LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Reflexiones sobre la condición intelectualReflexiones sobre la condición intelectualLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T. S. EliotNo se trata de ostentar erudición,sino más bien de descubrir la utilidadque se le puede dar a la bibliografíaprevia. Esto implica una formaciónpermanente del crítico.Debe transmitir pasión, predicar conel ejemplo, conmover. Invitar a la discusión,al rechazo, al placer.El ideal lingüístico del crítico deberíaser el de la transparencia, precisióntécnica y alto grado de comunicabilidad.Una crítica debería tener almenos transparencia expresiva, precisióny concisión en un equilibrio entretérminos del habla común y términostécnicos debidamente explicados. Hayque defender un lenguaje técnico específico,que diferencia la crítica literariade otras formas del periodismo, comola crónica de deportes o el artículo defondo sobre economía.El crítico debe tener la capacidad deestablecer relaciones y de leer tendencias,fenómenos amplios, no sóloparticulares. A estos aspectos hay quesumarle: la lucha contra <strong>las</strong> preconcepciones,los prejuicios y clichés, <strong>las</strong>uperación de los lugares comunes ylos clichés, los prejuicios y los preconceptosestéticos e ideológicos. Elcrítico como un “laboratorio de percepcióny autopercepción”, según <strong>las</strong>acertadas palabras de la crítica mexicanaLuz Emilia Aguilar.Y practicar la reflexión epistemológica,pensar cuáles son <strong>las</strong> condicionesde posibilidad de su discurso. ¿Cómopiensa la literatura? ¿Cuál es para él surol de mediador? ¿Qué logros y novedadespuede aportar desde la construcciónde su lectura? ¿Desde dóndelee, con qué posibilidades y límites?Y evitar <strong>las</strong> tautologías, no descubrirlo ya descubierto, no repetir lo yamuy conocido. Dar entidad a nuevoscorpus/nuevos planteos. Favorecer lacirculación, el movimiento y la recepciónde los libros. Cumplir una funciónorganizadora: construir mapas oimágenes de la literatura de una época,un país o el mundo, diseñar órdenesmúltiples a partir de jerarquíasen <strong>las</strong> que lo guían básicamente “<strong>las</strong>preguntas: ¿qué es la poesía? ¿es ésteun buen poema?, [que] constituyen<strong>las</strong> dos metas teóricas de toda laborcrítica” (T. S. Eliot) 12 .Debería entablar estrecho contactocon el campo literario-teatral, frecuentara los artistas y <strong>las</strong> instituciones delcampo, “vivir” dentro de él.Finalmente, asumir un rol intelectual:decirle la verdad al poder. Elcrítico de literatura debería cumplir,en tanto intelectual, una funciónen la sociedad en la que vive: estaratento a los manejos del poder,estar en guardia contra <strong>las</strong> manipulacioneseditoriales o comerciales delos libros. Contra el mero negocio,contra el mero mercado. Contra elnegocio de los editores, contra elnegocio del medio, contra el negociodel crítico o de la “banda” de amigosa la que el crítico pertenece.<strong>Las</strong> revistas y los suplementos ayudanNOTASa leer cuando sus críticos fundan consus lecturas nuevas territorialidadesde subjetividad. Expuesta en estostérminos, la crítica de libros de teatroes hoy en <strong>Argentina</strong>, salvo contadísimasy honrosas excepciones, unamateria en retroceso, una ausencia. Yun deseo que permanece.1. Destaquemos entre los grandes sellos editoriales la labor de Losada, Sudamericana. Emecé, Losange,EUDEBA, Nueva Visión, Centro Editor de América Latina, Corregidor, De la flor y Colihue, entre otros.Claridad, Talía, Atuel, Artes del Sur, Adriana Hidalgo, Nueva Generación, Teatro Vivo, son algunos de losindependientes. En materia de instituciones oficiales, han publicado teatro de la Academia <strong>Argentina</strong> deLetras, el Fondo Nacional de <strong>las</strong> Artes, el Teatro San Martín, y especialmente el Instituto Nacional de Teatro(fundado en 1997). En cuanto a <strong>las</strong> universidades, es sobresaliente el trabajo de los Institutos de Literatura<strong>Argentina</strong> y de Filosofía Hispánica y del Centro Cultural Ricardo Rojas de la UBA.2. Algunos de los trabajos ya realizados, primeras contribuciones a materia tan vasta y que debe enfrentar unequipo de investigadores, son: Pepe, Luz, y María Luisa Punte, La crítica teatral argentina (1880-1962), BuenosAires, Fondo Nacional de <strong>las</strong> Artes, 1965 (Serie Bibliografía <strong>Argentina</strong> de Artes y Letras, Compilaciones especiales,N° 27-28); Zayas de Lima, Perla, Contribución bibliográfica al estudio del teatro argentino, Buenos Aires,Asociación <strong>Argentina</strong> de Actores, l985; Mazziotti, Nora, “Bambalinas: el auge de una modalidad teatral periodística”,en Diego Armus (comp.), Mundo urbano y cultura popular. Estudios de Historia Social <strong>Argentina</strong>, BuenosAires, Sudamericana, 1990, pp. 69-89; Dubatti, Jorge, Bibliografía sobre teatro argentino, Informe CONICET,1995 (inédito); Maunás, Delia, Boris Spivacow. Memoria de un sueño argentino, Buenos Aires, Colihue, 1995;Sabsay, Fernando, Sin telón. Losange Teatro, Buenos Aires, Ciudad Abierta, 2003; Dubatti, Jorge (dir.), Anuariobibliográfico del teatro en la <strong>Argentina</strong>, dos tomos correspondientes a 2004 y 2005 (inéditos).3. Sobre la distinción conceptual de diversos tipos de dramaturgias (de autor, de dirección, de actor, etc.), véaseDubatti, Jorge, “La escritura teatral: ampliación y cuestionamiento”, Nuevo teatro argentino (antología), BuenosAires, Interzona, 2003, pp. 5-18.4. Cerrato, Laura, “La vuelta a la literatura”, en su Doce vueltas a la literatura, Buenos Aires, Botella al Mar, 1992, p. 9.5. Reich-Ranicki, Marcel, “La doble óptica de la crítica. Discurso de agradecimiento con motivo de la concesióndel Premio Ludwig Börne”, Humboldt, a. 38, N° 117 (1996), pp. 71-73.6. Ubersfeld, Anne, “<strong>Las</strong> trampas de la crítica teatral”, Teatro/Celcit, a. 1, N° 1 (1990), pp. 62-63.7. Said, Edward, Representaciones de intelectual, Barcelona, Paidós, 1996, p. 17.8. Baudelaire, Charles, “¿Para qué sirve la crítica? Fragmentos del Salón de 1846”, en su Pequeños poemas enprosa, Crítica de arte, Buenos Aires, Espasa-Calpe <strong>Argentina</strong>, 1948, p. 147.9. Saavedra, Guillermo, “Sobre el periodismo cultural”, en Jorge B. Rivera, El periodismo cultural, Buenos Aires,Paidós, 1995, pp. 210-211.10. Dubatti, Jorge, “El teatro frágil. Procesos de pauperización y de cambio en el teatro argentino actual”, en suEl teatro laberinto. Ensayos sobre teatro argentino, Buenos Aires, Atuel, 1999, pp. 25-40.11. Nos referimos aquí tanto a la crítica literaria como a la teatral.12. Eliot, T. S., “Introducción” en su Función de la poesía y función de la crítica, Barcelona, Tusquets Editores, 1999, p. 44.334 33505. Reflexiones sobre la condici334-335 334-335 16/11/06 22:46:50
Reflexiones sobre la condición intelectualLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006336El escritor como críticoPor Mario Goloboff<strong>Las</strong> motivaciones que subyacen en la compulsióncrítica se nutren de diversas anomalías delespíritu. La disconformidad con la realidad quevive el escritor, en tanto crítico potencial, sueleexpresarse a partir de manifestaciones estéticasno siempre toleradas e incluso en ocasiones condenadas.De este modo es difícil superar el pensamientouniforme (publicitario) que homologay subsume la diferencia.Diversas acciones, solapadas o explícitas, soportala propensión literaria y su obra. Reacciones quea la vez sustentan los textos enfrentados, no entanto objetos sino más bien como destinos, conlos preceptos que enmarcan lo establecido en lapráctica social. Conciente de estas adversidades,Mario Goloboff sugiere intentar un reconocimientode esta convergencia entre escritura y críticaque encuentra al autor encausando su textoa partir de inevitables y sucesivas rectificaciones.El<strong>las</strong>, después de todo, son capaces de desentrañarla naturaleza cuestionadora de su pensamiento.El escritor es siempre un crítico.Del mundo, de la realidad, de los sistemas,de los gobiernos, de <strong>las</strong> sociedadesque eligen y/o aceptan a éstos,de los demás hombres y mujeres queconviven con él.Del mundo, porque, si no, no dedicaríasu actividad a crear otros mundos,a llevarlos durante mucho tiempo ensu cabeza, a componerlos y a recomponerlossegún sus deseos, según susinsatisfacciones frente al mundo real.De la realidad, porque, si no, no estaríacreando otras realidades, imaginandootras realidades, futuras, irreales (oirreales para aquellos según los cuales larealidad tiene una precisión y una limitaciónacorde con los postulados delracionalismo y de la lógica kantiana).De los sistemas imperantes y de los gobiernos,porque el escritor es un descontentoradical, para quien todo orden,toda coerción, toda sujeción a lalibertad individual cercena los poderesde la mente y, por ende, de la producciónestética, literaria.Esto no quiere decir que el escritor,para quien la literatura es sólofuente de más trabajo y de pasión(aquel que, naturalmente, se sitúafuera de los vaivenes del mercado yde la publicidad), escriba porque sepacomo ningún otro de dónde vieney hacia dónde va; escriba porquetenga, como se pretende, un mensajeclaro, algo que enseñar, que “decir” alos demás. Por el contrario, lo hace,justamente, porque su mensaje notermina en él, porque sus textosson una apelación hacia los otrospara encontrar todo lo que le falta.Y, fundamentalmente, porque sienteque tiene algo que hacer; que hay unimpulso interior irresistible alojadoen la delgada sombra que todavía losepara de la muerte.En sustancia –apuntaba Cesare Pavese–¿por qué deseamos ser grandes, ser genioscreadores? ¿Para la posteridad? No. ¿Paracircular entre la multitud, y que ésta nosseñale con el dedo? No. Para sostenernosen la fatiga cotidiana, en la certeza deque vale la pena cuanto hacemos, de quees algo único. Por el presente, no por laeternidad.Sí: escribir supone una disconformidadprofunda con el mundo en que se vive;sin embargo, el pasaje del campo de esedesacuerdo a la mesa y la lámpara estásujeto a muy complejas mediaciones.Cuando Juan Carlos Onetti firmabanotas en Marcha bajo el seudónimo de“Periquito el aguador”, escribió estostodavía desoídos consejos:Que cada uno busque dentro de símismo, que es el único lugar dondepuede encontrarse la verdad y todo esemontón de cosas cuya persecución, fracasadasiempre, produce la obra de arte.Como en tantos otros casos semejantes,<strong>las</strong> posturas civiles de este escritory sus textosdemuestran hastaqué punto esinnecesario quela literatura tengaque estar, casiconstantemente,justificándose.De ahí tambiénque se transformen en dudosos, encontradictorios, en inconstantes, tantoel estatuto que nuestras sociedadesreconocen a la literatura como <strong>las</strong> funcionesque, a veces, ella misma se asigna.Vilipendiada y temida, silenciaday usada, halagada, cortejada, destruida,manoseada, incendiada, ella vacilaentre tanta ausencia y tanta presencia,Sí: escribir supone una disconformidadprofunda conel mundo en que se vive; sinembargo, el pasaje del campode ese desacuerdo a la mesa yla lámpara está sujeto a muycomplejas mediaciones.33705. Reflexiones sobre la condici336-337 336-337 16/11/06 22:46:52
- Page 2 and 3:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006
- Page 4 and 5:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 6:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 11 and 12:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 13:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 16 and 17:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 18 and 19:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 20 and 21:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 22 and 23:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 24 and 25:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 26 and 27:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 28 and 29:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 30 and 31:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 32 and 33:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 34 and 35:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 36 and 37:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 38 and 39:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 40 and 41:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 42 and 43:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 44 and 45:
Un crítico se mide frente asu moti
- Page 46 and 47:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 48 and 49:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 50 and 51:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 52 and 53:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 54 and 55:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 56 and 57:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 58 and 59:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 60 and 61:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 62 and 63:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 64 and 65:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 66 and 67:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 68 and 69:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 70 and 71:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 72 and 73:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 74 and 75:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 76 and 77:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 78 and 79:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 80 and 81:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 82 and 83:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 84 and 85:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 86 and 87:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 88 and 89:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 90 and 91:
Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 92 and 93:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 94 and 95:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 96 and 97:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 98 and 99:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 100 and 101:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 102 and 103:
Trazos malditosComo cualquier otra
- Page 104 and 105:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 106 and 107:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 108 and 109:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 110 and 111:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 112 and 113:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 114 and 115:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 116 and 117:
Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 119 and 120: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 121 and 122: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 123 and 124: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 125 and 126: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 127 and 128: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 129 and 130: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 131 and 132: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 133 and 134: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 135 and 136: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 137 and 138: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 139 and 140: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 141 and 142: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 143 and 144: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 145 and 146: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 147 and 148: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 149 and 150: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 151 and 152: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 153 and 154: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 155 and 156: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 157 and 158: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 159 and 160: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 161 and 162: Reflexiones sobre lacondición inte
- Page 163 and 164: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 165 and 166: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 167 and 168: Reflexiones sobre la condición int
- Page 169: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 173 and 174: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 175 and 176: Reflexiones sobre la condición int
- Page 177 and 178: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 179 and 180: GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 181 and 182: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 183 and 184: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 185 and 186: GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 187 and 188: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 189 and 190: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 191 and 192: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 193 and 194: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 195 and 196: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 197 and 198: Cada voz que emergió de lacrítica
- Page 199 and 200: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 201 and 202: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 203 and 204: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 205 and 206: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 207 and 208: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 209 and 210: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 211 and 212: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 213 and 214: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 215 and 216: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 217 and 218: Tribunas literarias, memoria editor
- Page 219 and 220: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 221 and 222:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 223 and 224:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 225 and 226:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 227 and 228:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 229 and 230:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 231 and 232:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 233 and 234:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 235 and 236:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 237 and 238:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 239 and 240:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 241 and 242:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 243 and 244:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 245 and 246:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 247 and 248:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 249 and 250:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 251 and 252:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 253 and 254:
LaborbibliotecológicaDesde sus or
- Page 255 and 256:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 257 and 258:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 259 and 260:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 261 and 262:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 263 and 264:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 265 and 266:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 267 and 268:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 269 and 270:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 271 and 272:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 273 and 274:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 275 and 276:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 277 and 278:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 279:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006S