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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Tribunas literarias, memoria editorialTribunas literarias, memoria editorialLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006S: Eran libros de alto padrón gráfico.W: Y eso que mezquinaban muchísimo.Era difícil convencerlos de invertir enestas obras culturales. Lo hicieron cuandoverificaron que andaban. Publicar unlibro sobre Tupac Amaru con 800 páginasde documentos antiguos me costósangre, sudor y lágrimas.S: ¿Quién dirigía Hachette?W: La dirigía un señor llamado Pa<strong>las</strong>i.S: ¿Francés?W: Era español, aragonés. Pa<strong>las</strong>i erauna bellísima persona, pero era uncontador. Él lo que quería era mandarel balance mensual a París con saldo encaja. Nosotros le decíamos: “Pero fíjeseseñor Pa<strong>las</strong>i, fíjese la inflación...”. Eramuy difícil. Le puedo contar veinteanécdotas de él. Así y todo yo pudeseguir bastante con mi colección ElPasado Argentino, que creo que hoyen día tiene alrededor de 120 títulos.Para que se haga una idea del clima detrabajo le cuento la historia de la publicaciónde un título. En Estados Unidosse había publicado Aspectos económicosdel federalismo argentino. Se me escapahoy en día el nombre del autor; unpolaco exiliado en los Estados Unidos.Un libro importantísimo. Yo me enterépor <strong>las</strong> revistas de historia y lo pedí através de un agente literario, como sehacía entonces. Me llegó el ejemplaren inglés y yo lo tenía en mi escritorio.Pa<strong>las</strong>i era muy simpático y todos losdías venía a verme. Un día le comento:“Estoy leyendo este libro y me pareceextraordinario. Sobre el federalismoargentino, no hay nada mejor, salvo ellibro de Juan Álvarez, que es otra cosa”.“¿Quién es el autor?” “Es un polacoemigrado que se doctoró con estelibro.” “¡No, cómo vamos a publicarestas cosas!” Él siempre desalentaba pormiedo al entusiasmo pasajero. Pa<strong>las</strong>iiba y venía, miraba ese libro y no mehablaba. Y un día me llama el agenteliterario, el señor Lawrence Smith, queera un caballero, un agente literarioinglés correctísimo porque cuando élofrecía un libro a alguien no lo sabíanadie. Es decir que actuaba como unverdadero profesional del libro. Mellama y me dice: “Mire, Don Gregorio:Emecé me pide el libro y usted tienela preferencia porque lo tiene hacetres meses. Si usted no se decide, selo voy a tener que dar a Emecé”. Yentonces le digo: “Mire señor Smith,llámelo a Pa<strong>las</strong>i directamente y dígalelo que me está diciendo a mí. Hágamecaso. Después me cuenta el resultado”.Inmediatamente lo llama. A los cincominutos viene Pa<strong>las</strong>i hecho una furia,y me dice: “¡Ah!, pero Don Gregorio,con estas indecisiones vamos a perdertodos los libros. ¡Hay que tomar decisiones!¡Emecé no nos puede tomar ladelantera!”. Otro caso similar fue conla edición de Friends: Gran Bretaña y<strong>Argentina</strong>, un libro muy importantedel cual se tiraron cinco ediciones.Tuvo una enorme repercusión porquees una visión sobre <strong>las</strong> relaciones inglesasy argentinas desde la mirada de uninglés. Lo escribió un señor ingenuo,cándido, que no conocía la historiaargentina. Nunca había estado acá perodice la verdad de los documentos queencuentra. El episodio fue así: se publicóen La Nación un largo artículo enel que se decía: “Acaba de aparecer unlibro sensacional de un profesor dela Universidad de Edimburgo sobre<strong>las</strong> relaciones entre Gran Bretaña y<strong>Argentina</strong>...” Allí aborda los negociadosque hubo entre empresas y muchosnombres patricios metidos en coimas.Ahí le dije a Pa<strong>las</strong>i: “¿Vamos?” “No,deben ser muy caros los derechos.”Emecé le pidió los derechos a Mr.Smith. Él se los dio y lo tradujo un talVisio. Después yo le dije a Mr. Smith:“Mire una cosa: Emecé tiene los derechos.Según <strong>las</strong> normas durante un añotiene que publicarlo si no los pierde.¿Por qué no me da la primera opción?Anótelo en su libro. Yo le pido la primeraopción para hacerlo porque tengoel presentimiento de que Emecé no lova a hacer”. Y se dio así. Le compramosla traducción a Emecé, se publicó ytuvo un éxito enorme; ya es un clásico.Ése era el clima de trabajo.S: ¿En los 50 Hachette era unaempresa de porte?W: Sí, tenía más de cincuenta empleados.Tenían los libros franceses para loscolegios franceses, libros de idioma, detexto, <strong>las</strong> revistas. Traían revistas desdegéneros como la filatelia hasta la moda,pasando por el automovilismo. En esaépoca no había revistas de moda nacionales.El edificio era fabuloso.S: ¿Dónde estaba la sede?W: Estaba en Maipú 49 y después semudó a Rivadavia al 749.S: ¿Y usted iba regularmente?W: Todos los días, tenía oficina allí.S: ¿Cuándo cerró Hachette en<strong>Argentina</strong>?W: Vino un tal Musset de Franciay la fundió. Era hijo del directorde uno de los grandes diarios deFrancia. Llegó con mucha soberbia,se llevaba a todo el mundo por delante,pero era un ignorante. Teníamoscolecciones como La Vida Cotidiana,que eran propiedad de Hachette deParís. Publicamos cinco o seis tomossobre Egipto, Grecia en la Época deHomero, en la Época de Pericles, LosAztecas, Los Mayas y alguno más.Cuando vino, primero decidió queno se encuadernaran y después queno se ilustraran. Cuando le dije queeditemos Grecia en la época de Periclesme dijo: “¿Para qué, si ya tenemos aHomero?” No había con quién hablar.Le ha hecho tanto daño a Hachette.Cuando la editorial francesa anduvomal se la vendieron a él, que terminóde fundirla del todo. Yo ni quise sabercómo terminó todo.S: ¿En qué otras colecciones trabajóusted, además de La Vida Cotidiana?W: En Hachette hicimos muchascosas. De ciencias humanas y socialesno era muy simplesacar libros.Publicamos unSchuhl sobrePlatón 19 , unpar de libros deMondolfo, yalgún libro deLabrousse sobre lademocracia. Parapublicar a Hegel,que la primeraedición salió conHachette, tuvimoslargas peleas.Me decían “Unlibro de mil páginas...”.Sobre ellibro de historiame decían: “¿Por qué lo vamos apublicar si hay tantas historias?”Después del 66: Dimensión<strong>Argentina</strong>, Solar, CEPALS: ¿Usted cuántos años trabajó enHachette?W: Cuando vino la caída de Perón, ahí464 46507. Tribunas literarias.indd 464-465 13/11/06 21:46:17

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