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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La imaginación críticaLa imaginación críticaLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Simultáneamente, se va construyendouna “filosofía casera” de los componentesraciales y nacionales de la poblaciónsudamericana. El condimentoracial es relevante en la constituciónde los personajes como la única manerade elaborar una efigie y un modo (elsainete llevó este hecho a su máximaexplotación, el cocoliche, el tano, elnegro, el provinciano, el turco). Lafilosofía de vida de <strong>las</strong> naciones vecinas,uruguayos, bolivianos, brasileñosen particular, permiten la organizaciónde una psicología aventurera ygrotesca de <strong>las</strong> naciones adyacentes.Por supuesto que esta presunta elaboraciónde tendencias ideo1ógicas estállena de contradicciones lógicas y casiafectivas pues el sentimiento y en estecaso la sentimentalidad, es siempremolar, va en bloque, el enunciado seama o se odia puede contradecirsesentimentalmente –amar a quien seodia y odiar a quien se ama– pero nológicamente. La historia política y sulógica adyacente dicen: no se puedediscutir la quiebra del capitalismo,como lo dice el optimismo de Bartolo,pero nunca podrá modificar la esenciamalvada del hombre, como lo sugiereel pesimismo que lo embarga. Tarde otemprano el recurso a cierto pietismointentará resolver la contradicción de<strong>las</strong> conductas pero no de <strong>las</strong> políticas.Estamos frente al fracaso de la accióncomo a la frustración de <strong>las</strong> palabrasque nos lleva a un horizonte religiosodonde la compasión y la misericordiaintentan paliar la afrenta social delhambre y la desesperanza. Y la razónrabiosa pero más cruel la esgrime eldesilusionado Don Álvaro: una epidemiao una guerra para clarificar laestructura social con un enfoque endonde se entremezclan <strong>las</strong> visionesmalthusianas para reducir la pobreza yel hambre suicida con <strong>las</strong> hipótesis deClausewitz sobre la guerra. Estamosmuy lejos de la fuerte impostación alegóricadel anarquismo del Astrólogode Arlt y mucho más cerca de una formulaciónescolástica de <strong>las</strong> doctrinaspolíticas de la época. Luego la novelavuelve a su cauce: a la miseria, alhambre, al prostíbulo (recordemos laasunción de una fórmula repetida enla época respecto a una figura literariarelevante en ese momento, la prostituta,“el prostíbulo es el caño maestro dela sociedad”) a la mendicidad y nuevamenteal hambre como escena capitalde <strong>las</strong> formas miserabilistas. La habitaciónhumana para estos deshabitadosse mitiga por un peso, la prostitutay el hambre –deseos de una satisfaccióneternamente intermitente– pordos pesos, una economía procaz dela promiscuidad callejera. Carriego,en su variante redentorista, se alejade Tuñón y se acerca a Castelnuovo,cuya demostración mayor está en ladesposesión territorial –choza, tugurioo rancho– y el hambre de la ciudad[pensión barrial, fondín, cuchitril].Hay pobres de ciudad y pobres decampo y este nivel narrativo se reflejaen dos instancias que se perfilan claramente:el hambre en (la) ciudad yel hambre en (el) campo. La miseriaciudadana se disfraza por el hábito,¿no se dice el hábito hace al monje?,mientras que la miseria campesina serevela en el rictus amargo y desviadode la hambruna y su relación estomacal:la notoriedad del hambre es quepega en el estómago.Lo ruin, lo sórdido, cobran una prestancianarrativa fundamental que centrifugatoda otra perspectiva de la narracióny esto permite ciertas desinencias, lanovela de aventuras, el folletín de capay espada, la narración policial de suspenso.El folletín americano de la mafiachina o el folletín de amores contrariadoso el folletín sentimental no alcanzana cubrir la contundencia de la “noveladel hambre”. Si sostenemos que desdeel punto de vista genérico el folletínes el cruce de todas estas sustanciasnarrativas y por ende es transgenérico,no <strong>las</strong> emplea metanarrativamente, noes un metarelato, es una infracción a<strong>las</strong> leyes éticas del género. La novelapolicial debe descubrir y castigar al asesinoo al ladrón. La novela sentimentalpuede inclinarse por la buena o malaconclusión, por el casamiento final dela “engañada” o por la condena de la“desgraciada” ya sea por la reclusiónen los bajos fondos prostibularios o enla superación religiosa de su “pecado”,encomendándose a la protección de laVirgen como un gesto de solidaridadfemenina. La “novela del hambre” yel “folletín proletario” sólo se redimenpor una intertextualidad utópica –larevolución, la rebelión, el exceso– opor una renuncia al mundo que lomarca sutilmente como misantropíasocial, o al perdón de los pecados, eneste caso, “capitalistas”. Aquí ya nose trata de la “pobreza de espíritu” deciertos pensadores de la época, ni del“espíritu de pobreza” franciscano sinodel maleficio de la pobreza de los cuerposque merodean en los habitáculosciudadanos. La miseria de los hombressin Dios es inocente, la miseria de loshombres sin pan es malvada, y al nivelhistórico, la contravención absoluta delcontrato social.La industrialización del deseoLa industrialización del deseo es propiade la última etapa del capitalismofinanciero y la creación de <strong>las</strong> altasfinanzas y sus exutorios: empresas, fondosde capitalización, bancos, dieronuna motivación fuerte para la nove<strong>las</strong>ocial y sobre todo en sus estruendososdeterioros, el remate, la quiebra,la bancarrota, el embargo de bienesy el descrédito financiero y moral. Lanovela realista, en especial Balzac, Zolay Maupassanttoman cuenta deeste hecho socialy lo llevan alplano novelísticopues ofrecíanelementos fuertementedramáticos que exaltaban lacrítica social. Los elementos dramáticosse convirtieron en “narremas”consistentes para mostrar el “ascensoy descenso de <strong>las</strong> grandes fortunas” yluego del deterioro y humillación de<strong>las</strong> c<strong>las</strong>es bajas. El folletín encontró eneste drama social como en los flagelosde la enfermedad por su solidaridadcon la proyección del descrédito, labancarrota efectiva, como <strong>las</strong> enfermedadesvenéreas, a todo un sector de lapoblación propias de <strong>las</strong> ciudades defin de siglo. <strong>Las</strong> enfermedades llamadassociales eran propias del contacto,de la aglomeración, en última instanciade la promiscuidad. Al lado de estefenómeno como residuo del romanticismopero como fenómeno espectacular,<strong>las</strong> crisis, <strong>las</strong> neuropatías, lahisteria (el arco reflejo), la mostraciónde casos, se convirtieron en el teatrode los locos. El suicidio del espíritu, lalocura, la vesanía, <strong>las</strong> locuras razonantes,mostraban el lado oculto del hombre,la insensatez, y ponían en tela dejuicio el racionalismo. En la faz corporalpero sin entrar en contradiccióny mostrando la fragilidad del ámbitocorporal, <strong>las</strong> locuras alcohólicas atravesabanla distinción entre el cuerpoLa miseria de los hombres sinDios es inocente, la miseria de loshombres sin pan es malvada, y alnivel histórico, la contravenciónabsoluta del contrato social.40 4101. La imaginación crítica .in40-41 40-41 13/11/06 21:29:29

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