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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Nombres, linajes y recorridosNombres, linajes y recorridosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La crítica de Ana MaríaBarrenechea [...] agota la exégesisde sus representacionesy desvíos y los reinstituye otravez, como formas nuevas delálgebra para verificar el secretodel fuego. Allí radica sudeseo descifrador, ese interminable,indefinido, terrenaldeseo de revelar aquello quese halla, como el secreto.de un orbe literario que obliteraba eltiempo, el espacio y el yo en su borramientoy a la vez en su presencia.Hacia 1975, Barrenechea advertíaque aquella expresión de la irrealidadcorrespondía,además, al cuestionamientodellenguaje y de laliteratura, paralo cual configurabaun referentediverso, imaginario,que el autorintroducía en elmundo. Al añosiguiente percibíaque aquel<strong>las</strong>oposiciones entre lo imaginario y loreal, de fundamento lingüístico y literario,correspondían en verdad a unalógica general de los opuestos, la cualconfiguraba una disyunción que era ala vez una conjunción: A o no A esigual a A y no A. Más tarde, afirmóque esa misma serie de oposiciones retornabasobre una dualidad borgeanaque reside en lo que llamó “la diversaentonación (sudamericana) de algunasmetáforas (universales)”, dondemediante mestizajes literarios entrearquetipos míticos y encarnacioneslocales, Borges realizaba un trabajoconstante de dispersión de aquel<strong>las</strong>oposiciones, dado que “establece distincionesy luego <strong>las</strong> anula para volvera oponer<strong>las</strong> haciéndo<strong>las</strong> más complejasy perturbadoras” (p. 250).¿Pero acaso no es esto último lo quesugiere el deseo descifrador de lapropia Ana María Barrenechea en sumodelo dinámico de pasajes entreuno y otro estrato hacia la revelaciónde un enigma que no se revela? ¿Noes acaso su propia descripción delmodelo borgeano una formulaciónlateral de su busca cuando dice: “meatrevo a sugerir que [el modelo] esla empresa eterna, siempre fracasaday siempre renovada, de la búsquedade un modelo?” (p. 259). Y reapareceaquí aquella definición del modelolacunar, que “hace suponer que hayun sentido aún no captado e incitatambién al desciframiento y querecrea un núcleo semántico que ellector no debe perder” (p. 255). Yasí el lector-crítico, recibe señalesdispersas y crecientes en el texto,que lo llevan a una exigencia de desciframientocada vez más abstracta,más elusiva y más compleja. Y en esoconsiste también la indecibilidad dela crítica interpretativa.De aquí se deriva asimismo ciertaética de la crítica literaria en ese celodescifrador, que podríamos reconocera partir de una de <strong>las</strong> dicotomías borgeanaspreferidas por Barrenechea:“álgebra y fuego, formas eternas yhumanidad concreta”. En el ensayo“Borges: álgebra y fuego”, que abrióel año del centenario borgeano enVenecia, 1999, Barrenechea revisaaquellos extraños objetos imposiblesque cifran el universo y se imponena lo real: los discos, <strong>las</strong> monedas, <strong>las</strong>esferas, los anillos, aquel<strong>las</strong> cosas queresponden a un imaginario borgeanode circularidad, un imaginario moregeometrico que encarna, en el senomismo de lo físico, el mundo de losarquetipos y esplendores. Ese otromundo secreto, de “vacío o plenitudsimbólica”, postula una totalidad ya la vez oculta su imposible verdaden lo limitado del mundo cotidiano.Formas residentes en su eternidad,múltiples y perfectas, que se cruzancon el tiempo de los hombres, elbarro del yo personal, el fuego de laafección y la desgracia:No sólo álgebra sino también fuego–escribe Barrenechea–. Fuego en elintenso pavor ante el don del amor, unamor físico insoportable, temido y desolado(p. 339).Porque esas formas del orden del secretoson asimismo una ilusoria representaciónde lo eterno en mediode todas <strong>las</strong> servidumbres, “formas enla sustancia de una patética aventurahumana”. Formas, al fin, de la ilusión,que, en su capacidad de ofrecerel enigma, no agotan el celo inagotablede buscar un sentido. En esa tensióncontradictoria que oscila entre laeternidad y la historia, “entre los modelosabstractos y el concreto individuocarnal”, afirma Barrenechea queha encontrado la voz de Borges. Perolo dice así: “Pienso ahora (no sé si lopensaré mañana) que he encontradola voz de Borges”. Y en este puntotoda la ficción borgeana se vuelve ellamisma un objeto enigmático, como<strong>las</strong> piedras azules que se multiplicana sí mismas en un número indefinido.Y también se vuelve el espacio contradictorio,irresuelto, demasiado humano,que hace señales precisas desde elhorizonte de sus magias parciales.La crítica de Ana María BarrenecheaNOTASbusca descifrar ambos enigmas o,mejor dicho, busca el segundo enigmaen el esplendor del primero, agotala exégesis de sus representaciones ydesvíos y los reinstituye otra vez, comoformas nuevas del álgebra para verificarel secreto del fuego. Allí radica sudeseo descifrador, ese interminable,indefinido, terrenal deseo de revelaraquello que se halla, como el secretomismo de lo humano, en el Otro. Deeso mismo hablaba Enrique Pezzonisobre ella, cuando se refería al “modelollamado Anita”. Decía: “Anita siguela marcha de ese aprendizaje interminableque (...) es el de un yo quesigue <strong>las</strong> revoluciones del deseo. Es laimagen del deseo que la proyecta haciael lenguaje, hacia el hablar con el otroy del otro. Eso, sobre todo le agradecemos:la generosidad de un deseo quela constituye y nos constituye en eldiálogo con ella.” 4(*) La primera versión de este ensayo fueleída en la presentación de La expresiónde la irrealidad en la obra de Jorge LuisBorges y otros ensayos, junto a RicardoPiglia, en el Instituto de CooperaciónIberoamericana, Buenos Aires, el 13 deseptiembre de 2000.(**) CONICET1. Pezzoni, Enrique, El texto y sus voces, Buenos Aires, Sudamericana, 1986, p. 7.2. Wilde, Oscar, “The critic as artist”, en Intentions, Works, Collins, London & G<strong>las</strong>gow, 1954, p. 966. Merefiero a estas mismas citas de Pezzoni y Wilde en un ensayo sobre esta cuestión específica en: “Crítica yautobiografía”, en: Ana Porrúa (comp.), La escritura y los críticos, Facultad de Humanidades, UniversidadNacional de Mar del Plata, 2001, pp. 103-112.3. Barrenechea, Ana María, La expresión de la irrealidad en la obra de Jorge Luis Borges y otros ensayos, BuenosAires, Ediciones del Cifrado, 2000. El volumen recoge la reedición del texto clásico de Barrenechea, La expresiónde la irrealidad en la obra de Jorge Luis Borges (México, El Colegio de México, 1957), con el agregado de otroscatorce ensayos que la autora dedicó a Borges, entre 1953 y 2000. El último, “El hacedor de tramas secretas”,era inédito. En adelante señalaré entre paréntesis el número de página al que pertenece la cita.4. Pezzoni, Enrique, “Imagen de Ana María Barrenechea”, en VV. AA., Homenaje a Ana María Barrenechea,Buenos Aires, Ministerio de Educación y Justicia, 1987, p. 26.108 10902. Nombres, linajes y recorrido108-109 108-109 13/11/06 21:31:21

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