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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Ficciones críticasFicciones críticasLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La crítica cultural, sea éste unbuen nombre o no, es una mixturaque desea ser de naturalezafina, entre la crítica literariay la teoría de <strong>las</strong> civilizaciones.El colapso seduce y vierte mielen el pensar. La mejor críticacultural se hace con un oídoen el colapso, el Gran Hoteldel Abismo del que habló elLukács joven. Pero resta el otrooído para un saber de reparación.Quizá cuando la críticacultural huye hacia el famosoabismo, el crítico literario quesubyace en todo crítico culturalintenta el salvataje.mente redentista– en torno a una laicareligiosidad del existir, con <strong>las</strong> figurasde la reparación moral, el sufrir comopensar y el mal como síntoma obstruidode la historia; y en el segundo, conmeditaciones que buscan el reverso detoda frase cultural para reescribirla enel idioma del sufrimiento humano yde la crítica a los procedimientos desujeción y humillación de personas.No se trata enestos trabajos dementar al colapsocivilizatorio,sino de tomar<strong>las</strong> esquir<strong>las</strong> deun fracaso queflotan en el airey detallar<strong>las</strong> enuna escritura queapela a imágenescomplejas capacesde referir elespectáculo de larazón en crisis.En verdad, laidea de colapsocultural –esencialen varias de <strong>las</strong>direcciones de la crítica que estaremosconsiderando– cruza la actualidadintelectual argentina. Si tomamosese concepto con la amplitud retrospectivade varias décadas, podemosreconocer la crítica cultural (que deél se ocupa) como colindante con lacrítica literaria. La crítica cultural, seaéste un buen nombre o no, es unamixtura que desea ser de naturalezafina, entre la crítica literaria y la teoríade <strong>las</strong> civilizaciones. El colapso seducey vierte miel en el pensar. La mejorcrítica cultural se hace con un oído enel colapso, el Gran Hotel del Abismodel que habló el Lukács joven. Peroresta el otro oído para un saber dereparación. Quizá cuando la críticacultural huye hacia el famoso abismo,el crítico literario que subyace en todocrítico cultural intenta el salvataje.A propósito de uno de estos salvatajes,véanse como ejemplo los trabajosde Josefina Ludmer. El puntode partida es este cruce ineluctableentre crítica literaria y análisis dela fuerza discusiva de los mundosculturales. En algún punto de esaencrucijada, Ludmer lleva hasta <strong>las</strong>últimas consecuencias la idea del “finde la escritura de estilo”, en nombrede un abandono de su primermacedonismo (el lúdico estilo delescribir sustrayendo el motivo literalde la escritura). Correspondiendo aciertos movimientos en la literaturade ficción hecha en <strong>Argentina</strong> desdelos 80 –Piglia y Puig simulando vastasplanicies de escritura en dondesólo se trataría de realizar informesobjetivos de situación, descripcionesde apariencia indiferente o burocrática,mientras en la piel interna delo escrito rebulle la tragedia–, losúltimos libros de Josefina Ludmer, Elgénero gauchesco y El cuerpo del delito–de gran repercusión en los mediosde la crítica argentina y latinoamericana–,muestran cierta revalorizaciónironista de los idiomas científicos ymatemáticos, cierta reescritura fissionalde universos geométricos delpensar, y en general, el juego con unextraño renunciamiento a la escriturallamémosla así, literaria.Esos libros exhiben los poderes deltexto dentro de un sistema de oposicionesinvertidas y metáforas quealuden a simetrías y continuidades enun conjunto nomológico que parecetraernos un cuadro cientista parainterpretar los textos, pero en verdaddejan la impresión de que el significantese vacía para convertirse en unequivalente general de la cultura, loque de inmediato lleva a explorar elcrimen como fundación social y laguerra como contrapunto exquisitode la ley, del texto y de la voz. Esterealismo discursivista que busca la facticidadúltima en los textos no deja deasemejarse a la empresa retórico-lógicade Ernesto Laclau en el seno de <strong>las</strong> tradicionespolíticas clásicas y modernas.Y por un flanco inesperado, recuerdalos trabajos de Nicolás Rosa –tan distantesde los de Ludmer en su maneraescrita–, que se acercan en el hecho dever en el espejo de la metáfora y losvocablos científicos todo el andar dela crítica literaria.Dígase que Ludmer quiso forjar ungran contrapunto a los recuerdos desus comienzos en la revista Literal,donde el macedonismo estaba elocuentementedespierto, o siempre pordespertar. No es posible afirmar que <strong>las</strong>complejas combinaciones de oposicionessimétricas a <strong>las</strong> que ahora apela ensus ejercicios críticos más avanzados,no sean retraducciones macedonianasen un nivel aun más abstracto, y desdeluego, fuertemente enigmático a pesarde sus diáfanas estructuras de sostén.El macedonismo no se ha extinguido.Hasta hoy, la obra y los ensayos periodísticosde Noé Jitrik lo recuerdan enla cita o en el tono. Una crítica a loMacedonio, en Jitrik, sigue la sendade tomar como objeto irónico el propioejercicio de la crítica y al “lectorsalteado” como un espectro que vuelaencima de todo escrito. Entretanto,la obra de Germán Leopoldo Garcíasirve también para verificar que no seha agotado el resuello macedoniano.Este autor posee una erudición degran amplitud que abarca todo el legadodel psicoanálisis y de la literaturacontemporánea, en la cual inspira susobras (nove<strong>las</strong> y ensayos críticos). Enel<strong>las</strong> se notan <strong>las</strong> marcas de frecuentarextensas bibliotecas y de un uso picarescode la teoría, cuyo tema final esel mundo intelectual haciendo gala demalos, pasableso a veces interesantesintentosde dialogar conel legado universal,traerlo a estasplayas y hacerloobjeto de recepcionesno vicariasni apocadasen el intento demedrar con elprestigio ajeno.Urticante críticala de GermánGarcía, un psicoanálisiscríticode la culturaprogresista, sinrastros reduccionistasni deimprovisación; con rápidas metáforasfreudianas, sino con la angustiaefectiva del pensar (aunque en esteautor, la angustia viene combinadacon la risa hedónica del mundo).Otros autores de la veta psicoanalíticaen su intervención decisiva juntoa la cultura contemporánea, JuanRitvo, Jorge Jenkins o Luis Gusmán,dejan percibir el nivel que alcanzó en<strong>Argentina</strong> una de <strong>las</strong> grandes vertientesde la crítica y el análisis de significadosculturales. El primero conapuestas a una escritura espesa, conplanos que van de una estética delicadadel pensar al modismo coloquialde deliberada brusquedad; el segundocon hallazgos de escritura y reflexiónde refinado polemismo, y el terceroAníbal Ford262 26304. Ficciones críticas.indd 262-263 13/11/06 21:41:00

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