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Las Armas y las letras.pdf - Federación Libertaria Argentina

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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Reflexiones sobre la condición intelectualReflexiones sobre la condición intelectualLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006al que desgarraba la contradicciónentre la universalidad del saber y elparticularismo de la c<strong>las</strong>e dominantede la que era producto; así encarnabala conciencia desventurada, tal comola definió Hegel” 14 ; los acontecimientosdel 68 lo convencieron de la necesidadde contraponer al intelectualclásico con el nuevo intelectual quebusca fusionarse con la masa al riesgode renunciar, por ello, a la condiciónde intelectual. <strong>Las</strong> generacionesposteriores procuraron borrar el desgarramientoen un sentido diverso:cortando los vínculos con la praxis ycon los problemas del mundo social;adaptándose, al mismo tiempo, aun dócil institucionalismo. En talsentido pudo hablar acertadamenteEdward Said de una nueva trahisondes clercs, quienes dejaron a los ciudadanosde la sociedad moderna enmanos de <strong>las</strong> fuerzas del mercado,<strong>las</strong> corporaciones internacionales, <strong>las</strong>manipulaciones de los apetitos delos consumidores 15 ; en lo que atañea la crítica literaria, ésta sustentó suespecialización en la “no interferenciacon lo que Vico llama el mundode <strong>las</strong> naciones, pero que prosaicamentepodría igualmente llamarse‘el mundo’” 16 . Said relacionó estainflexión de la crítica con una seriede fenómenos políticos asociados conel ascenso de Reagan; fenómenosque hoy, desde una perspectiva másamplia, podemos identificar comorasgos definitorios del neoliberalismo.Todos estos cambios contribuyerona que la intelligentsia dejarade flotar libremente para arraigarse–de ser posible– en <strong>las</strong> universidades,de modo que, como sostuvo IrvingHowe, “hoy la mayoría de los jóvenesambiciosos y talentosos, dentro dela academia literaria, publica sólo enrevistas leídas por sus colegas, y pareceencontrar que ésta es una condiciónaceptable, e incluso normal” 17 .Pero la universalidad del fenómenodebería desalentar cualquier tentativapara hacer depender la “declinaciónde la crítica literaria” contemporáneatan sólo de la determinación individualde los autores. Afirmar estoequivaldría a desdeñar de maneravoluntarista –o, incluso, moralizadora–<strong>las</strong> condiciones materiales queprovocaron la academización de lacrítica. De ahí que el afán sentimentalde recuperar la ingenuidaddel pasado suela resultar tan abstractamenteutópica (y, por ende,inofensiva) como la añoranza conservadorade un mundo preindustrial.Cuestionar la crítica académica nosupone adoptar la cómoda posturadel alma bella, sino buscar otra formade extraterritorialidad: adoptar unaperspectiva que cuestione el statuquo sin ignorarlo. La crítica de <strong>las</strong>condiciones vigentes no puede limitarsea su mero rechazo ideológico; elcompromiso genuino no consiste ensituarse fuera de la historia, sino enrastrear <strong>las</strong> posibilidades innovadorasdentro de aquella realidad que se tieneen vista modificar.Con excesiva frecuencia, el anhelonostálgico y voluntarista de cultivarmodelos de crítica anteriores a losque caracterizan a nuestra época,haciendo abstracción de <strong>las</strong> actualescondiciones socioculturales, se poneal servicio de una justificación de lapereza intelectual, de la vaguedadteórica, del reemplazo del análisis poruna serie de afirmaciones generales ybombásticas. Por cierto que el méritode un estudio crítico no se derivadirectamente de la cantidad de notasal pie, pero es pueril pensar que lainexistencia de notas es la real garantíade la calidad del análisis.VHablamos más arriba sobre laRestauración como momento de surgimientode la intelligentsia moderna.Es característico que la palabracrítica haya sido uno de los términosclave de esa época; un ejemplo deello lo ofrece la obra de Marx, algunosde cuyos títulos son: Para unacrítica de la filosofía del derecho deHegel, Fundamentos para una críticade la economía política, Contribucióna una crítica de la economía política,Crítica del programa de Gotha.Algunos subtítulos no son menoselocuentes; así, el de La ideología alemana(“Crítica de la filosofía alemanamás reciente”), o el de El capital(“Crítica de la economía política”).La insistencia sobre el término delatauna estrategia recurrente en Marx,a saber: la que consiste en partirdel punto de vista de la ciencia y lafilosofía más avanzadas de su tiempopara luego adoptar, respecto deél, una posición superadora. En LaSagrada Familia (1845) –la primeraobra escrita en colaboración porMarx y Engels; una obra cuyo subtítuloes, significativamente, “Críticade la crítica crítica”– desarrolla Marxsu estudio literario más exhaustivo:un análisis sutilmente irónico de lareseña que uno de los colaboradoresde la Allgemeine Literatur-Zeitunghabía dedicado a los Misterios deParís, la popular novela por entregasde Eugène Sue. Este análisis le brindóa Marx la ocasión de cuestionaraquella crítica literaria que recurre aun lenguaje abstruso a fin de exponertrivialidades, o que desarrollaaventuradas tesis para <strong>las</strong> cuales noes posible hallar un fundamento nien <strong>las</strong> obras literarias analizadas, nien el mundo real. A esta ostentaciónde desdén hacia la inmanencia de <strong>las</strong>obras –en la que Marx veía un correlatoinmediato de la indiferenciaidealista frente al mundo material–suele aproximarse la crítica académicacontemporánea, empeñada enconvertir la propia metodología enun Juggernaut encaminado a triturar<strong>las</strong> obras. Los efectos de este procesopueden verse en el obsesivo interésen construir modelos aplicables acualquier contexto, de modo quelos esquemas teóricos y críticos seanextraídos de sus condiciones históricasde surgimiento, y de su enlacecon un corpus específico de obraspara transmutarse en esquemas eternos,que han de funcionar como respuestasdefinitivas a los problemasque plantean <strong>las</strong> obras literarias.Como en otros planos, también enel de la crítica reveló nuestro mediosu distintiva propensión a importarproductos prefabricados –con frecuencia:de los ámbitos académicosnorteamericanos– sin presentar lamenor resistencia. En <strong>las</strong> antípodasde semejante claudicación teórica seencuentra la mejor crítica literarialatinoamericana; un ejemplo destacadode esta lo ofrece una figura comola de Antonio Candido, en quien laapertura hacia <strong>las</strong> teorías europeasno conduce jamás a la parálisis crítica.Roberto Schwarz ha indicado enqué medida el proceder de Candidose sitúa “en la contracorriente de laespecialización universitaria común”;ajenos a todo mecanicismo, los análisisdel autor de Formação da literaturabrasileira (1957) no se proponen324 32505. Reflexiones sobre la condici324-325 324-325 16/11/06 22:46:39

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