esta cita nos lleva irremediablementea los dichos que el narrador de laMarta Riquelme de Hudson enunciaen su relato; primero en relación consu propio manuscrito (memorias), yluego en relación con la figura equívocade su personaje Marta Riquelme.Y si yo asentara en esta relación cualquiercosa que pudiera perjudicar a nuestrasanta Religión, debido a nuestro pobreentendimiento y nuestra poca fe, ruegoque el pecado que cometo en ignoranciase me perdone, y que este manuscritoperezca milagrosamente sin que nadie lohaya leído (Hudson, Marta Riquelme,www.elaleph.com, 3-4).(Marta) a veces trataba de ayudar en losquehaceres de la casa… pero de repente,en medio de lo que estaba haciendo, dejabacaer el atado de leña y, arrojándose enel suelo, prorrumpía en los gritos y lamentosmás desgarradores... (Ibíd, 19).La sintomatología histérica, los dichosacerca del “método” interpretativo de lapsicología, circulan en el caso de la nouvellede M. E. con una explicitud extrema:Para juzgar del alma de Marta Riquelme,resulta un auxiliar útil el examen de susemociones tal como lo haría un psicólogo,siempre tan espontáneas y generosas. Todola conmueve y la inclina al amor. Trasla avalancha que a veces la hace girar yla recobra, vuelve a renacer en ella esatranquila bondad que todo lo iluminaa su arededor. Tampoco debemos pensaren nada freudiano. Es una hipótesis quedespués de obsesionarnos más de un año,todos desechamos avergonzados y resueltos.A no ser que pudiéramos admitirque, en conocimiento de <strong>las</strong> obras mismasde Freud, Marta hubiese construido unaformidable e inaudita fantasía de suvida, mistificando con alusiones de dobley hasta de triple sentido lo más sagrado ylo más vil. (M. E., M. R., 43-44).La descendencia en la estirpe literaria queestoy proponiendo podría llevarnos a unainterminable reticulación. Antes de caer enesa afiebrada tentación y salirme del espacio,hospitalario, que se me ha ofrecidoen esta publicación, extiendo la referenciaa otro monumento de la literatura, Cienaños de soledad. Esta vez, haciendo lugar ala palabra crítica de un “latinoamericanista”,Ernesto Volkening, de quien tomo enforma textual el siguiente comentario:Hay muchas luces que pueden iluminar<strong>las</strong> posibles genealogías o parentescos enlos que se inscriben obras excepcionales.Un conocedor de la cuentística de nuestroMartínez Estrada, ¿cómo se podríasustraer a la tentación de relacionarCien años de soledad con el relato quenos ocupa y del que se podría decir quees una variación anticipada? ¿No essu tema la historia de la familia (nonuclear) Riquelme; el ambiente sórdidode una casa que en sí misma conformaun pueblo llamado Bolívar; el símbolode una dinastía, un árbol centenario(la magnolia); el manuscrito donde secifra toda la estirpe con caracteres ilegibles,<strong>las</strong> relaciones sexuales situadas enla zona del incesto y la promiscuidad, elpeso específico de la gran familia dondela mujer constituye el eje vital? Todoello hace más que coincidencias, unapremonición y hasta un prototipo de laobra del colombiano? 27Y dejo al lector <strong>las</strong> pistas abiertas paraulteriores o anteriores parentescos, pues“Todo lo que sigue es sencillamente estupendo”(M. R., 45) 28 .9. Breve comentario-huésped-conclusiónConcluyo que Marta Riquelme deMartínez Estrada puede entendersecomo un homenaje múltiple a la líneagenealógica, a la estirpe que se inauguraríacon Hudson, pasando por suscontemporáneos, que son los nuestros,como Macedonio, Borges. Quiero pensarla nouvelle como una precursorabotella al mar desus descendientes,pródigostambién, comoCortázar, GarcíaMárquez y tantosotros que tal vezhoy no notemospero que asomarána la venturacrítica por mor dealguna otra hospitalidad.Y preparan,de algúnmodo, la teoríacrítica, que inducesus parámetros,sus modelos,de estas propuestas anticipatorias que lagenialidad del creador entrega para suelucidación a los estudiosos.(*) Universidad Nacional de Córdoba,CONICETQuiero pensar la nouvellecomo una precursora botellaal mar de sus descendientes,pródigos también, comoCortázar, García Márquez ytantos otros que tal vez hoy nonotemos pero que asomarána la ventura crítica por morde alguna otra hospitalidad.Y preparan, de algún modo,la teoría crítica, que inducesus parámetros, sus modelos,de estas propuestas anticipatoriasque la genialidad delcreador entrega para su elucidacióna los estudiosos.256 25704. Ficciones críticas.indd 256-257 13/11/06 21:40:55

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