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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006352La modernidad latinoamericanay el debate entreRubén Darío y Paul GroussacPor Mariano Siskind (*)En el año 1896 Paul Groussac creó la revista LaBiblioteca. Un emprendimiento editorial marcadopor un fuerte estilo personal –el de su director–que a menudo obraba como tribuna desde laque Groussac, implacable polemista, lanzaba susdiatribas. En noviembre de ese año, publica unareseña crítica de Los Raros, obra del poeta RubénDarío que contestó desde el diario La Nación,siendo replicado nuevamente desde <strong>las</strong> páginasde La Biblioteca. Poco tiempo después, estasquerel<strong>las</strong> fueron recogidas por la revista Nosotros.La discusión revela una densa trama política ycultural que adoptaba la forma de una polémicaestética. Uno francés y el otro nicaragüense discutíansobre <strong>las</strong> posibilidades de América Latina.El desacuerdo entre contendientes de sensibilidadesestéticas y perspectivas ideológicas diferentesconsistía en la modalidad concreta bajo la queasumir la modernidad: para Darío desde unaparticularidad que traduzca a los signos particularesese universo fundado por la RevoluciónFrancesa, mientras que para Groussac se tratabade inscribirse en esa corriente mundial sin esforzarseen banales imitaciones que nos condenarana la marginalidad. Mariano Siskind encuentra eneste debate un momento fundante de la culturamoderna del continente, cuyos ecos no cesaron deser interrogados en los años posteriores.En noviembre de 1896, pocos mesesdespués de fundar la revista La Biblioteca,Paul Groussac publicó una reseña muycrítica de Los raros, que Rubén Daríoacababa de editar en Buenos Aires. Losraros estaba compuesto de una serie deretratos literarios que ya habían aparecidoen La Nación, a través de losque Darío –a la manera de Borges en“Kafka y sus precursores”– proponíauna tradición estética simbolista y decadentista,en la que pretendía inscribir supropia intervención cultural. La críticade Groussac era demoledora y Daríoutilizó el espacio privilegiado del quedisponía en La Nación, para respondercon una defensa de su propuesta poéticaen un artículo que tituló “Los coloresdel estandarte”, y que constituye, juntocon <strong>las</strong> “Palabras liminares” de Prosasprofanas y el “Prefacio” de Cantos de viday esperanza, un verdadero manifiestocultural y estético de su modernismo.Dos meses más tarde, en enero de 1897,en el siguiente número de La Biblioteca,Groussac insistió con su crítica a lapoesía de Darío y sus contemporáneosen una reseña del tercer volumen depoemas del nicaragüense, Prosas profanas(que había aparecido casi en simultáneocon Los raros), al que Darío, satisfechocon la elocuencia de “Los colores delestandarte”, ya no respondió.Estos tres textos le dan sustento materiala un debate que condensa varios de losnúcleos problemáticos más importantesde los discursos sobre la modernidadarticulados por <strong>las</strong> elites latinoamericanashacia fines del siglo XIX. Aunque el debateentre Darío y Groussac es una puestaen escena de sensibilidades estéticas y perspectivasideológicas radicalmente diferentes,éste es posible en función de unaconvicción compartida: la realización deun proyecto moderno en América Latinano pasaba por la actualización de un presuntoespíritu moderno autóctono, sino–como señala Ángel Rama en <strong>Las</strong> máscarasdemocráticas del modernismo– por lainscripción de <strong>las</strong> aspiraciones modernasde la región en el mapa mundial de lamodernidad, cuya configuración espacialestaba determinada en buena medida porla hegemonía global de la cultura de laburguesía europea 1 . El desacuerdo entreDarío y Groussac consistía en la modalidaddiferencial que esa inscripción debíaadoptar para que el resultado final fueseuna modernidad específicamente latinoamericana,y no una modernidad europeaen América Latina. Pero, ¿cuál era lanaturaleza de la particularidad culturaly social latinoamericana que supondríauna inscripción particular de la regiónen <strong>las</strong> premisas universales sobre <strong>las</strong> quese recorta el mapa global de la modernidad?El modernismo se constituyó comouna instancia fundacional de la culturamoderna latinoamericana, precisamente,al provocar este debate.La escena intelectual hispanoamericanadel siglo XIX nació atravesada por eldeseo de la modernidad. <strong>Las</strong> elites criol<strong>las</strong>,cuya subjetividad burguesa se erigíaen un espacio indecidible entre la presuntauniversalidad de la cultura europea yla particularidad de <strong>las</strong> tradiciones locales(populares o indígenas), estaban constituidaspor el deseo de una modernidadamericana que fuera capaz de conciliaresos dos polos en tensión. El deseo demodernidad era la intersección simbólicadel proceso político de organización deterritorios y poblaciones en estados nacionales,y de proyectos estéticos y culturalesque buscaban, a la vez, la especificidadque reforzara la ruptura con España, y unefecto modernizador que los colocara en elcorazón de la historia universal, cuyos flujosglobales emanaban desde París. Parísera, para estas elites intelectuales, uno delos referentes privilegiados alrededor del35306. Groussaquianas.indd 352-353 13/11/06 21:43:58

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