LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Nombres, linajes y recorridosNombres, linajes y recorridosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006en algún recoveco hay un cuarto muyactivo, en el que sin cesar se amontonanen completo desorden nuevos materialesde la especie más dispar, habitualmentemarginados y descuidados por los crí-autores como Elvio Gandolfo y CarlosGardini (también notables narradoresy traductores), que escribieron prólogosde tantas antologías; a estos autoresagregaría, en el terreno de la cienciaficción, el nombre de Pablo Capanna.Rest concibe al género fantástico, laciencia ficción y el policial como hijosde un conflicto de la cultura del sigloXIX: la dificultad de conciliar el racionalismocientífico con los elementossobrenaturales del romanticismo. Lostres géneros fueron diferentes modosde reunir la razón y el fondo oscuro delo inexplicable, a través de la rupturade la realidad, la alucinación de laciencia o la irrupción del crimen.Una cita larga puede ser indicio depereza, pero tal vez se nos perdone laextensión de la que sigue (del prólogode Mundos de la imaginación) porqueresume espléndidamente el credo literariode Rest:poético declara una manera de aferrarsea la vida; su ausencia, en cambio, no esmás que un circunloquio de que se valela muerte –el anonadamiento– paraanunciarse en nosotros.El pensamiento de Rest no está lejosdel Steiner de Presencias reales, aunquedesde luego, Mundos de la imaginaciónes muy anterior. En cuantoal silencio (“el vértigo que produce elsilencio”), ha estado en el centro dela poética de Rest: silencio y noche,nos advierte, son los términos queaparecen una y otra vez en la historiade la mística, para describir, a travésde la negación, el acceso a una experienciapara la cual nuestra lenguano tiene palabras. Todos los ensayosde Rest parten de una doble y secretaintención: por un lado, la de explicarel funcionamiento de la máquinaliteraria, de todo aquello que se dejaver a la luz de la lectura; y por otro,señalar aquel<strong>las</strong> zonas de indeterminación,de silencio, donde la literaturadice sin decir. La literatura es unafe compartida: <strong>las</strong> preocupaciones deRest por la mística nos permiten leer“fe” como una mera confianza, perotambién como un reflejo o metáforade la fe verdadera, una nostalgia dela presencia real.ticos o estudiosos cuya tarea consiste enmantener la pulcritud y la organizaciónde todo el edificio. Éste es el sitio quese reserva al ensayo, cuya naturaleza,variedades y dimensiones parecen imposiblesde ser determinadas a causa de laabundancia y anarquía con que talesobras se han ido acumulando.Rest dio cabal importancia a la literaturade género: la literatura fantástica,el policial, la ciencia ficción, lahistorieta, el ensayo, aun la literaturainfantil. El género fantástico le debepáginas fundamentales, que se completancon la labor persistente dePor último he de confesar que, para mí,la literatura, aun la más trivial, es unaespecie de fe que deben compartir escritory lector. Nada en ella es gratuito,todo es intento de capturar un síntoma,afán de escapar al naufragio. Laobra literaria siempre posee un margende juego, de instauración de un ordenarbitrario que se constituye en el vacío;sin embargo esta construcción tiene quecumplirse dentro de ciertos límites necesarios,dentro de <strong>las</strong> exigencias rigurosasque impone la vigencia o la crisis deuna concepción de la realidad, dentrodel conjunto de ideas que los hombrescomparten a lo largo de la historia o enun determinado período para disimularel vértigo que produce el silencio. Auncontra toda ilusión, contra toda certeza,hasta la literatura más nihilista manifiestauna desesperada voluntad de creeren sus propios enunciados. Cada texto178 17902. Nombres, linajes y recorrido178-179 178-179 13/11/06 21:32:23
Nombres, linajes y recorridosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006180La crítica de Masotta sobre Arlt:entre la conciencia y el destinoPor Silvio MattoniBuena parte de los misterios que sigue entrañandola figura de Oscar Masotta, reside en untrastrocamiento en el que los nombres circulany se confunden para poder pensar un problemacomún que los atrae. De este modo, el dilemasartreano entre determinación y libertad,entre voluntad y destino, es repensado a partirde los nombres que acuden a su convocatoria.En Masotta el nombre propio se intercambiacon otro (Roberto Arlt, yo mismo) para poderpensar el sí mismo en el otro. La búsqueda pordesprenderse de <strong>las</strong> marcas de origen y producirla propia singularidad, se ve paradojalmenteseñalada en Arlt y sus personajes que expresanla (im)posibilidad de la libertad. Silvio Mattoniindaga en esta operación de pensarse en otrocomo otras inspiraciones también lo hicieron:Masotta se piensa en Arlt como Sartre en Genet,a fin de poder develar el dilema existencial queoscila entre la búsqueda de lucidez y la banalidadreinante en los personajes arltianos.Es sabido que Masotta presentó sulibro Sexo y traición en Roberto Arltocho años después de haberlo escrito.Entonces, un tanto alejado yade <strong>las</strong> descripciones sartreanas de laconciencia de c<strong>las</strong>e y de aquel modoen que podía leerse la literaturacomo intuición de una estructurasocial estratificada y como revelaciónde lo que <strong>las</strong> coberturas ideológicasescondían, Masotta describela experiencia subjetiva desde la cualpudo escribir su ensayo sobre Arlt.Pero el problema había dejado deser cómo descifrar el nudo de relacionessociales atado alrededor dela literatura y se había vuelto lo queen aquella revisión ulterior llamaríael problema del destino. Parecepreguntarse: ¿cómo escribí lo queescribí? O bien: ¿cómo llegué a ser loque soy? Sin embargo, no se trata deinterrogantes líricos, que apelarían auna intimidad, una fuente interiordel sentido. Lo que ocurre, lo quepasa, lo que se escribe se presentaen el yo. El nombre de Masotta esel lugar donde se produjo un libro ytambién la reflexión sobre ese libro.Y ese lugar está sujeto a causalidadesexternas e internas, aunque sólo enapariencia, porque el sujeto precisamentese define por un pliegue de loexterior que simula una interioridadhecha de palabras. <strong>Las</strong> determinacionessociales, de c<strong>las</strong>e, de ideología,los saberes pueden reducirsea eso que constituye lo más ajeno,lo más externo, el lenguaje, peroque en su distancia de superficierefractaria también da toda la vueltay forma el interior de un volumenhoradado. Masotta analizará pues,a posteriori, <strong>las</strong> causas de su libro apartir de consecuencias vitales queexceden cualquier libro.Sin embargo, podríamos decir –elmismo Masotta lo dice– que todoestaba allí antes de la reflexión sobre lohecho y lo escrito. Es decir que el pasode <strong>las</strong> descripciones de conciencia, dela fenomenología de <strong>las</strong> decisiones, <strong>las</strong>voluntades, a lo que no puede decidirse,a lo indescriptible de un destino,ya estaba dado en Sexo y traición. Allíveríamos cómo un intelectual, alguienque habla y en el mejor de los casospiensa, se convierte en escritor, unespacio donde <strong>las</strong> palabras reflejan yrefractan el mundo incluyendo a <strong>las</strong>palabras adentro.Así, desde un principio, Masotta señalaque el hombre de Arlt, que surge de lamasa, no apunta a la c<strong>las</strong>e social, sinoa la excepción, lo cual sería políticamenteincorrecto desde una perspectivaingenua de izquierda, aunque desde unpunto de vista literario no habría nove<strong>las</strong>sin esa excepcionalidad.Perosi la literatura dicela excepción, ¿dedónde proviene?Lo político, queincluye obviamentela moraly la economía,puede explicar<strong>las</strong> determinacionesde un sujeto,pero no su singularidad.¿Cómose desprende loexcepcional deuna generalidad que sin embargo estáen su origen? No es posible separar lointerior de lo exterior, que la noveladisocia en razón de su mismo procedimiento,es decir: por un lado la prosade <strong>las</strong> relaciones sociales, por el otro lapoesía de los sentimientos o <strong>las</strong> conciencias.Masotta aclara:El paso de <strong>las</strong> descripcionesde conciencia, de la fenomenologíade <strong>las</strong> decisiones, <strong>las</strong>voluntades, a lo que no puededecidirse, a lo indescriptible deun destino, ya estaba dado enSexo y traición. Allí veríamoscómo un intelectual, alguienque habla y en el mejor de loscasos piensa, se convierte enescritor, un espacio donde <strong>las</strong>palabras reflejan y refractan elmundo incluyendo a <strong>las</strong> palabrasadentro.18102. Nombres, linajes y recorrido180-181 180-181 13/11/06 21:32:24
- Page 2 and 3:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006
- Page 4 and 5:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 6:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 11 and 12:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 13:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 16 and 17:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 18 and 19:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 20 and 21:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 22 and 23:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 24 and 25:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 26 and 27:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 28 and 29:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 30 and 31:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 32 and 33:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 34 and 35:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 36 and 37:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 38 and 39:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 40 and 41:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 42 and 43: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 44 and 45: Un crítico se mide frente asu moti
- Page 46 and 47: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 48 and 49: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 50 and 51: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 52 and 53: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 54 and 55: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 56 and 57: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 58 and 59: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 60 and 61: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 62 and 63: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 64 and 65: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 66 and 67: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 68 and 69: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 70 and 71: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 72 and 73: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 74 and 75: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 76 and 77: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 78 and 79: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 80 and 81: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 82 and 83: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 84 and 85: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 86 and 87: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 88 and 89: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 90 and 91: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 94 and 95: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 96 and 97: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 98 and 99: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 100 and 101: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 102 and 103: Trazos malditosComo cualquier otra
- Page 104 and 105: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 106 and 107: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 108 and 109: Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 110 and 111: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 112 and 113: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 114 and 115: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 116 and 117: Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 119 and 120: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 121 and 122: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 123 and 124: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 125 and 126: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 127 and 128: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 129 and 130: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 131 and 132: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 133 and 134: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 135 and 136: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 137 and 138: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 139 and 140: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 141 and 142: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 143 and 144:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 145 and 146:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 147 and 148:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 149 and 150:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 151 and 152:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 153 and 154:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 155 and 156:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 157 and 158:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 159 and 160:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 161 and 162:
Reflexiones sobre lacondición inte
- Page 163 and 164:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 165 and 166:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 167 and 168:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 169 and 170:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 171 and 172:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 173 and 174:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 175 and 176:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 177 and 178:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 179 and 180:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 181 and 182:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 183 and 184:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 185 and 186:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 187 and 188:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 189 and 190:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 191 and 192:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 193 and 194:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 195 and 196:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 197 and 198:
Cada voz que emergió de lacrítica
- Page 199 and 200:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 201 and 202:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 203 and 204:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 205 and 206:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 207 and 208:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 209 and 210:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 211 and 212:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 213 and 214:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 215 and 216:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 217 and 218:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 219 and 220:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 221 and 222:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 223 and 224:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 225 and 226:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 227 and 228:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 229 and 230:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 231 and 232:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 233 and 234:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 235 and 236:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 237 and 238:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 239 and 240:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 241 and 242:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 243 and 244:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 245 and 246:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 247 and 248:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 249 and 250:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 251 and 252:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 253 and 254:
LaborbibliotecológicaDesde sus or
- Page 255 and 256:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 257 and 258:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 259 and 260:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 261 and 262:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 263 and 264:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 265 and 266:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 267 and 268:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 269 and 270:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 271 and 272:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 273 and 274:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 275 and 276:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 277 and 278:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 279:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006S