LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Labor bibliotecológicaLabor bibliotecológicaLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006El hispanista francés estuvosiempre abierto a recibir, ayudary comunicar sus conocimientosa los hispanoamericanosque lo frecuentaban, entreellos, Enrique Larreta, PaulGroussac, Rufino José Cuervo,con el que mantuvo una largaamistad. El epistolario con elliterato colombiano da cuentade ello, aunque los dos habitanen París, <strong>las</strong> cartas retomantemas de <strong>las</strong> conversacionesy reflexiones posteriores,son una continuación de losencuentros en un tono cortésy de gran calor humano.y luego de un paso por provincia,recala en el Licée Louis-Le-Grand.Su primera inclinación es hacia lamedicina, una vez finalizada la escuelamedia con el título de bachiller visitaLondres. Allí renuncia a la posibilidadde estudiar medicina y se inscribe en laFacultad de Derecho. Mientras tantoestudia árabe y asiste a algunas c<strong>las</strong>esde español en la École de HautesÉtudes. Obtiene el título en Derechoal mismo tiempo que se diploma en laÉcole des langues orientales gracias asu conocimiento del árabe dialectal, elpersa y el turco. Para ese entonces pensabaabrazar la carrera diplomática.En 1886 realiza un viaje a Españavisitando sus principales ciudades y seentusiasma con el país y su lengua. A suregreso sigue <strong>las</strong>c<strong>las</strong>es de AntoineMorel-Fatio y suvocación se define.Sus interesesmuestran preferenciapor lafilología, la críticaliteraria, lacrítica textual, labibliografía y <strong>las</strong>traducciones.Se presenta aoposiciones auna cátedra decastellano en laque es rechazadopor un profesorcon un deficienteespañol. Foulché-Delbosc decideentonces publicar los errores deredacción del miembro del tribunalque lo ha suspendido, lo que produceun enorme escándalo en la época,y finalmente en 1890 el tribunal leotorga la cátedra que merece.Desde entonces se dedica enteramentea su vocación de hispanista, publicauna Gramática española, traduceun volumen de Contes espagnols, y en1891 obtiene una beca para estudiar enMadrid los manuscritos de la Guerrade Granada. Desde entonces hará sucesivasestancias en la capital española,prácticamente todos los años, paradedicarse a los estudios hispanistas.En 1892 gana el concurso de profesorde lengua española en la École desHautes Études Commerciales dondepermanece hasta 1905, cargo quele permite subsistir. En 1894 fundala Revue Hispanique, recueil consacréà l’étude des langues, des lettératureset de l’histoire des pays castillans,catalans et portugais a la que dedicatodos sus afanes. Entiende que no sepodía estudiar el español sin tener encuenta esos tres componentes, peroesta iniciativa lo margina del hispanismoacadémico ya que su revistase opone al Bulletin Hispanique y ala Universidad de Toulouse, centrode los estudios superiores del castellanoen Francia y al talentoso rivalMorel-Fatio. El director del Bulletin,E. Merimée, reconoce que la Revue“bajo la activa dirección de Foulché-Delbosc, ha probado que una revistade erudición puramente española yportuguesa podía encontrar un públicoen Francia, ha agrupado alrededorde ella a un número de especialistas” 5que se ocupan de una rama descuidadade los estudios filológicos.La amistad con R. Huntington, quefunda la Hispanic Society en NuevaYork, le significa un sostén económicopara la revista que corría peligro denaufragar. A partir de entonces, 1905,abandona la enseñanza y se dedicaexclusivamente a la revista hasta sumuerte en 1929. <strong>Las</strong> visitas a libreríaspara obtener libros antiguos y rarosy a <strong>las</strong> bibliotecas, la dirección de larevista –algún número fue redactadoenteramente por él y <strong>las</strong> notas firmadascon seudónimos– y <strong>las</strong> investigaciones,ocupan enteramente su vida.Aunque su actividad se desarrolla almargen de la vida académica francesa,Foulché-Delbosc ocupa un primerpuesto en el hispanismo francés de sutiempo por la calidad de sus escritos.El hispanista francés estuvo siempreabierto a recibir, ayudar y comunicarsus conocimientos a los hispanoamericanosque lo frecuentaban, entreellos, Enrique Larreta, Paul Groussac,Rufino José Cuervo, con quien mantuvouna larga amistad. El epistolariocon el literato colombiano da cuentade ello, aunque los dos habitan enParís, <strong>las</strong> cartas retoman temas de <strong>las</strong>conversaciones y reflexiones posteriores,son una continuación de losencuentros en un tono cortés y degran calor humano.Alfonso Reyes lo visita no bien llegaa París en agosto de 1913, su conocimientoprovenía del grupo de Ateneode la Juventud mexicano que manteníaasidua relación con el profesorfrancés. Reyes se encuentra con unhombre que, según su propia declaración,habla el español mejor que él,era uno de esos monjes de la creaciónliteraria a los cuales aludía Larreta.Salía sólo una vez por semana cuandoenseñaba y vivía solitario en su departamentodel boulevard Malesherbes,lleno de libros hasta tal punto quecompra una casa aledaña para ubicarlos,vive sin relojes porque tiene unainfalible intuición del tiempo 6 .El literato mexicano lo visita una vezpor semana y recuerda que una de<strong>las</strong> conversaciones sostenidas con elhispanista francés es sobre el estado delos estudios gongorinos. El modernismode Rubén Darío reabrió el interéspor Góngora, en alguna oportunidadReyes le insiste a su interlocutor paraque termine la edición que proyectabade la obra del poeta cordobés.En efecto, el profesor francés retomala investigación y la realiza en colaboracióncon Reyes, cuando éste setraslada a Madrid. Durante su estadíaen la capital deEspaña, el ilustremexicano trabajaen la BibliotecaNacional enel manuscritoChacón “comohumilde albañilen la soberbia edicióngongorina deFoulché-Delboschace varios lustrosesperada”, desde1916 hasta 1921señala Reyes: “el[hispanista francés] dirigía desde Parísy yo ejecutaba en Madrid a la vista delprecioso códice”. De los estudios delprofesor francés resultó un fundamentaltrabajo sobre Góngora que renovó lamateria del gongorismo, única ediciónque posee autoridad crítica 7 .Reyes admiró la biblioteca hispánicadel maestro, una de <strong>las</strong> más bel<strong>las</strong>del mundo, cuando parte de ella fuecomprada por la Biblioteca Nacionalde <strong>Argentina</strong>. Durante su estadía en elpaís como embajador de México volvióa ver con emoción algunos volúmenesque eran para él viejos amigos,y que más de una vez había hojeado encompañía de Foulché-Delbosc.El escritor mexicano regresa a París en1924 como embajador de México, susactividades diplomáticas le dejan pocotiempo para visitar al maestro a quienrespeta y admira. Nos refiere que éste(Alfonso) Reyes admiró labiblioteca hispánica del maestro,una de <strong>las</strong> más bel<strong>las</strong> delmundo, cuando parte de ellafue comprada por la BibliotecaNacional de <strong>Argentina</strong>. Durantesu estadía en el país comoembajador de México volvió aver con emoción algunos volúmenesque eran para él viejosamigos, y que más de una vezhabía hojeado en compañía deFoulché-Delbosc.526 52708. Labor bibliotecológica.indd526-527 526-527 13/11/06 21:48:25
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Labor bibliotecológicaLabor bibliotecológicaLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006se había mudado al boulevard SaintGermain, “se casó con una anglo-canadiense,Isabel, que se asoció a sustrabajos” 8 . El amigo francés le regalaba,de tanto en tanto, ejemplares repetidosde ediciones raras, un obsequiocuasi principesco para un amante delos libros como era Reyes.Foulché le explica sus métodos de c<strong>las</strong>ificación,y Reyes se inspira en ellospara realizar el suyo propio 9 , para locual encarga cajas de cartón sobre elmodelo de <strong>las</strong> que empleaba el profesorfrancés, éstas se encuentran en unplacard del Institut Hispanic de Parísdonde fueron remitidos los fondosFoulché-Delbosc.Para Reyes el hispanista francés fuesiempre el amigo delicado, “el perfectohombre honesto”, que encarnaba<strong>las</strong> mejores tradiciones francesas.Foulché-Delbosc tomaba susvacaciones en Bourron, cerca deFontainebleau, lugar favorito del escritoringlés Robert Louis Stevenson. Undía invita a Reyes a gozar de un día decampo. El profesor francés resulta uninfatigable caminador que le muestra<strong>las</strong> diferentes perspectivas del paisajey evoca la obra del literato inglés 10 .Reyes colabora con algunos artículosen la Revue Hispanique cuyos temasson discutidos con el maestro francés.La bibliografía de Foulché-Delbosccuenta con 454 entradas, comprendefilología, textos publicados, bibliografía;fue realizada por J. Puyol 11 .La Hispanic Society de Nueva Yorklo honró colocando un cuadro suyorealizado por Madrazo en la galería deescritores ilustres.A su muerte, escriben en Buenos Aires losdirectores de la revista Libra, FranciscoLuis Bernárdez y Leopoldo Marechal:Recogemos con profunda pena la noticiade la muerte de Foulché-Delbosc, sabiohispanista francés, director de la RevueHispanique, manifestó su interés porAmérica con cuyos escritores mantuvoconstantes e intensas relaciones, organizandoy publicando en su autorizadarevista una serie de monografías sobre<strong>las</strong> literaturas de nuestros países. Maestroconsumado en asuntos de bibliografíasupo sacar la mayor cantidad posible deinfluencias espirituales de sólo los datosmateriales de un libro considerado comoobjeto físico. Sus trabajos sobre Góngorale dieron renombre. Era un hombre deuna laboriosidad infatigable. Deja unade <strong>las</strong> mejores bibliotecas hispánicas delmundo 12 . Su nombre estuvo propuestopara integrar el profesorado de la EscuelaNormal de Buenos Aires. No era la primeravez que se buscaba su participaciónen el plantel de profesores de Buenos Aires,como él mismo manifiesta el pedidono le resulta extraño ya que “hace algúntiempo el Director de la Biblioteca NacionalSr. Groussac le había hecho unainsinuación en ese sentido”.El Ministerio de Instrucción Públicaquería contar con profesores especializadospara la enseñanza, para elloencarga al ministro Ernesto Boschproponer como profesor a Foulché-Delbosc, y luego de un cambio denotas, se firma el contrato por el cualel profesor francés enseñaría durantetres años en la escuela Normal, con unmáximo de seis horas por semana, losgastos de viaje corrían por cuenta delMinisterio. El profesor francés acepta;su estado de salud no era satisfactorio,razón por la cual solicitó que en elcontrato constara que “se le facultara arescindirlo después del primer año encaso que el clima de Buenos Aires nole fuera favorable”. Finalmente pocosdías antes de partir desiste del viajepor razones de salud 13 . Sin embargo elhispanista francés permanecería entrenosotros, si no lo era por su presenciafísica lo sería por su biblioteca, suexcepcional colección de libros.La biblioteca de Foulché-Delbosc essubastada después de su muerte, enoctubre de 1936 en el Hotel Drouotde París bajo la asistencia del expertoGeorges Adrieux; el catálogo habíasido publicado 14 . El entonces directorde la Biblioteca Nacional, GustavoMartínez Zuviría, inicia los contactoscon el ministro argentino en FranciaTomás Le Bretón para comprarla,quien le envía en septiembre de 1936el valor de la colección tasada en400.000 francos y le transmite la posibilidadde una venta particular.Los numerosos interesados en loslibros, en razón de la importancia de<strong>las</strong> primeras ediciones de algunas obrashispanas, impiden la venta particular,en especial los libreros Maggs Brothersque representaban a clientes ingleses ynorteamericanos. Martínez Zuviría daprecisas instrucciones para la compraen el remate de <strong>las</strong> mejores piezas yla tarea es encomendada al académicoJorge Max Rhode 15 .La Biblioteca Nacional <strong>Argentina</strong>adquirió una excelente selección demanuscritos, impresos antiguos, librosde bibliografía y obras posteriores enun total de 1.281, por 283.631 francos,que salen de Francia en diciembrede 1936 y se incorporan al añosiguiente a la sección Reservados de laBiblioteca Nacional, tal como lo consignala Memoria, redactada de manodel propio director 16 .La colección fue citada en variasoportunidades; cuando la BibliotecaNacional se muda a la calle Agüero,dos investigadores americanos,Arthur Askins y Harvey Sharrer de laUniversidad de Berkeley, en su visita ala Biblioteca encontraron en la sala delTesoro varias fichas con la indicaciónFD. Se toma nota del hallazgo y se decideque, para que el fondo se actualicede acuerdo a <strong>las</strong>normas de filologíaelectrónica,debe firmarse unacuerdo bilateralde cooperacióncultural entrela República<strong>Argentina</strong> yEspaña con elobjeto de realizaruna catalogación,presentaciónelectrónicay estudio de lacolección Foulché-Delbosc. El proyectoes dirigido por Marcos Maríny colaboran en él Georgina Olivettoy Victoria Zumárraga. El proyecto decooperación bilateral se realizó entreel Ministerio de Educación y Culturade España, la Secretaría de Culturade la Nación de la <strong>Argentina</strong> y laUniversidad Autónoma de Madrid, ytuvo como resultado el establecimientode un catálogo electrónico con unadescripción científica, con datos queno figuraban en el catálogo de 1936cuyo objeto era comercial.Queremos destacar la importancia dela colección que posee la BibliotecaNacional de <strong>Argentina</strong>, “revela unacertado criterio de compra” comoseñalan <strong>las</strong> investigadoras del proyectoconjunto, la catalogación, presentaciónelectrónica y estudio que finalmenteconforma el Catálogo del FondoFoulché-Delbosc en la Sala del tesorode la Biblioteca Nacional <strong>Argentina</strong>.Marcos Marín señala la importanciade algunos manuscritos con textos deQueremos destacar la importanciade la colección que poseela Biblioteca Nacional de la<strong>Argentina</strong>, “revela un acertadocriterio de compra” comoseñalan <strong>las</strong> investigadoras delproyecto conjunto, la catalogación,presentación electrónicay estudio que finalmenteconforma el Catálogo delFondo Foulché-Delbosc en laSala del tesoro de la BibliotecaNacional <strong>Argentina</strong>.528 52908. Labor bibliotecológica.indd528-529 528-529 13/11/06 21:48:26
- Page 2 and 3:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006
- Page 4 and 5:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 6:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 11 and 12:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 13:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 16 and 17:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 18 and 19:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 20 and 21:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 22 and 23:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 24 and 25:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 26 and 27:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 28 and 29:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 30 and 31:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 32 and 33:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 34 and 35:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 36 and 37:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 38 and 39:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 40 and 41:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 42 and 43:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 44 and 45:
Un crítico se mide frente asu moti
- Page 46 and 47:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 48 and 49:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 50 and 51:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 52 and 53:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 54 and 55:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 56 and 57:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 58 and 59:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 60 and 61:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 62 and 63:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 64 and 65:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 66 and 67:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 68 and 69:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 70 and 71:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 72 and 73:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 74 and 75:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 76 and 77:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 78 and 79:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 80 and 81:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 82 and 83:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 84 and 85:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 86 and 87:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 88 and 89:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 90 and 91:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 92 and 93:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 94 and 95:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 96 and 97:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 98 and 99:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 100 and 101:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 102 and 103:
Trazos malditosComo cualquier otra
- Page 104 and 105:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 106 and 107:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 108 and 109:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 110 and 111:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 112 and 113:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 114 and 115:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 116 and 117:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 119 and 120:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 121 and 122:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 123 and 124:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 125 and 126:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 127 and 128:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 129 and 130:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 131 and 132:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 133 and 134:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 135 and 136:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 137 and 138:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 139 and 140:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 141 and 142:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 143 and 144:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 145 and 146:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 147 and 148:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 149 and 150:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 151 and 152:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 153 and 154:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 155 and 156:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 157 and 158:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 159 and 160:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 161 and 162:
Reflexiones sobre lacondición inte
- Page 163 and 164:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 165 and 166:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 167 and 168:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 169 and 170:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 171 and 172:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 173 and 174:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 175 and 176:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 177 and 178:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 179 and 180:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 181 and 182:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 183 and 184:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 185 and 186:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 187 and 188:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 189 and 190:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 191 and 192:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 193 and 194:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 195 and 196:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 197 and 198:
Cada voz que emergió de lacrítica
- Page 199 and 200:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 201 and 202:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 203 and 204:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 205 and 206:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 207 and 208:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 209 and 210:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 211 and 212:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 213 and 214:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 215 and 216: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 217 and 218: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 219 and 220: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 221 and 222: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 223 and 224: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 225 and 226: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 227 and 228: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 229 and 230: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 231 and 232: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 233 and 234: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 235 and 236: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 237 and 238: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 239 and 240: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 241 and 242: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 243 and 244: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 245 and 246: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 247 and 248: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 249 and 250: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 251 and 252: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 253 and 254: LaborbibliotecológicaDesde sus or
- Page 255 and 256: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 257 and 258: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 259 and 260: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 261 and 262: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 263 and 264: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 265: Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 269 and 270: Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 271 and 272: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 273 and 274: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 275 and 276: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 277 and 278: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 279: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006S