LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006GroussaquianasGroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006mente relacionado con su “atraso”. Eldirector de La Biblioteca tiene una perspectivahistoricista que lo lleva a pensarque la utilización de procedimientosmiméticos para la producción culturaltiene que ver con la juventud de unacultura latinoamericana que “no ha sufrido<strong>las</strong> diez evoluciones anteriores de lafrancesa” (156), y entonces está “porahora condenada[s] a reflejarla con más omenos fidelidad” (158). En este sentido,la intervención de Groussac condenalos intentos de imitativos de Darío y elmodernismo, no por recurrir a la copia(cosa que justificaría si eligieran modelosmás favorables), sino por su nocivaaspiración a la originalidad, a produciruna cultura moderna (es decir, universal)y específicamente, latinoamericana (esdecir, particular), moderna y original:Siendo, pues, un hecho de evidencia quela América colonizada no debe pretenderpor ahora la originalidad intelectual, secomete un abuso de doctrina al formularen absoluto el reproche de imitacióneuropea, contra culaquier escritor oartista nacido en este continente (158).En su rol institucional de árbritro estéticodel campo cultural, Groussac dictamina,para cerrar su reseña de Los raros, quepara ser verdaderamente modernos, losmodernistas debían imitar a Whitman.Para él, Whitman era el único poeta deeste lado de Europa que comprendióque la originalidad americana reside enla naturaleza entendida como ausenciade cultura (por cierto, una lecturamuy sesgada de Whitman que pasapor alto su canto a la democracia comoconstrucción política, especialmente enLeaves of Grass y Democratic Vistas), yno, como pretendían los modernistas,en un espacio atiborrado de referenciasculturales heterógeneas, impuras:Y, finalmente, faltaría después averiguarsi la imitación del neo-bizantinismoeuropeo puede entrañar promesa algunapara el arte nuevo americano, cuya poesíatiene que ser, como la de Whitman,la expresión viva y potente de un mundovirgen... El arte americano será originalo no será. ¿Piensa el señor Darío que suliteratura alcanzará dicha virtud con serel eco servil de rapsodias parisienses, ytomar por divisa la pregunta ingenua deCopée? Qui pourrais-je imiter pour êtreoriginal? (156).Tal como aparece articulado en estacita, el concepto de originalidad esmuy problemático. La perspectiva deGroussac es profundamente fatalista: elarte en América Latina está condenado(“por ahora”, 158) a la imitación porquela originalidad no es una opción para lapoesía hispanoamericana. Los poetasnorteamericanos como Whitman puedenbuscar la originalidad (aunque esaoriginalidad sea inferior a la de Europaen función de su distancia o proximidada la esencia de la civilización) 10 ,pero Darío y los modernistas estáncondenados a constituir su identidadestética y cultural como un mero “ecoservil” de la modernidad europea. Y,entonces, si la originalidad no es posible(una vez más: “por ahora”, 158) y“[e]l arte americano será original o noserá” (156), Groussac le niega a la poesíalatinoamericana toda posibilidad deser, esto es, de constituirse como poesíaen función de su especificidad cultural,de inscribir su particularidad en la historiauniversal que es la temporalidadde la modernidad.Es interesante notar que Groussac concluyesu reseña preguntándole, sarcástico,a Darío si cree que exista la posibilidadde la originalidad en la imitación.Casi todos los críticos que analizaron elintercambio entre estos dos intelectuales,atribuyen la utilización retórica dela frase de Copée directamente a Darío,pasando por alto el hecho de que esGroussac quien hace ingresar la famosacita al debate, un descuido que puedeleerse como síntoma del ninguneo queha sufrido Groussac en la historia intelectualdel modernismo, como figuraantagonista clave para la escritura de untexto programático como “Los coloresdel estandarte” 11 . Darío absorbe la ironíade Groussac y la adopta como una descripcióndel giro estético modernista.Darío toma como punto de partidaprecisamente la premisa central delrazonamiento de Groussac: reafirmael privilegio ontológico moderno de lacultura europea (de Francia especialmente)que la vuelve un modelo a imitarpara una América Latina deseante.Pero si para Groussac esta convicciónresulta en una separación radical de lacultura que es percibida como universaly aquella que se representa comouna singularidad pura e irreductible(y él se ocupará de sancionar cualquierintento de subvertir o rearticular estarelación jerárquica entre lo universaly lo particular), para Darío va a ser lapiedra de toque para la postulación dela posibilidad de una modernidad culturallatinoamericana. Apropiándosede la frase de Copée como un estandartemodernista, Darío toma el conceptoesencialista de “originalidad”con el que Groussac lo reprende,para resignificarlo definiéndolo comouna imitación creativa, proactiva. Sermoderno, dice Darío, es modular elcarácter universal de la cultura europea(que él no desmiente) en nuestrapropia lengua, en función de la historicidadde nuestra particularidad cultural.En “Los colores del estandarte”Darío lo expresa explícitamente:Mi éxito –sería ridículo no confesarlo– seha debido a la novedad: la novedad¿cuál ha sido? El sonado galicismo mental.Cuando leía a Groussac no sabía que fueraun francés que escribiese en castellano, peroél me eseñó a pensar en francés: después,Paul Groussac dictandouna conferencia358 35906. Groussaquianas.indd 358-359 13/11/06 21:44:04
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006GroussaquianasGroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Darío explica que, para sermoderna y a la vez original,América Latina no podía limitarsea expresar su propia particularidadcultural, porqueDarío compartía, hasta ciertopunto, la idea de Groussaccuando definía la especificidad(la “originalidad”) de Américacomo carencia y negación de lacivilización burguesa europeaque ellos imaginan idéntica ala naturaleza humana.mi alma gozosa y joven conquistó la ciudadaníade Galia... Al penetrar en ciertossecretos de armonía, de matiz, de sugestiónque hay en la lengua de Francia, fué [sic]mi pensamiento descubrirlos en el español,o aplicarlos… Y he aquí como, pensandoen francés y escribiendo en castellano quealabaran por castizo académicos de laEspañola, publiqué el pequeño libro queiniciaría el actual movimiento literarioAmericano... El Azul es un libro parnasiano,y por lo tanto, francés. En él aparecenpor primera vez en nuestra lengua, el‘cuento’ parisiense, la adjetivación francesa,el giro galo injertado en el párrafocastellano... Qui pourrais-je imiter pourêtre original? medecía yo. Pues atodos. A cada cualle aprendía lo queme agradaba, loque cuadraba ami sed de novedady a mi delirio demanifestación individual.Y el caso esque resulté original(162-163).Darío explica que,para ser modernay a la vez original, América Latina nopodía limitarse a expresar su propiaparticularidad cultural, porque Daríocompartía, hasta cierto punto, la ideade Groussac cuando definía la especificidad(la “originalidad”) de Américacomo carencia y negación de la civilizaciónburguesa europea que ellos imaginanidéntica a la naturaleza humana.Para ser moderna y original, AméricaLatina debía traducir la universalidadde la cultura francesa a los términosde su propia particularidad cultural. Elmandato modernista era ser original,aunque no en el estado de naturalezaque, para ambos, es propio de la región,porque la subjetividad modernista seconstituye en la interrupción y la críticade aquello que se presenta, a priori,como particularmente latinoamericano:un estado pre-cultural del ser social. Elproyecto, en cambio, era ser original enla construcción de un espacio culturalsaturado de citas universales entonadasen una lengua propia y resignificadasen función del contexto local: particularizarla universalidad de la culturafrancesa y universalizar la particularidadlatinoamericana. O dicho de otra forma,Darío explica que, para ser modernos yoriginales, los latinoamericanos debenser franceses, como su libro Azul esfrancés (“Azul es un libro parnasiano,y por lo tanto, francés”, 163). Daríono piensa que Azul sea literalmente unlibro francés; Azul es francés porque esmoderno, porque realiza la universalidadmoderna mejor que ningún otroartefacto de la cultura latinoamericanaque le es contemporánea (y en este sentidopodría haber escrito, aun más provocador,que “Azul es el único libro francésde la literatura hispanoamericana”). Perocon eso solamente no alcanza. Para sermodernos y originales hay que ser franceses,pero también latinoamericanos,latinoamericanos como Darío concibesu latinoamericanismo: un ser en traducción;una subjetividad que se constituyeen el acto de traducir lo universal, quese reconoce como ajeno a códigos culturalespropios. Porque ésa es la condiciónhistórica de exclusión del margen,cuyo deseo de ser universal y particular,moderno y latinoamericano resulta de“el giro galo injertado en el párrafocastellano” (163), de la producción deuna contigüidad e inmediatez artificiosa(modernista) entre lo moderno/universaly lo latinoamericano/particular.Darío redefine el sentido del conceptode “originalidad” como una imitacióncreativa, como traducción y como apropiación:pensar en francés, escribir poesíasimbolista y decadentista en castellano,no son gestos miméticos y ciertamenteno resultan en una identidad modernadegradada; por el contrario, suponen larealización, en la imaginación estética deDarío, de la utopía moderna hegelianaen la que lo universal y lo particular seencuentran en una totalidad reconciliaday homogénea. Es un error pensar laoperación de Darío y el modernismo –talcomo lo hace Groussac– como una meraimitación que denigra y refuerza la subalternidadlatinoamericana; aun cuandoéste sea el efecto final, no es el resultadoque orienta la traducción modernista que,por el contrario, busca afirmar una identidademancipada a partir de la traducción.No se trata de imitar a Francia ensí misma, copiar la materialidad concretade su constitución cultural de Francia; setrata, por el contrario, de traducir el atributomoderno de la cultura francesa, losprocedimientos y dispositivos históricos,a partir de los cuales construye su universalidadhegemónica.La reformulación de la imitación comotraducción y apropiación es la especificidadnecesaria de <strong>las</strong> modernidadesmarginales. Si en el contexto dela modernidad original y verdaderaque Groussac y Darío reconocen enFrancia, la identidad de lo universal ylo particular se da de manera naturale inmediata, la especificidad marginalde América Latina requiere que esaarticulación de lo moderno y lo latinoamericano(ya sea definido en términosesenciales o históricos y materiales) seaelaborada política y estéticamente. Eloptimismo y la soberbia de Darío sebasan en la confianza que le inspira latraducción como principio constructivode una identidad cultural emancipada,que él percibe como una realidad palpableen su propia subjetividad modernista(y más aun: la idea de la imitacióncreativa entendida como traduccióny apropiación puede servir como unaclave interpretativapara entenderla naturalezacosmopolita delmodernismo).La traducción,entonces, es <strong>las</strong>olución queDarío proponepara el problemaque presentael deseo de sermodernos en losmárgenes latinoamericanosdela universalidad.Si en el uso quehace Groussac delos conceptos de originalidad e imitación,la posibilidad de construir unacultura moderna desde y para AméricaLatina es impensable (al menos “porahora”), Darío entiende que no hayque lamentarse por la imposibilidadde ser europeos, y en cambio abocarsea la empresa cultural y estéticade ser modernos como Europa. Laoperación de traducción creativa yapropiación de Darío –al fin y alcabo, un poeta– se vuelve visible en lapresencia retórica del como; estableceruna relación metafórica con Europa,ser modernos, sin dejar de ser latinoamericanos,ser universales por traducirla modernidad a nuestra particularidad;apropiarnos de la modernidad, oparafraseando <strong>las</strong> “Palabras liminares”de Prosas profanas, volver a la modernidadnuestra en nosotros.(*) Harvard UniversityLa reformulación de la imitacióncomo traducción yapropiación es la especificidadnecesaria de <strong>las</strong> modernidadesmarginales. Si en el contextode la modernidad originaly verdadera que Groussac yDarío reconocen en Francia,la identidad de lo universal ylo particular se da de maneranatural e inmediata, la especificidadmarginal de AméricaLatina requiere que esa articulaciónde lo moderno y lo latinoamericano[...] sea elaboradapolítica y estéticamente.360 36106. Groussaquianas.indd 360-361 13/11/06 21:44:05
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