LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La imaginación críticaLa imaginación críticaLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006El sistema de explotación dela mano de obra barata seextiende a la mujer obrera delsexo. El sucesivo grado de lamanumisión de la mujer debióesperar mucho tiempo paraque el sexo se convirtiera enuna transacción imaginaria deiguales. Lo que se discutía yse ocultaba detrás del velo deuna moralidad social, era la“propiedad de los cuerpos”,¿propiedad privada, personal,propiedad familiar, doméstica,o el conflicto entre propiedadpublica o propiedad privadaque fantasmáticamente reproducíala propiedad de la mercancíay su cortocircuito?y el alma; el cólera, la lepra, la fiebreamarilla, la sífilis, la tuberculosis, sonenfermedades que culminan literariamenteen el siglo XIX para avanzar,ya afianzadas, hacia el siglo XX esperandoa <strong>las</strong> vacunas, pero también alcáncer y al sida. Sintomáticamenteestas descripciones operan una distinciónentre <strong>las</strong> enfermedades mentalesy <strong>las</strong> corporales y fomentan la divisiónentre enfermedades intelectuales –yla locura lo es– y<strong>las</strong> enfermedadescorporales,<strong>las</strong> enfermedadesvinculadas alrégimen social,enfermedades delos ricos y enfermedadesde lospobres. El desarreglodel metabolismocorporalrepite el metabolismosocial. Laprostitución paraLombroso es unaenfermedad genéticay hereditariavinculada a <strong>las</strong>formas externasde la morbilidad,<strong>las</strong> prostitutas asesinas, propias dela degeneración genética, enfermedadhereditaria. El tema de la prostituciónen el folletín novelesco sentimental,novelesco amoroso, por momentosvagamente erótico, el erotismo y máscrudamente la pornografía aunquepuede ser organizado con técnicasfolletinescas rechaza la sustancia delfolletín que es básicamente idealizanteo miserabilista. Uno condenael sexo como pecado, el otro comohumillación degradante, no recrea eltratamiento de la prostitución en elorden legal –la trata de blancas– nien el orden societario, en la secuenciasemióticamente degradante queva desde la “garconiére”, casa de citas,lenocinio, prostíbulo, burdel, lupanary quilombo –y la novela de Tuñónlo revela como prostíbulo– sino querepone la oposición retórica entre el“pecado” y la “redención” sobre elorden folletinesco “caída” (seducción),condena (expiación), castigo (redención)y triunfo (de la “virtud reparada”),con un estereotipo religiosoque, en la novela realista básicamentedesacralizada, desaparece para serreemplazado por el castigo somático(locura, tuberculosos, sífilis). El triunfode la Muerte es al mismo tiempocastigo secular y reparación social.(Cf. Donna Guy. El sexo peligroso. Laprostitución legal en Buenos Aires 1875-1955, Ed. Sudamericana, 1991.)En la misma época en que Carriegoarrastra su mistagogia barrial de origensalvacionista, como un refinamientodel discurso misionerista deAlmafuerte, Manuel Gálvez escribe subrevísima pero reveladora tesis sobrela “trata de blancas” que, más allá dela retórica de <strong>las</strong> tesis, tuvo tambiénuna función redentorista. El misticismolarvado de Carriego desapareceen el discurso legislativo de Gálvez,condimentado por el proselitismo religiosoque le rendía buenos frutos ensu narrativa (por ejemplo, en NachaRegules, La maestra normal, Historiade Arrabal). La meretricia, sustantivodescriptivo hiperculto empleado porLugones en El payador, según recuerdaBorges en su trabajo sobre Carriego,para designar la “profesión mas viejadel mundo”, haciéndose cargo de esteestereotipo, existió desde siempre desde<strong>las</strong> hetairas griegas recordadas por Safo,<strong>las</strong> prostitución sagrada de <strong>las</strong> vestalesromanas que rompían su votos de castidad,la prostitución reglamentada de laSuburra de Petronio, la demi-mondainde la novela francesa del siglo XIX, yla prostitución mucho más degradantepor la pobreza en Zola, se reemplaza enel folletín por el exutorio de la formadel capitalismo monetario. El capitalismode producción y de intercambiorige la contratación tanto de bienescomo de mujeres: la trata de blancas,como la de los negros se rige por lamoral de intercambio, se intercambianmercaderías, sujetos y prostitutas. Elvalor sagrado del cuerpo humano estaregido, en los países periféricos, y conmayor insistencia en los países delTercer Mundo, por una interferenciaen la organización disciplinaria delencierro, la cárcel de mujeres; el encierroa medias disciplinario y profesionaldel Buen Pastor y la organización decontroles, control de la sanidad pública,control de la marginación, controlde la moral societaria. La prostitución,más que la delincuencia, afecta todoslos órdenes de <strong>las</strong> sociedades capitalistasporque pone en evidencia el sistemade contratación de desiguales generadopor la misma sociedad –todo el folletíny sobre todo el folletín vindicativo dec<strong>las</strong>e obrera y de la mujer sostiene estepunto con rebeldía y rabia anarquista–y lo marca como “lacra social”. Estoseñala una forma diversa de procesar lafigura de la mujer en el folletín proletarioy el folletín sentimental, entre lareivindicación y la compasión. El sistemade explotación de la mano obrerase extiende a la mujer; la reivindicaciónsocial del proletariado obrero pasa serun reclamo humanitarista de la “obreritadel barrio”. La primera dice:¡Soy la que todavía no ha pactado con elcabrón comerciante de carne humana...!Soy al lujo insultante de <strong>las</strong> damas, ni a<strong>las</strong> promesas infames del capataz, ni a <strong>las</strong>monedas criminales del burgués, ni a <strong>las</strong>inmundas babas del señorío que forcejeaen su cuarto... ¡La justicia primero; luegolos vicios de los explotadores y de la aristocraciadegradada, y por fin, la usura delproletario y del agenciero! (Patricio Tovar.La Protesta, primera quincena de juliode 1908. Santiago de Chile).La segunda dice:Esta noche no faltará pan aunque paraello tenga necesidad de vender mi honra,yo si quiero tengo derecho a dejarme morirde hambre, pero no lo tengo de dejar a mimadre enferma y a mis hermanos chicosque lo sufran... Así que a cualquier preciotendrán un pan. (Manuel Lourido.Suplemento de La Protesta, Buenos Aires1909.) Un poco de tiempo más, y nomucho, aparecerá en la escena folletinescanuestra famosa “costurerita”, aquella que“dio el mal paso”.Ergástula prostibulariaLa diversidad pero no el enfrentamientoes evidente en los sistemas denomenclatura que sugieren los textosen el drama de la prostitución como“drama social” vinculado al folletínsocial, el rótulo es la “prostitución”como insignia del hecho social dela presencia de una anomalía dentrode la circulación de los sujetos y dela interrupción de la justicia social.En el folletín de orden sentimental,la enajenación corporal es un hechoindividual, producto de la miseria yde hambre, pero no revela <strong>las</strong> urgenciasde la reivindicación. Es un hechodoméstico producto de los gruposmal avenidos y de la desintegración42 4301. La imaginación crítica .in42-43 42-43 13/11/06 21:29:30
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La imaginación críticaLa imaginación críticaLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006La ruptura del tejido familiar<strong>las</strong> llamadas “nove<strong>las</strong> de familia”desciende de la novela burguesa(celos, amantes, compromisosde dinero o de joyasrobadas y embargadas como enalgunos relatos de Dumas o deMaupassant) la novela realista,la naturalista, tanto la francesacomo la argentina, son siemprenove<strong>las</strong> del dinero acumulado,heredado, dilapidado, robado,esquilmado, nove<strong>las</strong> de bancosy bancarrotas que ilustran laforma fiduciaria de la circulación(pagarés, fondo de comercio,<strong>letras</strong> de cambio, etc.). Elfolletín es un género capitalista.familiar. La organización en el relatoy luego en el análisis del mismopermite el despeje de dos “locus”,el locus familiar y el locus socialque entran en diversas combinacionesen la materianarrativa peroque al mismotiempo permiteseñalar sus zonasde congruenciay sus zonas dedisparidad. En el“locus familiar”aparecen claramentela rupturadel contratoafectivo entrelos miembros delgrupo al mismotiempo y en otronivel la desintegraciónde <strong>las</strong>identificaciones,y en el caso másextremo la imposibilidad del mismogenerando un lugar de perversión,como podría afirmarse en el caso deO. Lamborghini. <strong>Las</strong> solidaridadesse rompen salvo <strong>las</strong> “fraternales” quedireccionarán al folletín hacia otrasinstancias. Todo lleva en la familiafolletinesca a la ruptura del lazofamiliar. Pareciera que el folletín noreflejase el orden social sino queimpone su propia matriz al hechosocial. Una crítica de <strong>las</strong> llamadascomprometidas no podría sosteneresta inversión de <strong>las</strong> precedencias enla constitución de <strong>las</strong> formacionesfolletinescas, pero lo que se intentaseñalar es la presión que ejerce lamateria narrativa, después de habersesolidificado y la arquitectura formaldel folletín es una sustancia que nose puede modificar sin modificar sumatriz original. Los problemas deorden histórico que esto plantea seresuelven, como es nuestro caso, despojandoa <strong>las</strong> estructuras folletinescasde su condición genérica llevándolohacia un formato itinerante quemigra entre la literatura alta y la baja,entre <strong>las</strong> formas de la novela psicológicay la novela de aventuras, entre elsuceso y el acontecimiento históricoy seudohistórico que aparece en <strong>las</strong>nove<strong>las</strong> de capa y espada francesapero también argentina (recordemoslos embozados que circulan entre<strong>las</strong> sombras nocturnas de la asonadarevolucionaria de Myriam, la conspiradorade Hugo Wast). La ruptura deltejido familiar en <strong>las</strong> llamadas “nove<strong>las</strong>de familia” desciende de la novelaburguesa (celos, amantes, compromisosde dinero o de joyas robadasy embargadas como en algunos relatosde Dumas o de Maupassant), lanovela realista, la naturalista, tanto lafrancesa como la argentina, son siemprenove<strong>las</strong> del dinero acumulado,heredado, dilapidado, robado, esquilmado,nove<strong>las</strong> de bancos y bancarrotasque ilustran la forma fiduciariade la circulación (pagarés, fondo decomercio, <strong>letras</strong> de cambio, etc.). Elfolletín es un género capitalista.El “locus social” hace del folletín ungénero ciudadano, organiza y recorretodas <strong>las</strong> formas de la ciudad y marca<strong>las</strong> características genéricas del mismo.Circula entre los barrios pobres y losbarrios ricos, entre los barrios consumidores(generalmente la periferiade la ciudad que acoge tanto a <strong>las</strong>residencias como a los ranchos de pajaen un primer tiempo y luego de lata),los extramuros, la barriada y luegomiserias del arrabal, el muchacho dearrabal, la arrabalera, y en últimainstancia y a los lejos el camposanto yluego el campo. La muerte está fueradel ejido de la ciudad, el cementeriode los pobres está siempre ubicado en<strong>las</strong> afueras, como los prostíbulos de laépoca, donde se reúnen sexo y muerteproletaria. La ruptura de los lazosfamiliares genera la población narrativadel folletín, su drama y la localizacióndemográfica de este drama,orfandad, hambre, relaciones sexualesperversas son localizadas narrativamenteen tugurios, covachas, ranchos,verdaderos antros de la miseria. Elsistema de explotación de la manode obra barata se extiende a la mujerobrera del sexo. El sucesivo grado de lamanumisión de la mujer debió esperarmucho tiempo para que el sexo seconvirtiera en una transacción imaginariade iguales. Lo que se discutíay se ocultaba detrás del velo de unamoralidad social era la “propiedad delos cuerpos”, ¿propiedad privada, personal,propiedad familiar, doméstica,o el conflicto entre propiedad públicao propiedad privada que fantasmáticamentereproducía la propiedad de lamercancía y su cortocircuito? En unanovela que supera el período considerado,Oro bajo de Gómez Bas, publicadaen 1957, reaparecen todos losestigmas prostibularios y repite comomarca de género el universo concentracionariodel folletín: el conventillo.El conventillo es el foco de irradiaciónde aspectos sociales, individuales, privados.En el régimen genérico difractantodas <strong>las</strong> características del género,la novela sentimental, la novela desuspenso, la novela delincuencial yen su máxima exposición, la novelaproletaria –siempre habrá un obreroo familia de obrero en el conventillo–,y la novelización de lo político;en ese sentido, el folletín que tomacomo unidad de lugar el melodramafamiliar, como sistema de atracciónde entidades subjetivas y familiares, ysu propia desintegración, es un géneroanarquista. En todo conventillo,aparte de los pobres, habrá siemprealgunos que no son “trigo limpio”,como dice la doxa barrial, una prostitutay un sospechado de anarquismo.Si tomamos como ejemplo Elconventillo, folletín de Elan Ravel, esel “locus” espacial de reunión y deconflictos domésticos, oficios y demografíasinestables: “sastres” (profesiónmasculina de tareas femeninas: cortey confección, y en el renglón superiorla “tallerista” y la “oficiala”), zapateros(progenie anarquista), vendedoresambulantes (el “mercerito”, el “turco”jabón jaboneta), <strong>las</strong> planchadoras ylavanderas (tareas de fémina como la“costurerita”), y lugar de la “criolla” degolosas carnes, bocado de proxenetaque traba amistad con la “galleguita”inocente. Esta demografía del conventillo,recreada simultáneamente porel sainete, luego fue recuperada porel radioteatro (Juan Carlos Pulido,Arsenio Mármol, el folletín rosista delradioteatro Lux, etc.).Hemos descendido del drama al melodrama,desde el destino trágico de losAtridas hasta el El conventillo de lapaloma. En el descenso se han producidono sólo una destitución genérica,sino que el género se ha corrompido,es un género sucio. Desde el punto devista de su producción, es escrito pormiembros de la c<strong>las</strong>e alta o por intelectualescomprometidos que no hansufrido la experiencia de la pobreza.El máximo exponente del folletín deaventuras rocambolescas, Ponson duTerrail, era un noble de provincias,pero noble al fin; Eugène Sué, autorde Los misterios de París, burgués ysocialista, y Alejandro Dumas, hijo del44 4501. La imaginación crítica .in44-45 44-45 13/11/06 21:29:32
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