LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Tribunas literarias, memoria editorialTribunas literarias, memoria editorialLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006ya empecé a distanciarme de Hachette.Yo me metí en la Universidad en el56, participé de los cursos de ingresoy pasé a dirigir la colección desdeafuera. De ahí en más mi actividadeditorial prácticamente se limitó a micolección. En la Facultad de Filosofíay Letras empecé a dictar cursos deingreso, de nivelación, y después tambiénlo hice para Arquitectura.En el 66, con el golpe de Onganíanos echaron a todos y yo me quedéen la vía. Entonces Eustacio García yPedrito García, de El Ateneo, me llamarony me preguntaron si yo queríao si necesitaba hacer algún trabajo.Nunca me voy a olvidar de ese gesto.Entonces yo les propuse una pavada:una obra de filosofía plurilingüe, unacuriosidad increíble. Lo hicimos conel profesor Caletti y con eso pudimossobrevivir a la crisis del 66. Tiempodespués le dije a Pedrito: “¿Por qué nolo reeditamos?” “¡No, no! ¿Usted sabela locura que hicimos? Un libro contantos idiomas, fue complicadísimo.”Después me fui a trabajar a la CEPALen Chile. Ahí estuve casi diez años.Me tocó vivir en Chile aquel paso degobierno de Frei a Allende y la caídade Allende con Pinochet. En esos añosHachette consideró que mi colecciónya no era negocio. Ahí un amigo míomuy querido me dijo: “Mire, yo pongounos pesos y sigamos la colección”. Yoestaba en Chile, habíamos puesto unempleado y yo venía más o menos unavez al mes para acá. Nos comunicábamospor teléfono y se pudo continuarasí con la colección.S: ¿Quién era ese amigo?W: L. Schwartz, un importador, unhombre cultísimo que ayudó a muchagente. Él me dijo: “Mire, yo le doy estospesos y hagamos la editorial, nadie retiraganancias, no hay ganancias paranadie”. La colección hasta entonces sellamaba El Pasado Argentino. Comoestaba registrada por Hachette y nonos quisieron dar el nombre, pasé allamarla Dimensión <strong>Argentina</strong>. Seguíacon el mismo diseño de tapas y todo.Lo que hicimos fue hacer un conveniocon Hachette, por el cual ellos se comprometíana comprar 500 ejemplaresa cambio de la distribución exclusiva.Nosotros lográbamos continuidad yellos también podían exhibirse. Fue asíque los libros pasaron a tener el selloSolar-Hachette.S: ¿Y por qué Solar?W: Nos independizamos. Teníamosque tener un nombre y Solar era unnombre que tenía una cierta tradición.Había sido el de una pequeña editorialde Busaniche, un historiador argentinomuy importante. A Busaniche lecompramos la marca y <strong>las</strong> traduccionesde viajeros ingleses. Después lepublicamos su historia de Formosa.S: O sea que Solar como sello preexistía.¿Desde hacía mucho tiempo?W: No, diez años, quince. En ese tiempohabría publicado 4 ó 5 libros nada más,pero preciosos, muy bien hechitos.S: ¿Cuál era la tirada media de loslibros de su colección?W: Casi siempre 3.000. Era un promedioajustado a la composición enlinotipo. No se olvide que el paísquedó aislado durante la guerra y despuéshubo una legislación pésima queimpidió traer máquinas usadas.S: ¿Cómo era la selección de títulos?W: La hacía yo. Era una empresaunipersonal. Tenía un empleado alque le tenía confianza para la corrección,para ir a imprentas, etc. Cuandovenía de Santiago elegía <strong>las</strong> tapas.Publicábamos poco.S: ¿Qué promedio anual?W: Cuatro o cinco títulos nada más.Claro que después había algunas reediciones.El libro de Busaniche llegóa tener ocho ediciones. En algunoscasos como ese, un libro muy voluminoso,eran inversiones muy grandes.También se reeditaron muchasveces el libro de Spencer, la Historiade la ganadería de Giberti, la Historiadel trigo de Scobie. Es decir queteníamos que conciliar <strong>las</strong> reedicionesque reclamaba el mercado con librosnuevos. Después apareció la fotocopia,el robo de ediciones...S: Habrá influido el hecho de quemuchos de esos títulos formabanparte de la bibliografía en cátedrasuniversitarias. ¿Y usted nunca estableciólíneas por género: biografía,viajeros, etc.?W: No, todo lo contrario; despuésle voy a mostrar un cataloguito quetengo donde se expone la filosofía dela colección. Yo quería dar una imagendel país plural: historia, literatura,antropología, viajeros, conquista deldesierto, crónicas provinciales, todoese panorama. Y también publiquéuna cantidad de libros que se salían unpoquito de <strong>las</strong> pautas convencionales.Por ejemplo, publiqué por primeravez en forma de libro el sainete criollo.Un eminente crítico argentinome llamó y me dijo: “Gregorio, nopuede ser, usted publica a Sarmiento,a Payró, no puede publicar sainete”.Yo le respondí: “Mire: yo no tengoparticular gusto por el sainete. Pero elsainete es el más lindo testimonio desociabilidad en tiempos del impactoinmigratorio, del conventillo, de suidioma... Y algunos de los sainetes sonuna belleza”. Al Velorio del angelitoyo lo imaginaba casi como un ballet:los compadritos que entran y salen.Digamos que tuve mis disgustos tambiéncon el ambiente que no tenía sensibilidadpara entender que Sarmientopodía estar al lado del sainete.S: Y también alternaba obras delpasado con muchas investigacionescontemporáneas.W: Sí, historia de la industria, historiade la ganadería, historia de la agricultura,etc.S: ¿En algunos casos usted encargóestudios?W: En muy pocos casos.S: ¿Y qué antecedentes reconoce deeste perfil de colección?W: José Ingenieros y Ricardo Rojas 20 .Con otras características. Es decir,todos mis libros tienen prólogos,todos. Estudios hechos ex profeso porespecialistas de tendencias distintas.Yo les decía que tenían la más amplialibertad para expresar sus puntos devista, pero el único compromiso eraque le dijesen al lector por qué diablosse publicaba ese libro. Por ejemplo,por qué se publicaba un libro de hacecien, ciento cincuenta años. <strong>Las</strong> coleccionesde José Ingenieros y RicardoRojas tenían un trasfondo más bienpolítico. Yo les quise dar la improntasocial, la económica, <strong>las</strong> costumbres.S: ¿En ningún momento usted tuvointención de darles un tinte políticoa sus colecciones?W: No, no. Yo quería dar una imagencompleja del país. Mire, acá tengoun cataloguito que hice de la colec-466 46707. Tribunas literarias.indd 466-467 13/11/06 21:46:18
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Tribunas literarias, memoria editorialTribunas literarias, memoria editorialLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006ción donde se expresa mi filosofía.Leámoslo: “La empresa ha sido encaradacon sentido moderno, dejandode lado valoraciones prejuiciosas o discriminacionessectarias. Sólo con estaamplitud a cuyo servicio hemos puestoun redoblado espíritu crítico, puedelograrse un interesante y útil conjuntode libros que den presencia a ese pasado,estructure sus más diversos elementosde manera orgánica, ensamblandoasuntos dispares y significativos. Sóloasí puede obtenerse una imagen de latradición mucho más rica y sugestivade lo que pudiera aparecer. Cada unode los tomos tiene –por razones que ellector advertirá enseguida–, su importanciaintrínseca. Mas su valor se veacrecentado muy sensiblemente porel conjunto, pues se iluminan sectoresdesde distintos ángulos y géneros (...)El Pasado Argentino, como bibliotecay como programa, revela el complejoespectro del país, coloreando susdimensiones espirituales y materiales.Su aportación esencial es la de expresarlos elementos indispensables para quese perfile con nitidez un mapa pluridimensionalque brinde al hombreargentino una imagen fiel (...).S: ¿Y modelos del exterior? Para haceruna biblioteca sobre la vida culturalargentina, ¿usted se inspiró en algunabiblioteca similar en otro país?W: No, no. Yo lo que empecé a hacer a raízdel éxito de Dimensión <strong>Argentina</strong>, fueuna colección que se llamó DimensiónAmericana. Ahí publiqué a Josué deCastro, varios libros de CEPAL, librosde Medina Echavarría. Hay clásicos deEcuador, de Venezuela, de Colombia, dePerú. Una colección así hoy no podríacompetir ni con España ni con México,imposible. La tapa de esa colección teníauna imagen de América.S: ¿Y eran rentables esas colecciones?W: Dimensión <strong>Argentina</strong> sí, aunquehoy ya no lo es. Lo sería si pudierahacerla en escala artesanal, porque esoslibros ni siquiera se pueden exhibir en<strong>las</strong> librerías. <strong>Las</strong> grandes empresascompran <strong>las</strong> mesas de exhibición, <strong>las</strong>vidrieras, compran todo. Es increíble.S: ¿Y esto usted lo va fogueando solo?W: Solo. Hace un año que publiquéel de De Angelis y después no pudehacer más nada.S: ¿No tiene la colaboración financierade algún editor?W: No, varios se interesaron y yo lesdije que no aceptaba. Hubo un señorque manifestó interés en el perfil,pero quería publicar un libro de él.Yo le dije que no. Otros los copiansin consultar.S: ¿Y después de Hachette, quienpasó a distribuir la colección?W: Catálogos y después Zabalía.S: ¿Cuándo apareció el último título?W: El año pasado (1999): Juan B. Justo.S: ¿Juan B. Justo fue qué número enla colección?W: No, no estaban numerados.S: ¿Cuántos ejemplares se tiraron deJuan B. Justo?W: Creo que también 3.000.S: ¿Y en la CEPAL qué funcióndesempeñó?W: Yo estaba con Prebisch como editorde <strong>las</strong> revistas 21 .S: ¿Prebisch lo llamó para cumpliresa función?W: Yo lo conocía a Prebisch; peroquien me llamó fue Ginés de los Ríosque estaba con Prebisch. Ellos queríanque yo me quede, pero me fui a losdiez años. En el 83 ya había decididovenir para acá, cuando me llamómi señora a Santiago para decirmeque había escuchado en la radio queme habían designado director de laBiblioteca Nacional. Nadie me consultó.Yo no lo sabía. Después paséal CONICET. Fui el primer vicepresidentede formación humanística. Yahora a los 80 años de edad todavía noconseguí jubilación.S: ¿Y en Chile llegó a hacer trabajoseditoriales paralelos?W: No. En Chile los años que metocó vivir fueron años muy duros.Vivíamos prácticamente enclaustrados,en un microclima. Éramosunos cuantos cientos de funcionarios.Estaban Celso Furtado, FernandoHenrique Cardoso, con quien yo medi mucho, con Weffort, que ahoraes ministro de Cultura, con AníbalPinto, María da Conceição Tavares.Se trató de una experiencia notablepara el continente. Pero era una vidadura, la época de Pinochet. Siemprenos visitábamos entre nosotros, era unmicroclima. Contacto con la sociedad,muy poco.S: ¿Qué lugar le atribuye a su pasopor la Biblioteca Nacional?W: Estuve poco tiempo, un año ydespués pasé al CONICET. En laBiblioteca Nacional me tocó la épocade la hiperinflación. La Biblioteca seestaba construyendo, no encontré elapoyo económico para terminar la obray tuve muchas dificultades de todaíndole. Entonces Alfonsín me pidióque me pasara al Consejo Nacional deInvestigaciones Científicas y Técnicas.S: ¿Y estuvo mucho tiempo en elCONICET?W: Estuve en el directorio hasta quesubió Menem.S: ¿Y en la Universidad de Buenos Aires?W: Yo seguí hasta los 65 años. Siempre en<strong>las</strong> cátedras de Historia de la Educación<strong>Argentina</strong> y Latinoamericana eHistoria del Pensamiento Argentino yLatinoamericano.S: ¿Y por intermedio de laUniversidad no participó de proyectoseditoriales?W: Si, me ofrecieron EUDEBA pero ami no me interesó.<strong>Las</strong> cuestiones que se desgajan de estaentrevista son diversas. Su edición completabusca motivar la multiplicaciónde diálogos a través de la experiencia deGregorio Weimberg. Un trabajo sobresu trayectoria, posición y proyecciónen distintos momentos de la historiacultural argentina y latinoamericanaobliga a una investigación mucho másextensa. Sólo me gustaría subrayar laimportancia de <strong>las</strong> prácticas editorialesy de <strong>las</strong> consecuencias de la materialidadde los objetos impresos en la configuraciónde <strong>las</strong> posibilidades culturalesde un lugar y tiempo determinados.Así tal vez vayamos al encuentro de lainsistencia de Gregorio en la historicidadde <strong>las</strong> categorías tiempo y espacio.La experiencia que Gregorio Weimbergnos relata más allá de sus textos, contribuyea reformular <strong>las</strong> formas de pensarnuestro legado cultural. La simbiosisentre filosofía y antropología en unmomento genético de la diferenciaciónuniversitaria de <strong>las</strong> ciencias sociales en<strong>Argentina</strong>, por ejemplo, manifiesta unhorizonte de pensamiento y de búsquedasintelectuales que hoy no tieneequivalentes ni condiciones de “reedi-468 46907. Tribunas literarias.indd 468-469 13/11/06 21:46:19
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