LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Reflexiones sobre la condición intelectualReflexiones sobre la condición intelectualLA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006(82 Corrí al pantano, mas el cieno aciago83 y <strong>las</strong> cañas me hicieron caer al suelo94 ... Al pie del Casentino95 un agua pasa que se llamaArquiano96 y nace en Erno, cabe el Apenino97 adonde su vocablo se hace vano98 llegué con la garganta traspasada99 huyendo a pie y ensangrentandoel llano.100 Allí perdí la vista...)Poema conjeturalComo aquel capitán del purgatorioHuyendo a pie y ensangrentando el llanoFui cegado y tumbado por la muerteDonde un oscuro río pierde el nombre.La noche lateral de los pantanosEn estos versos está reproducido elcitado fragmento de la Commedia, casien su totalidad, por lo que habría queformularse dos preguntas:¿Cuáles son <strong>las</strong> razones de Borges paraomitir la referencia?¿Qué ha hecho con estos materialesde acarreo?El lector común no advierte la transferencia,quizás porque no ha leído laDivina Comedia, o porque nada sabede Buonconte de Montefeltro ni de suvida ni de su muerte, o porque disfrutadel poema de otra manera y sólo ve aLaprida en su huida hasta el triste final.Posiblemente a Borges no le interesabamucho este tipo de lector(acaso ningún otro y sólo el disfrutede escribir el poema, goce íntimoe intransferible) aunque tal vez sí,podía gustarle este tipo de lectura, nocrítica sino hedónica.O acaso le hacía un guiño a un lectorcompetente que en el “PoemaConjetural” pudiera sobreleer otra cosa,más allá de la circunstancia de Laprida, yparticipar con él, con Borges, del disfrutesecreto de evocar la Divina Comedia.¿Qué ha hecho Borges con los materialesacarreados?Ha hecho una transferencia importantey ampliatoria: ha sobrepuesto la figurade Francisco Narciso de Laprida en la deBuonconte de Montefeltro, y ha agregadootro elemento, que no figura en elpoema dantesco: “Como aquel capitándel Purgatorio” (aquí, para el lector competente,ya está plena la referencia), peroBorges ha salido del texto dantesco paraescarbar en la historia: Buonconte capitaneóa los guerreros gibelinos de Arezzo,contra los Güelfos de Florencia en 1268.Murió en esa batalla entre cuyos vencedoresfiguraba Dante (Crespo, Á. 1977,p. 237. Nota).Amplía la figura y su espacio y la revistede una suerte de ironía trágica:Yo que estudié <strong>las</strong> leyes y los cánones,Yo, Francisco Narciso de LapridaCuya voz declaró la independencia...... Yo que anhelé ser otro, ser un hombrede sentencias, de libros, de dictámenescielo abierto yaceré entre ciénagas.Laprida, hombre de leyes y de cánones,es asesinado por los montonerosde Aldao, figuras que en la memoriade los argentinos evocan el desordeny el desconocimiento de la ley, y tambiénla barbarie.Inscribe en <strong>las</strong> entrelíneas una advertenciasobre el peligro de esa barbarie, y al proyectarlaen el poema, advierte que podrìaproyectarse también hacia el futuro:Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.Cambia el contexto: es América ensu guerra civil.Crea un clima sombrío, premonitorioy evocador, que no se advierte en elepisodio dantesco y donde va agigantándosela imagen de la muerte:Zumban <strong>las</strong> ba<strong>las</strong> en la tarde última.Hay viento y hay cenizas en el viento.Inscribe su propia historia personal,ligada a la historia de la patria, unfragmento de su pasado, de su sangre,y con eso rinde su culto al coraje ya sus antepasados, entre los que seencontraba Laprida:... los pretéritos nombres de mi sangre:Laprida, Cabrera, Soler, Suárez.Expone su propio sistema expresivo,conocido por todos.Volviendo al tema de <strong>las</strong> fuentes y delos préstamos, no podemos elidir elnombre de Miguel Asín Palacios, de laReal Academia Española (1943) quien,en un libro memorable manifiesta:Nuestra patria tendría el derecho de reivindicar,para algunos de sus pensadoresmusulmanes, una parte no exigua delos timbres de gloria con que la críticauniversal ha decorado la obra inmortalde Dante Alighieri.Claro que luego reconoce, apoyándoseen los críticos del siglo XIX, el rasgoesencial del genio no es la novedad uoriginalidad absoluta de la obra de arte,ni puede consistir en la facultad exclusivade Dios, de crear de la nada, así laforma como la materia (p. 14).Asín Palacios analiza los paralelismosdel poema dantesco con <strong>las</strong> leyendasderivadas de un versículo del Alcorán.Paralelismos innegables, encaradoscon seriedad por un estudioso que hatrabajado años en la obra de Dante yque respalda cada aserto con los textoscorrespondientes. Pero, no obstanteesos paralelismos, la Commedia norefleja el espíritu musulmán, ni elmundo musulmán, ni la cosmovisiónmusulmana. No. Refleja el espíritu delmedioevo que se va alejando, y el delRenacimiento que irrumpe con violencia,y sus respectivos valores.Refleja también el alma y la sabiduría deDante Alighieri. Expresa su experienciavital, su credo, su dolor y sus pasiones, laviolencia de su ánimo, su destierro.El sistema expresivo de la DivinaComedia nada tiene que ver con <strong>las</strong>fuentes musulmanas. El mundo queha creado Dante es único, es dantesco.El deleite estético que provoca, nolo producen <strong>las</strong> leyendas derivadas delAlcorán; tampoco <strong>las</strong> leyendas cristianasmedievales de viajes al otro mundo.Hay en la literatura argentina diversoshipertextos de la Divina Comediadonde pueden advertirse recreacionescon muy distintos sistemas expresivos:Leopoldo Marechal, Manuel MujicaLáinez, Victoria Ocampo.Es muy cercano el parentesco de laciudad de Cacodelphia (Marechal,L.1948) con el infierno de Dante.Sin embargo en Cacodelphia late elespíritu zumbón de su autor, su concepcióndel mundo y su concepto dela literatura. Refleja también su propiocontexto, la ciudad de Buenos Aires,sus figuras y su idiosincrasia.Cacodelphia es a la vez que un símil ensolfa del infierno dantesco, una granmetáfora entre sarcástica y risueña,dolorosa y lírica de la ciudad dondeMarechal vive, ama, sufre, crea y davida a sus criaturas literarias.Adán Buenosayres tiene, sin duda,muchos materiales provistos por laDivina Comedia; también por la346 34705. Reflexiones sobre la condici346-347 346-347 16/11/06 22:47:01
LA BIBLIOTECAN° 4-5 | Verano 2006Reflexiones sobre la condición intelectualEneida ( Sibila de Cumas-Doña Tecla,p. ej.), pero con esos materiales, elargentino levanta un edificio diferente,nacional y personal.Otro tanto podría decirse del infiernode Mujica Láinez (1974) en El viaje delos siete demonios que de a ratos hacereír a carcajadas y que, en la hora de lalectura crítica, demuestra que le debemucho a Dante. Pero su obra elaboradacon tanto material prestado –no sólo deDante– no pierde un miligramo de suoriginalidad ni sus sabrosos condimentospolíticos argentinos ni el poderososistema expresivo de su autor.Victoria Ocampo (1983) hace su propiainterpretación tanto del poemadantesco como de dos de sus figuras:Beatriz y Francesca de Rímini.Si salimos del ámbito de la literaturaargentina, y de la Divina Comedia, eneste a veces vidrioso papel de la críticafrente al problema de los intertextos, nopodemos dejar de referirnos a un casoactual, muy sonado: El código da Vinci(Brawn, Dan, 2003) que llegó hasta unjuicio por plagio, dirimido finalmentea favor del autor norteamericano.Hace más de veinte años leíamos–y releíamos con pasión– El enigmasagrado (Baigent, M. et al, 1985), librode investigación, con una tesis muyoriginal, minucioso, denso, serio, bienescrito, bien traducido, perfectamenteestructurado y con una formidabledocumentación y del que no se daninguna referencia en el intertexto encuestión: El código Da VinciHace dos años, una lectora del comúnnos comentaba, no sin cierto embeleso,el Código, que ya estaba de moda...A medida que avanzaban la conversacióny el comentario, más nos embargabala imagen del Enigma Sagrado,siempre vivo en nuestro recuerdo,renovado por los vívidos paralelismos.Después seguimos a través de los mediosde comunicación el curso del juicio porplagio, al mismo tiempo que la desmesuradacarrera del Código hacia el éxito.Finalmente terminamos por aceptar–aunque sin mucho convencimiento–que el Código es una novela elaboradacon materiales ajenos, pero con supropia estructura, su propio ritmo ysu propia y formidable buena suerte.Pero al mismo tiempo, llegamos a laconclusión de que este problema delos intertextos tiene sus matices y exigesus justificaciones.* Universidad Nacional de TucumánBIBLIOGRAFÍA• Alonso, Amado : Materia y forma en poesía. Madrid, Gredos. 1965• Asín Palacios, Miguel: La escatología musulmana en la Divina Comedia. Madrid-Granada. 1943• Baigent, Michael; Leigh, Richard; Lincoln, Henry : El enigma sagrado. Traduccion de Jordi Beltrán.Barcelona, Martínez Roca.1985• Brown, Dan El código da Vinci. Trad. de Juanjo Estrella. Barcelona, Circulo de lectores. 2003• Crespo, Ángel. Nota para su edición y traducción de la Divina Comedia. Barcelona, Planeta. 1977• Marechal, Leopoldo, Adánbuenosayres. Buenos Aires, Sudamericana. 1948• Mujica Láinez, Manuel El viaje de los siete demonios. Buenos Aires, Sudamericana, 1983• Ocampo, Victoria, De Francesca a Beatrice. Bs. Aires, Sur. 198334805. Reflexiones sobre la condici348-349 348-349 16/11/06 22:47:05
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