LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Nombres, linajes y recorridosNombres, linajes y recorridosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006y Nosotros 4 , el énfasis se concretó enla presencia de secciones destinadas adar cuenta de <strong>las</strong> revistas editadas nosólo en el país y en el continente americanosino también en <strong>las</strong> metrópolisde Europa, que funcionaron comomodelos indudables para <strong>las</strong> capitaleslatinoamericanas. En ese sentido,<strong>las</strong> revistas como productos culturalesmodernos llevaron adelante unatarea de importación y difusión de lamodernidad cultural europea, de lacual muchos de los escritores latinoamericanosformaron parte en su calidadde viajeros, residentes o cronistasy ejercieron la crítica en los génerosasociados a la prensa periódica comolos relatos de viaje o <strong>las</strong> crónicas. Aquelafán de difusión era una prueba efectivade lo que Ángel Rama denominó“un cierto isocronismo”, al que señalócomo característico de la transformaciónde la literatura latinoamericana 5 .Definido como el grado de proximidadcon que desde Hispanoaméricase siguió la producción de <strong>las</strong> grandescapitales culturales, tal isocronismoen los primeros años de Nosotros tuvocomo referencia a Madrid, antes queParís. Como partícipes de una modernizaciónmarcada por el internacionalismo6 y, como hacedores de revistasen <strong>las</strong> que no sólo informaban sobre<strong>las</strong> obras recientemente publicadas odaban a conocer textos inéditos, sinotambién en su tarea fundamental detraductores, los críticos mostraron alpúblico literaturas, autores y movimientoshasta entonces escasamenteconocidos para el espacio nacional enel que intervenían.En el desempeño de una funcióncrítica que no eximió de cierto pedagogismoa sus escritos, Roberto Giustiinsistió en la necesidad de la críticacomo discurso disciplinar y específico,en un mundillo literario de dimensionestodavía exiguas, pero que seampliaba y a la vez se democratizabapor –entre otras razones– laacción de la institución universitaria,en cuyo ámbito Giusti se había formado7 y donde ubicaba el comienzode Nosotros, y se encontraba el públicopreferencial de sus artículos. Esainsistencia estuvo acompañada de unimperativo indeclinable de actualidadque testimonian sus notas en Nosotrosy su primer libro, Nuestros poetas jóvenesde 1911, publicado a la edad de 25años 8 . Giusti fue pródigo en los gestosde una sociabilidad literaria en la quesin duda se asentaron los valores de suacción intelectual a la que otorgaba unalcance no circunscripto a cuestionesexclusivamente disciplinares, sino que,inserto en la discusión dominantesobre la identidad nacional y comosería común a muchos otros jóvenes–como Rojas– otorgaba a la crítica,a la literatura, a los intelectuales y alos escritores un papel preponderanteen la construcción de dicha identidadnacional a la que entendía en términosculturales. Así afirmaba:[Nosotros] somos todos quienes creemosque a la patria se la sirve tanto con lalabor intelectual como con el esfuerzomaterial (…) Nuestra aspiración no esla de dormir gloriosamente en <strong>las</strong> bibliotecasdel futuro; es la de vivir, y muydespiertos, la vida del día, con todos susafanes, sus contratiempos, sus satisfaccionesmorales” 9 .Inclusión, camaradería, comunión, fraternidad,hermandad, solidaridad, sontérminos definitorios de un tipo devínculo entre escritores que desde surevista no dejó de promover y que dealgún modo afectaron los modales deuna crítica que se decía imparcial y ala que se observaba siempre dispuestaa no escatimar el elogio cuando loconsideraba merecido. En ese sentidolos términos crítica y polémica, con losque más tarde –y a partir de 1917– dionombre a los cuatro volúmenes de <strong>las</strong>erie (1917, 1924, 1927, 1930), noguardaron una relación de implicacióninvariable, así como tampoco designaronoperaciones e “intenciones” presentesen un mismo discurso en <strong>las</strong> mismasdosis. La crítica tomó en ocasionesuna forma más cercana al consejo o lareconvención; otras, al elogio reticenteo la disputa atemperada; otras veces, laconfrontación directa.2. Entre 1907 y fines de 1913Roberto Giusti colaboró en distintassecciones de Nosotros. Estuvo acargo de “Letras argentinas” hastael número 28, en que lo reemplazóÁlvaro Melián Lafinur. Antes y despuésescribió también sobre literaturaargentina por fuera de la sección,para dedicar artículos más extensosque <strong>las</strong> reseñas a determinadasobras como El imperio jesuítico (N°10-11, mayo-junio, 1908, segundaedición), Lunario sentimental (22-23,julio-agosto 1909), La restauraciónnacionalista (de 1909, N° 26, febrero,1910), Leopoldo Lugones y su obra deJuan Más y Pí (N° 27, abril 1911),o a autores como Enrique Banchs oErnesto Mario Barreda (N° 33, octubrede 1911). En todas estas intervencioneses posible leer la construccióndel conjunto de valores en los que sefundamenta su práctica; éstos se liganfuertemente con el señalamiento deuna estética capaz de actualizarlos ala que se proyecta o transfiere sobrela figura del escritor, el lenguajede la obra y el discurso del crítico.Naturalidad, belleza, serenidad, sencillez,concisión, fuerza, originalidad,sabor castizo y riqueza del léxico,claridad, rasgos todos ellos contrariosde “la afectacióny la retórica” 10 ,se constituyeronen evaluacionesrecurrentesy positivas, casicristalizadas, queGiusti reconocíacomo cualidadesdeseables y queprescribía parala literatura y losescritores. De esemodo, y al referirsea sí mismo,Giusti hablaríasatisfecho de loque algunos críticosseñalarande su estilo escriturariodefinidocomo prosa “relativamente limpia ysignificativa” 11 . La preferencia poruna literatura de corte realista se erigeen parámetro de juicio tanto para laobra como para el autor elegidos yorienta la construcción de una imagenautoral marcada por los rasgosde la salud, la fuerza, el esfuerzocontinuado, la serenidad, señalandouna distancia explícita con los atributosde cierta imagen estereotipaday residual del escritor tardomodernistay decadente, principalmenteaquel que Giusti caracterizó como elcaso del escritor que se “encasti(lla)en sí mismo” 12 . Del mismo modo,esas notas dan cuenta de la figuradel crítico como especialista –mássemejante al docente que al escritor opoeta con los cuales no establece unaidentificación 13 – que se distingue de190 19102. Nombres, linajes y recorrido190-191 190-191 13/11/06 21:32:32
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Nombres, linajes y recorridosNombres, linajes y recorridosLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Según se planteaba en <strong>las</strong>páginas de Nosotros, la críticadebía acompañar en unamisión estratégica <strong>las</strong> obrasde valor a la vez que debíaestablecer criterios específicospara su legitimación, y realizaraquello que en palabras deÁlvaro Melián Lafinur constituíael “ideal de cultura ydifusión literaria y artística”.lo que podría denominarse críticoartistamás ligado a algunos modernistasargentinos, uno de cuyos casosparadigmáticos fue Luis Berisso 14 .En un mundo literario en el que lospocos libros de crítica no eran pensadoscomo obras orgánicas sino que,tributarios del modo de producciónperiodística seformaban comorecopilaciones–tal el caso deBurbujas de vidao de <strong>Las</strong> nuevastendencias literariasde ManuelUgarte 15 y, enparte también, elde Nuestros poetasjóvenes–, unmundo en el cualensayo y crítica, constituían segúnGiusti y en ese momento, génerosexóticos 16 , es decir, ausentes, el críticodebía plantear su tarea como estudioriguroso y extenso. La aparición deAlmafuerte o de Ideaciones de JuanMás y Pí, libro este último a propósitodel cual reflexionaba sobre eldescuido y desinterés por parte delos críticos nacionales, de los estudios“de aliento” dedicados a escritoreso temáticas particulares 17 , así como<strong>las</strong> opiniones sobre la severa educaciónliteraria de Rojas y su laborsostenida, mostraban ese imperativo.Encuadrada en un marco de “amplitudy tolerancia” y la “más estrictaneutralidad acerca de lo que en ella[la revista Nosotros] se piensa y sedice” 18 , la crítica era entendida comoafirmación de tales valores y comodiscurso eficaz en la educación delgusto literario a través de un discursoespecializado, entre cuyas premisasbásicas se pudo contar aquello quemás tarde Giusti denominó “pasióncomunicativa”, “anhelo de comprendery explicar” 19 . En Visto y vividoafirmaría que la crítica, en tanto“historia del espíritu, es creaciónde valores: descubre, fija, revisa” 20 .Asimismo, y según se planteaba en <strong>las</strong>páginas de Nosotros, la crítica debíaacompañar en una misión estratégica<strong>las</strong> obras de valor a la vez que debíaestablecer criterios específicos para sulegitimación, y realizar aquello queen palabras de Álvaro Melián Lafinur–otro crítico de Nosotros– constituíael “ideal de cultura y difusión literariay artística” 21 . Para Giusti dicho valordependía y debía medirse según <strong>las</strong>propias condiciones de produccióninherentes al estado del mundo cultural.Así, en 1907 podía escribir:Por más que el mérito de tal o cual librosólo sea escaso, sin embargo se imponeen estas notas bibliográficas el elogio, lafrase de aliento para su autor, si es queel libro, en su valor meramente relativo,revela un digno esfuerzo o una sana aspiraciónde arte. Y la razón es obvia.Nuestra literatura –si es que existe– notiene sino un valor relativo. Por lo tantono se puede usar a su respecto el mismocriterio que se emplearía al juzgar la literaturaeuropea 22 .Se trataba entonces de una crítica quesin dejar de polemizar mostraba sucarácter estratégico, augurando porvenires“fecundos” cifrados en <strong>las</strong> correccionesde los errores del presente, oque apuntando al futuro promisoriode algún escritor, se detenía en el juiciosobre sus “intenciones” y sus característicasmorales. Así, por ejemplo, enun gesto ambivalente (y burlón) Giustise refirió a El enigma interior, libromarcado por la experiencia modernistade la poesía francesa (simbolista), y aManuel Gálvez, a quien, dicho sea depaso, fustigaría una y otra vez, no sóloen <strong>las</strong> páginas de Nosotros 23 :Otro libro más, El enigma interior,impregnado todo él de una indefiniblemelancolía. Diríase llegado del boulevard.Podrá haber en ello un motivode censura, pero ésta no ha de ser sinorelativa. Cierto es que esos versos suenanextrañamente en nuestro idioma, porque,en verdad, a pesar de toda nuestra buenavoluntad por imitar a los demás –a losnoruegos, a los rusos, a los japoneses, ¡quésé yo!– y por dejar de ser americanos,aún no hemos logrado acostumbrarnos aese parisienismo excesivo. (…)El defecto fundamental de El enigmainterior es su carencia de originalidad.Verlaine sobre todo –dejo de lado otrasvisibles influencias– pesa sobre este libro.Pero Gálvez es sincero consigo mismo. Élsiente a sus poetas predilectos, con ellos seha compenetrado y como ellos se expresa.En sus versos se advierte la sinceridad delos sentimientos que canta. No es, pues,un vulgar imitador.Mas, dejo ya de hacer hincapié en estelamentable defecto de El enigma interior,para pasar a considerarlo desdeotros puntos de vista más interesantes.Es un libro delicado y a ratos intenso.Rasgos hay en él que revelan toda unalma de artista. Pero es un libro desigual.Felices expresiones, bellos versos,codéanse en él con tropiezos verdaderamente<strong>las</strong>timosos.En general, luego de los análisis sobreaspectos disciplinares, como podíanserlo la cuestión del verso libre a propósitode El enigma interior de ManuelGálvez 24 , el uso o la elección del epítetoen <strong>Las</strong> Barcas de Banchs, o la realizacióna veces defectuosa del soneto en Joyelesde Juan Aymerich, muchas de <strong>las</strong> notascontenían –sobre todo si se trataba deautores noveles– una especie de codaen la que Giusti, desde su propia poéticacrítica, aconsejaba abiertamente osolicitaba a los escritores la depuraciónde la lengua literaria o el abandonode ciertos tópicos. Verdaderos actosde habla, estos envíos, explicitabanun tipo de valoración que franqueabalos límites del gusto y del saber literarios.Así, por ejemplo, en relación conEnrique Banchs, cuyo descubrimientocomo poeta nunca dejaría de enorgullecerlo25 , Giusti anticipaba:Si a su imaginacióndesbordante,a su potente inspiración,comparablescon <strong>las</strong> delos más grandespoetas, une, comoparece que está encamino de hacerlo,el estudio, un arterefinado, la nitidezen todo, sinconcesión algunaal desgano intelectual,Banchs notardará en ser unpoeta completo.También, opinaba(pedía o recomendaba) sobre la convenienciade que narradores y poetascultivaran determinadas temáticas endesmedro de otras. La explicación queGiusti no daba, había que buscarla nosolamente en cuestiones propias de lalógica de funcionamiento del mundoliterario que mostraban la declinacióndel modernismo, sino además en unaconcepción de la literatura y de la culturade signo clásico, a <strong>las</strong> que reconocíaun papel básico, formativo, modeladorTambién, opinaba (pedía orecomendaba) sobre la convenienciade que narradoresy poetas cultivaran determinadastemáticas en desmedrode otras. La explicación queGiusti no daba, había que buscarlano solamente en cuestionespropias de la lógica de funcionamientodel mundo literarioque mostraban la declinacióndel modernismo, sinoademás en una concepción dela literatura y de la cultura designo clásico, a <strong>las</strong> que reconocíaun papel básico, formativo,modelador de la sociedad a laque pertenecían.192 19302. Nombres, linajes y recorrido192-193 192-193 13/11/06 21:32:33
- Page 2 and 3:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006
- Page 4 and 5:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 6:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 11 and 12:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 13:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 16 and 17:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 18 and 19:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 20 and 21:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 22 and 23:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 24 and 25:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 26 and 27:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 28 and 29:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 30 and 31:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 32 and 33:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 34 and 35:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 36 and 37:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 38 and 39:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 40 and 41:
La imaginación críticaLA BIBLIOTE
- Page 42 and 43:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 44 and 45:
Un crítico se mide frente asu moti
- Page 46 and 47:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 48 and 49: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 50 and 51: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 52 and 53: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 54 and 55: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 56 and 57: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 58 and 59: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 60 and 61: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 62 and 63: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 64 and 65: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 66 and 67: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 68 and 69: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 70 and 71: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 72 and 73: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 74 and 75: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 76 and 77: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 78 and 79: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 80 and 81: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 82 and 83: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 84 and 85: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 86 and 87: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 88 and 89: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 90 and 91: Nombres, linajes y recorridosLA BIB
- Page 92 and 93: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 94 and 95: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 96 and 97: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 100 and 101: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006N
- Page 102 and 103: Trazos malditosComo cualquier otra
- Page 104 and 105: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 106 and 107: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 108 and 109: Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 110 and 111: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 112 and 113: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 114 and 115: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 116 and 117: Trazos malditosLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 119 and 120: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 121 and 122: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 123 and 124: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 125 and 126: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 127 and 128: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 129 and 130: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 131 and 132: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 133 and 134: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 135 and 136: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 137 and 138: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 139 and 140: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 141 and 142: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 143 and 144: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 145 and 146: Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 147 and 148: LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 149 and 150:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 151 and 152:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 153 and 154:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 155 and 156:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 157 and 158:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006F
- Page 159 and 160:
Ficciones críticasLA BIBLIOTECAN°
- Page 161 and 162:
Reflexiones sobre lacondición inte
- Page 163 and 164:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 165 and 166:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 167 and 168:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 169 and 170:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 171 and 172:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 173 and 174:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 175 and 176:
Reflexiones sobre la condición int
- Page 177 and 178:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006R
- Page 179 and 180:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 181 and 182:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 183 and 184:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 185 and 186:
GroussaquianasLA BIBLIOTECAN° 4-5
- Page 187 and 188:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 189 and 190:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 191 and 192:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 193 and 194:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 195 and 196:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006G
- Page 197 and 198:
Cada voz que emergió de lacrítica
- Page 199 and 200:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 201 and 202:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 203 and 204:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 205 and 206:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 207 and 208:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 209 and 210:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 211 and 212:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 213 and 214:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 215 and 216:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 217 and 218:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 219 and 220:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 221 and 222:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 223 and 224:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 225 and 226:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 227 and 228:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 229 and 230:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 231 and 232:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 233 and 234:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 235 and 236:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 237 and 238:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 239 and 240:
Tribunas literarias, memoria editor
- Page 241 and 242:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 243 and 244:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 245 and 246:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 247 and 248:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 249 and 250:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 251 and 252:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006T
- Page 253 and 254:
LaborbibliotecológicaDesde sus or
- Page 255 and 256:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 257 and 258:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 259 and 260:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 261 and 262:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 263 and 264:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 265 and 266:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 267 and 268:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 269 and 270:
Labor bibliotecológicaLA BIBLIOTEC
- Page 271 and 272:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 273 and 274:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 275 and 276:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 277 and 278:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006L
- Page 279:
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006S