LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Nombres, linajes y recorridosNombres, linajes y recorridosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006teatral, en el acontecimiento complejodel que forma parte. Copi convocaimaginarios completos (incluso el dela Revolución) para transformarlos ytransformarse en otra cosa.En la entrevista, Copi (que ya habíaterminado de escribir la pieza) entregauna imagen de Eva Perón que (másaun que en la pieza de teatro), “tienemucho de parecido con la ópera-rockde Webber y Rice” 24 , pero que nodesdeña el papel de capitana armadade una Revolución. La metralleta y eltip-tap, al mismo tiempo.Ahora bien, lo que presentan en común<strong>las</strong> dos Evas de Copi es que ambas están,en 1970, vivas y sueltas por el mundo.No habitan el depósito que cataloga <strong>las</strong>huel<strong>las</strong> de lo ya dicho ni el polvo delos enunciados pasados. Eva Perón esconvocada para que diga en nombre deCopi lo que de sí se sustrae, al mismotiempo, a la memoria y al olvido, alsilencio y al ruido. Copi se abre a lamemoria de Eva Perón para encontrarallí los trajes que vestirá mañana.En su “Nota sobre la traducción” deEva Perón, Jorge Monteleone (a quienBeatriz Sarlo corrige 25 ) incluye la piezade Copi en una “serie” de textos máso menos canónicos de la literaturaargentina. La hipotética serie es, enrealidad, una lista, cuyos primerostérminos (cronológicos) son:“Ella” (1953) de Juan Carlos Onetti“Ella”, objeto de necrofilia popular“El simulacro” (1960) de Borges “Lamuñeca rubia”, “Eva Duarte”“La señora muerta” (1963) de DavidViñas “La señora”, “la yegua ésa”“Esa mujer” (1965) de Rodolfo Walsh“Esa mujer”, objeto de deseo necrofílico“Eva Perón (1969-1970) de Copi“Eva Perón”“Evita vive” (1975) de NéstorPerlongher “Evita”Salvo excepciones, la crítica especializadaha aceptado con unanimidadburocrática 26 esa nómina de textosde la que falta, sin embargo, lo querevele su forma.En la pieza de Copi, ha señaladoCésar Aira:Evita travesti, el sueño del mito, sobrevivepara difundirse por el mundo comoimagen. Ésta es la primera profecía quecontiene la pieza: porque efectivamentea partir de ella sobrevino la moda Evita,la comedia musical, etcétera. 27Eso hace Copi, arranca una unidaddel imaginario peronista (no importasi su posición es properonista oantiperonista, porque el imaginariopolítico completo de los argentinos esperonista) y de la novela familiar (porqueel imaginario peronista le llegapor vía paterna y porque el imaginarioperonista es patriarcal) y la proyectahacia el futuro: hacia la comedia musical(como observan con perspicaciaAira y Sarlo), hacia la acción política(como casi nadie parece querer notarde la pieza de Copi), que supone unarevolución, si no montonera 28 , seguramenteantropológica.Varias, diríamos, son <strong>las</strong> piezas quefaltan para que la lista se comportecomo serie: una de el<strong>las</strong>, naturalmente,es el propio Copi, que se dejaarrastrar por una marea de la imaginacióncon la elegancia de quiensabe que sólo así podrá ahogar todossus tangos y que, al hacerlo, revela laforma de lo informe.<strong>Las</strong> otras son la pieza Evita (1976) deWebber y Rice (el Bildungsroman popque toma como fuente la diatriba TheWoman with the Whip [1952] de MaryMain [María Flores], otra de <strong>las</strong> piezasfaltantes) y la autobiografía que EvaPerón había firmado duchampianamente,ya enferma, con el título Larazón de mi vida (1951). Allí Eva Perónexplica la razón de la serie (es decir, loinfinito de lo finito, lo que ordenarápara siempre la serie y el archivo):A la doble personalidad de Perón debíacorresponder una doble personalidaden mí: una, la de Eva Perón, mujerdel Presidente, cuyo trabajo es sencillo yagradable, trabajo de los días de fiesta,de recibir honores, de funciones de gala;y otra, la de Evita, mujer del Líder deun pueblo que ha depositado en él todasu fe, toda su esperanza y todo su amor.Unos pocos días al año represento el papelde Eva Perón; y en ese papel creo queme desempeño cada vez mejor, pues nome parece difícil ni desagradable.La inmensa mayoría de los días soy encambio Evita, puente tendido entre <strong>las</strong>esperanzas del pueblo y <strong>las</strong> manos realizadorasde Perón, primera peronistaargentina, y éste sí que me resulta papeldifícil, y en el que nunca estoy totalmentecontenta de mí.De Eva Perón no interesa que hablemos.Lo que ella hace aparece demasiadoprofusamente en los diarios y revistas detodas partes 29 .Y sin embargo esa Eva Perón, capazde ocupar “un lugar respetable en losperiódicos del mundo entero” vuelve,con Copi, para decir lo mismo y otracosa. Se trata de una mujer que representael papel de Eva Perón: una personalidadescindida, un cuerpo dobleque es, con diferentes nombres, yaAparato de Estado, ya parte del imaginariopopular y, lo que es de capitalimportancia, una parte no coincide conla otra. Como sombra de la sombra,tales imágenes revelan la distancia desí consigo misma que resulta inherenteal propio lenguaje y al sujeto en cuantopuro semblante. 30 Hay una falla de <strong>las</strong>identidades, cada una de <strong>las</strong> cualessupone un más allá del nombre:Los hombres de gobierno, los dirigentespolíticos, los embajadores, los hombres deempresa, profesionales, intelectuales, etc.,que me visitan suelen llamarme “Señora”;y algunos incluso me dicen públicamente“Excelentísima o Dignísima Señora” yaun, a veces, “Señora Presidenta”.Hasta la intervención de Copi enel memorial literario de Eva Perón,nadie la habíallamado de esemodo, desatendiendola razónde la serie. Antesque Copi, Borgeshabía escrito “EvaDuarte” y “lamuñeca rubia”(la niña y el cadáver).Antes y despuésque Borges, Juan Carlos Onetti,David Viñas y Rodolfo Walsh optaronpor el no-nombre: “Ella”, “esa mujer”,“la señora.” 31 Néstor Perlongher lallama “Evita”, retomando la designaciónpropia de los evitólatras, yBeatriz Sarlo analiza los procesos deconstrucción de la soberanía políticaa partir de su imagen designándolacomo “Eva” (la primera mujer, la responsablede la caída).Copi es el primero que nombra loinnombrable: la relación de “esa mujer”,de “la señora” con el Estado. Por eso,su pieza se llama Eva Perón, aunque supersonaje habla bajo la máscara de Evita(y en esa distancia se cifra el secreto dela historia). Por eso, es imposible consignaren el archivo Copi la pieza teatralllamada Eva Perón y desasignarla de laSe trata de una mujer que representael papel de Eva Perón:una personalidad escindida, uncuerpo doble que es, con diferentesnombres, ya Aparato deEstado, ya parte del imaginariopopular y, lo que es de capitalimportancia, una parte nocoincide con la otra.90 9102. Nombres, linajes y recorrido90-91 90-91 13/11/06 21:31:02
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Nombres, linajes y recorridosNombres, linajes y recorridosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Esa figura doble, prevista porun personaje psicosomáticoen un texto que es a la vezsu memoria y su testamento,irrumpe con toda su fuerzapara desbaratar la novela familiar:no se trata de oponerse aese relato sino de llevarlo hastasus últimas consecuencias.entrevista en la que hace hablar a Eva: <strong>las</strong>dos, caras de la misma moneda.Esa figura doble, prevista por un personajepsicosomático en un texto quees a la vez su memoria y su testamento,irrumpe con toda su fuerza para desbaratarla novela familiar: no se trata deoponerse a ese relato sino de llevarlohasta sus últimas consecuencias.¿Qué esperaba Raúl Damonte, el padrede Copi (que se llamaba como él y comosu abuelo materno:Raúl NatalioDamonte Botana),la quinta pieza quehay que incorporara la lista paraque la serie funcione(hable) porsí misma?:Su ilusión de ayudarmea emprender a su imagen unacarrera política en <strong>Argentina</strong> (eso paralo cual me habían concebido) había fracasadoal primer intento, como sucediótambién con mis dos hermanos. 32Llevamos en nosotros la perplejidadde haber sido concebidos. Copi sabía(o quiso creer) que había sido concebidopara la política (parlamentaria).Puesto a examinar ese destino previstopor el imaginario de su padre, se topafatalmente con la figura de Eva Perónque, por todas partes, interpela y desbaratasu novela familiar.En su autobiografía, Copi no sólorepite la historia completamente falsaque le llega de la fuga de su padre en1945 (haber tenido que cruzar el Ríode la Plata tendido en el fondo deun barco de contrabandistas, habercambiado varias veces de pasaportedurante el viaje, usar un bigote falsoque guardaba en el bolsillito del sacopara componer un personaje que confundieraa los oficiales de aduanaque conocían bien su foto), sino quecomenta con apatía la adecuación deese relato al Imaginario paterno: “Lovi más distendido que nunca, casitriunfal”. Es ese triunfo del Imaginariopatriarcal lo que Copi convoca paraformar parte de su dispositivo.Es verdad que Copi decide no llevarel nombre del padre (Raúl Damontees lo que Copi no quiere ni puede ser)pero, al mismo tiempo, es evidenteque decide repetir su intensa relacióncon el acontecimiento peronista, jugarel mismo juego.Aquel que años después, en su autobiografía,habría de reflexionar sobre el exiliopaterno en los siguientes términos:Mi padre, que tenía el hábito del exilio,lo consideraba como el período de la vidaen que los hombres se abren a la libertad.Pero mi madre y nosotros, niños, auncuando comprendíamos que habíamosescapado de la muerte o de algo parecido,sabíamos también que una vida –la quehubiéramos vivido en <strong>Argentina</strong>– se nosescaparía para siempre. He experimentadocon frecuencia ese sentimiento, a vecesde manera dolorosa y en circunstanciasmuy distintas, como la que se siente enel escenario de un teatro en el momentode los aplausos, 33 ese mismo, en 1970,obligó a su familia a un segundo exilio(y éste, definitivo).Copi escribe Eva Perón con <strong>las</strong> palabrasdel padre, que había ficcionalizadodiálogos entre Perón y Eva enuno de sus libros, 34 en el que se leepor ejemplo, que en los momentosprevios al 17 de octubre de 1945, antelos titubeos del líder, “Eva lo mira conlástima” y “le escupe”: “sos un cagón”.“Levantate marica, que no te va a pasarnada”, habría dicho Eva a su maridosegún el alucinado relato de Damonte(padre). Como señala Beatriz Sarlo,Copi trabaja a partir de esos “discursosde infancia”: convoca una “imagen dePerón con migraña, enfermedad femenina”35 como continuación del Perónafeminado que su padre había diseñadopara divertimento de sus vástagos(ya que no había forma de incluirlosen la política parlamentaria).No es que Copi retome y desarrollela voz del padre y la someta a “ungiro paródico, pero no para el ladode la revolución política sino haciael lado de un populismo negro quedice: pues bien, en la Rosada hayuna puta vestida por Dior, ¿y qué?” 36 .Nada más lejano a Copi que el deseode parodiar al padre. Nada más ajenoal dispositivo de Copi que la parodiade discursos. Más bien se trata deseguirlo, de repetir sus pasos, hastala extenuación. Si Evita, puta, vestíaDior en la sede de la soberanía, lomismo hará Copi en muchas de suspuestas. No tanto un giro paródicocomo una revolución antropológica;jugar el juego del padre como formade profanación:El pasaje de lo sagrado a lo profano puede,de hecho, darse también a través de unuso (o, más bien, un reuso) completamenteincongruente de lo sagrado. Se trata deljuego. (…) El juego no sólo proviene de laesfera de lo sagrado, sino que representa dealgún modo su inversión. 37Todos los personajes de Eva Perónjuegan el mismo juego: cajas, baúles,cofres, maletines, puertas quese abren y se cierran, cuyas llaves ynúmeros de combinación se buscan,se encuentran y se pierden.Copi llega a la colección literaria(decorativa) de Evitas literarias y seinscribe en relación con ella parahacer que la serie funcione pero,sobre todo, para sacar a Eva Peróndel armario en que se ha encerrado,presa ella también del Imaginario delos otros. La Madre dice: “Se encerróen el placard y no quiere salir”.Concebido como armario, placard ocloset, el archivo sólo puede esperara sus asesinos. De lo que se trata esde re-usar lo queel archivo contieney seguirel juego de <strong>las</strong>voces previas.Copi lo hizo y, alhacerlo, profanóla novela familiary el Imaginarioperonista (esdecir: político).También en esto <strong>las</strong> enseñanzas deProust y de Copi se parecen. Parapostular una teoría completa y radicalde la transexualidad como la queen sus obras se deja leer hay queprofanar lo sagrado. 38 Proust llamabasadismo a esa relación. Copi, sencillamente,teatro.En ese teatro de la transexualidad,se llega al archivo (se sale del recuerdo),sólo en el momento en quese encuentra el propio lugar (vacío,fallado) en una lista, en el momentoen que se aísla un elemento (digamos:Eva Perón) de la serie y se lo pone afuncionar en otra: “Mediante la transexualidadgeneralizada, lo humano seha vuelto imagen.” 39He abierto por ahí (y para mí, y anteustedes) el archivo Copi. Me extrañaríasi algún día se cerrara.(*) Universidad de Buenos Airesdaniel.link@gmail.comTambién en esto <strong>las</strong> enseñanzasde Proust y de Copi separecen. Para postular unateoría completa y radical de latransexualidad como la que ensus obras se deja leer hay queprofanar lo sagrado. Proustllamaba sadismo a esa relación.Copi, sencillamente, teatro.92 9302. Nombres, linajes y recorrido92-93 92-93 13/11/06 21:31:04
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