LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Tribunas literarias, memoria editorialTribunas literarias, memoria editorialLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La edición se trata de una actividadcuyas huel<strong>las</strong> no son evidentes;una práctica complejay específica cuyo conocimientoaún no ha forjado un campode especialistas entre <strong>las</strong> cienciassociales en <strong>Argentina</strong>.y polígrafos del pasado, piezas hastaentonces atesoradas en algunas bibliotecaspúblicas y particulares 6 .La colección El Pasado Argentino seríauna de <strong>las</strong> “argentinianas”, de esas cuatroo cinco bibliotecas fundadoras de unacultura argentina impresa. Este núcleode la obra de Weimberg representael último proyecto editorial capaz dehacerse un lugar en el linaje de <strong>las</strong>bibliotecas de Ingenieros y de Rojas:La Cultura <strong>Argentina</strong> y La Biblioteca<strong>Argentina</strong>. Han sido muchos los intelectualesque, como Gálvez y Quiroga conla Cooperativa de Buenos Aires, crearoncolecciones o editoriales para enlazarsus libros entre otros que no tuvierancabida en el mercado del libro. Pero, enestos casos, pocos han conseguido equilibraruna permanente actividad comoeditores y como productores intelectuales.Lafforgue,Schmucler y otrospocos pueden testimoniaral respecto.En esta c<strong>las</strong>ede intelectuales,el conocimientode sus obras nopuede limitarseapenas a lo escrito,a los textos firmados. <strong>Las</strong> marcas materialesde su labor se sumergen por detrásde todos los textos de otros autores quehicieron públicos, razón de la edición.El Pasado Argentino es una de <strong>las</strong> piezasreconocidas de la obra de Weimberg,es decir, una de aquel<strong>las</strong> que la buenahistoria cultural retiene como cuadropara una memoria colectiva. Pero <strong>las</strong>realizaciones de Gregorio Weimbergvan mucho más allá. Entre sus legadosque han caído en el olvido sobresalela colección Tratados Fundamentaleseditada en los años 40 por la editorialLautaro: “ése es mi orgullo”, nos diceen esta entrevista. Una colección queprecedió a El Pasado Argentino, quela abarca y manifiesta el horizontede referencias universales con <strong>las</strong> quehabría que fundir el pensamiento de lacultura y la sociedad argentinas.Aquí se presenta una edición de dosentrevistas realizadas con GregorioWeimberg en torno a sus actividadescomo editor y a sus experiencias en elmedio editorial 7 . Retratan apenas unaspecto de su obra. Pero la edición setrata de una actividad cuyas huel<strong>las</strong> noson evidentes; una práctica complejay específica cuyo conocimiento aúnno ha forjado un campo de especialistasentre <strong>las</strong> ciencias sociales en<strong>Argentina</strong>. En su origen fueron entrevistasde investigación; destinadas no ala edición como tales, sino a sumar evidenciaspara la historia del campo editorial,de la traducción y publicaciónde ciencias sociales y de otros temasconexos. Pero en este momento crítico,la figura de Gregorio Weimberg serevela única e indispensable para pensarque su obra continuará presenteen alguno de los pliegues de nuestropensamiento colectivo, en la filigranade los cientos de libros en los quesu nombre no aparece impreso peroque salieron al público gracias a susproyectos intelectuales. En esas horasnos damos cuenta de que se ha tenidoel privilegio de escuchar una historiaprofunda que vale la pena compartir.Pero la entrevista publicada se reducepor su edición, permanecerá apenascomo un texto. Sólo el acompañamientode imágenes permitiría dar densidadetnográfica a <strong>las</strong> char<strong>las</strong> con GregorioWeimberg. Todos los ambientes de sucasa de Remedios de Escalada al 800están abarrotados de libros. Para cadaafirmación Gregorio tenía una evidenciamaterial impresa. Eran entrevistascaminadas, yendo de un lado al otrode la casa, de un tramo al otro de subiblioteca, en busca de sus libros. Elandar perjudicaba la captura de audioy advertía sobre la importancia dedescribir ese escenario. Era como sisólo la interpretación del orden de esosestantes permitiera llegar a conocer ladiversidad de proyectos pedagógicos,editoriales y de investigación del mentorde la biblioteca. Su casa, como lanación en su colección, se sintetizabaen libros. <strong>Las</strong> experiencias con librosde personas como Gregorio Weimbergnos muestran los riesgos de limitar laidea de biblioteca, de texto, de traducción,de archivo a meras metáforas. Enellos esas palabras se consuman y abarcantodas <strong>las</strong> relaciones elementales deuna cultura universal en la cual el restosólo participamos tan limitadamente.Sorá: Usted trabajó en un amplioespectro de <strong>las</strong> ciencias humanas.¿Cuál fue su formación universitaria?Weimberg: Yo estudié derecho.S: ¿Entre qué años?W: Y... en el 38, 39. Después medediqué a la filosofía. Derecho noterminé.S: ¿A quiénes recuerda de Filosofíay Letras?W: Antes que nadie a FranciscoRomero.S: ¿De ahí en más siempre estuvoligado a la Universidad?W: Siempre estuve ligado a laUniversidad y en la época del eclipsede la Universidad, participé delColegio Libre de Estudios Superiores.S: ¿Y usted alimentaba sus proyectoseditoriales en función de sus proyectospedagógicos?W: Si. Nos reuníamos, conversábamos,hablábamos de que tal libro noera tan importante, que tal otro sí,etc. Francisco Romero fue muy generoso.Un día nos dijo: “Yo en Losadatengo muchos libros de filosofía queno puedo publicar. Si alguno de ustedesse anima a publicarlos, yo les doyideas”. Él alentaba a todo el mundo.S: ¿Cómo fueronsus primerasincursiones en elmedio editorial?W: Bueno yome presenté a laeditorial Lautaroallá por el 44 o el45. Ellos habíancomenzado apublicar unacolección dondeapareció un librosobre Belgrano,luego otro sobreSarmiento, etc.Yo fui así nomásy les ofrecí unM o n t e a g u d o .Así se publicó miprimer librito: Elpensamiento de Monteagudo. Despuésquedé vinculado a ellos como asesorliterario y empecé a hacer una colecciónde clásicos de la filosofía. Nosé si la conoce Ése es mi orgullo. Enla colección Tratados Fundamentalespublicamos por primera vez La mentalidadprimitiva de Lévy-Bruhl, queyo traduje 8 . Fueron muchos libros:Teoría General del Cielo y El sistema dela naturaleza de Kant; El existencialismode Lefebvre; el ensayo de Bacon 9 ;La sociedad primitiva de Morgan; elTratado teológico-político de Spinoza;Discurso preliminar de D’Alembert;454 45507. 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LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Tribunas literarias, memoria editorialTribunas literarias, memoria editorialLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006<strong>las</strong> Cartas filosóficas de Voltaire; Ladocta ignorancia de Nicolás de Cusa;Averroes y el averroísmo de ErnestRenan. Aparecieron libros de Boas,de León Brunschvicg 10 . Después enuna serie menor aparecieron GordonChilde, Magia y sacrificio en la historiade <strong>las</strong> religiones de Huber y Mauss,que creo que es una de <strong>las</strong> primerasediciones en castellano sobre el temadesde un punto de vista no religioso.La editorial Lautaro y la colecciónTratados FundamentalesS: Y Lautaro, ¿cómo era?, ¿cuándo surgió?W: Lautaro surgió durante la guerramundial como una respuesta, digamos,progresista. Después fue caracterizadapolíticamente. Fue la obra de un grupode personas. Participó un señor llamadoDreyfuss que trabajó como gerente,luego estaba el señor José Iturrac, queera exportador de papel, gente que noera exactamente de izquierda, pero síera pro-aliada. Había socialistas, capitalistas,estaba Sas<strong>las</strong>ky, que era gerentegeneral de Bunge & Born, estaba SaritaJorge, etc. El primer libro que se publicóy que fue presentado en una feriadel libro, fue requisado por la policía.Se llamó <strong>Las</strong> estrel<strong>las</strong> miran hacia abajo.Era un alegato a favor de Inglaterradurante los bombardeos. Como le dije,yo me acerqué a ellos para ofrecerles milibro sobre Monteagudo y enseguidame encomendaron algunas cosas. Pocotiempo después con Manuel Sadoskyles propusimos la colección TratadosFundamentales y quedé incorporadoal trabajo de la editorial. Para sorpresade todo el mundo, con la colecciónde filosofía nos fue muy, muy bien.Fue una de <strong>las</strong> primeras colecciones deLautaro.S: ¿Y el dueño de la empresa quién era?W: La dueña era Sara Mariana deJorge. El padre de ella era el abogadode Gath & Chavez, un abogado demucho prestigio que había recogidocapitales del grupo pro-aliado.S: ¿Ella era académica, literaria?W: No. Aunque era una muchachamuy culta. Era la mujer de FaustinoJorge, no sé si le dice algo.S: ¿Y qué otras líneas tenía el catálogode Lautaro?W: El catálogo llegó a ser bastanteheterogéneo. Después vinieron losPingüinos. Se firmó un convenio conPenguin de Londres e hicimos unpequeño comité con María Rosa Oliver.Ella participaba por Penguin y yo porLautaro. Don Pedro Henríquez Ureñaactuaba de árbitro en el caso de quehubiera desacuerdos. Ahí se publicaronPenguin literarios, científicos, técnicos,publicamos una historia de la ópera,una historia del ballet, un libro sobrearte primitivo. Todos a dos pesos.S: ¿El formato era parecido a losPenguin ingleses?W: Sí, con otras tapa, claro. Fueronlos primeros libros de bolsillo que seempezaron a sacar de modo sistemático.Algunos títulos tuvieron tiradas de10.000 ejemplares. Además le dimosun color local. Por ejemplo lo reivindicamosa Horacio Quiroga. Nos hartamosde vender Cuentos de la selva.S: ¿Lautaro llegó a ser una empresamediana, con muchos empleados?W: No. Lautaro era pequeñita.S: ¿Dónde funcionaba?W: Funcionaba inicialmente en la calleAlsina, creo que en el 1949. Despuésse trasladó a la calle Sarmiento y finalmenteestuvo en la calle José EvaristoUriburu 1225. Ahí sufrió sucesivasclausuras. Ahí yo ya no estaba, peroigual me dolía, ¿no?S: Y de un modo general, ¿cómo erael control político en el mercado dellibro durante el peronismo?W: Hubo censura, persecuciones,clausura de editoriales, de diarios, derevistas. A mí me detuvieron por ellibro La docta ignorancia del cardenalNicolás de Cusa 11 . Fue en el momentocuando Perón parecía que renunciabaa la reelección y que apoyaría a Alóe.Como sobre Alóe se hacían muchoschistes en los que se lo trataba comoun bruto, entonces creyeron que ellibro era una tomada de pelo. Estuveunas 48 horas detenido en la famosaseccional especial en la calle Urquiza. Yyo me gastaba en explicarles: “Miren,el señor Nicolás de Cusa es un cardenaldel siglo XV...”. Después me pusieronen libertad. Imagínese que Casireren su libro sobre historia del problemadel conocimiento, cuatro tomosque publicó el Fondo de Cultura,comienza el pensamiento modernocon Nicolás de Cusa. ¡Esos brutos creyeronque era una impostura!S: ¿Y Lautaro cuándo cerró?W: Cuando se puso un poco espesa <strong>las</strong>ituación política durante el peronismo,yo le dije a Sarita Jorge: “Dividamos laeditorial porque la están persiguiendo”.Yo les había propuesto dividirla editorial en la parte vulnerable y laparte no vulnerable. Yo me quedaríacon los Tratados Fundamentales y conlos Penguin y que ella siguiera con loslibros de política, los libros de funciónpolítica pro-aliada, sobre revoluciónespañola, todas esas cosas. Ella creyóque así Lautaro se debilitaría. La divisiónno se hizo y se perdió todo.S: Y al cerrar, ¿qué pasó con losdirectores, con los empleados deLautaro? ¿Partieron para otros proyectosen el mundo de la edición?W: Sarita Jorge seretiró. Me acuerdode un chicoque había empezadocomo cadetecon nosotros ydespués se dedicóa la comercialización.Él se fue avivir a Chile y seconvirtió en unbuen distribuidor.Cuando se cerróLautaro a mime dieron comoindemnización losderechos de autor de varios libros. Entreotros Qué sucedió en la Historia. Yo se losvendí a Siglo XXI y ellos lo reeditaronmuchas veces. La mentalidad primitivapasó a publicarlo Siglo XX y así.S: ¿O sea que hasta allí toda la obra deLautaro se hizo en sólo cuatro años?W: Nada más. Después Lautaro reabriópero yo me alejé por motivos personales.Empezaron a publicar clásicos delmarxismo y la editorial quedó marcada.Aunque mi problema no era la orientaciónpolítica. Entre otras cosas inéditasque yo publiqué en Lautaro estuvo latraducción de Cartas de la cárcel deAntonio Gramsci, fue la primera traducciónen otra lengua. ¡Apareció antesque en francés, antes que en inglés!S: Un injusto olvido de la historiacultural, ¿no es cierto?W: Sí. Yo creo que injustamente. EnHubo censura, persecuciones,clausura de editoriales, de diarios,de revistas. A mí me detuvieronpor el libro La doctaignorancia del cardenal Nicolásde Cusa. Fue en el momentocuando Perón parecía querenunciaba a la reelección yque apoyaría a Alóe. Comosobre Alóe se hacían muchoschistes en los que se lo tratabacomo un bruto, entoncescreyeron que el libro era unatomada de pelo. (Weimberg)456 45707. Tribunas literarias.indd 456-457 13/11/06 21:46:12
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